África y el compromiso de la UE con las energías renovables

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“África no necesita la ayuda de Europa, necesita socios”, afirma David Otieno, Responsable de la Secretaría de la Asociación Energética África-UE (AEEP).

Su frase resume a la perfección el espíritu que ha reinado durante el Segundo Foro del Partenariado de la Energía, que reunió el mes pasado a más de 400 participantes de Europa y África —ministros, comisarios de organizaciones internacionales, representantes del sector privado, del mundo académico y la sociedad civil— para analizar las inversiones e innovaciones en energías renovables entre los dos bloques comerciales.

Dirigentes de ambos continentes aplaudieron los avances hacia la consecución de los objetivos de la AEEP 2020. Coincidieron en que se necesita más tiempo, pero que ya están en marcha los planes para ampliar el acceso a fuentes de energía modernas y sostenible de al menos la mitad de los 1.100 millones de personas que viven en el continente, para aumentar el uso de las energías renovables en África y mejorar la seguridad energética.

La economía de África está creciendo a una media de un 3% anual y, en la última década, seis de las diez economías que más crecieron en el mundo se encuentran en el África subsahariana. Sin embargo, el abastecimiento de energía eléctrica del continente no está siendo capaz de crecer a ese ritmo.

Como señala Jacques Moulot, Jefe del Departamento de Energía del Banco Africano de Desarrollo, sin un suministro estable de electricidad, resulta imposible un crecimiento económico real en el continente. “La energía es para la economía lo que la sangre para las personas”, subrayó en su discurso.

En estas circunstancias ¿qué papel pueden desempeñar las políticas de la Unión Europea en la eliminación del déficit energético?

“Debemos ser realistas: existe una falta de inversiones en el sector energético de aproximadamente 23.000 millones de dólares al año y no esperamos que toda esa cantidad proceda exclusivamente de nuestros socios europeos”, explicó Moulot a Equal Times. “Es importante mejorar el entorno y el marco normativo para facilitar la incorporación al proceso de distintos socios”.

 
Las renovables, ¿solución a la pobreza energética?

En la actualidad, más de 600 millones de personas carecen de electricidad en el continente. La situación es especialmente acuciante en África central, donde menos del 10% de la población de países como Sudán del Sur, el Chad y la República Centroafricana tienen acceso a electricidad.

Los países del norte de África, además de Sudáfrica y Ghana, son las principales excepciones, pero van a registrar un aumento tremendo de la demanda de energía en los próximos años —según Naciones Unidas, la población urbana de África pasará de los 414 millones actuales a 1.200 millones en los próximos 30 años—.

Como punto de partida, los ministros africanos y europeos acordaron que los sistemas de energías renovables —como la energía solar, la eólica, la biomasa y la geotérmica— deben contribuir de manera crucial a la consecución del acceso universal y asequible a la energía. Esto es algo que está ya sucediendo; de hecho, en el Foro se detallaron 58 iniciativas conjuntas que apoyan el desarrollo de las energías renovables en el continente y que cuentan con fondos y la asistencia técnica de la UE.

“Las fuentes de energía renovables en África ofrecen la oportunidad de responder a la demanda energética de la región y también de acceder al mercado europeo, cuya factura energética asciende a 1.000 millones de euros al día”, explica a Equal Times Elham Ibrahim, Alta Comisaria de la Unión Africana para Infraestructura y Energía de la Unión Africana.

Michael J. Saulo, de la Universidad Tecnológica de Mombasa (Kenia) coincide: “África necesita a Europa y Europa necesita a África. Europa tiene los conocimientos y las inversiones privadas y África supone un inmenso potencial para las renovables. Todos estos factores convergen”.

Los especialistas piden a ambas partes que intensifiquen sus esfuerzos para atraer al sector privado, ya que la falta de coherencia política, normativa y de integración regional frenan en gran medida las inversiones.

Yofi Grant, Responsable de Databank, un fondo de inversión privado de Ghana, coincide en que “el sector privado en el África subsahariana está creciendo más rápido que en cualquier otra región del mundo” y, sin embargo, los inversores continúan sin subirse a bordo de los grandes proyectos de desarrollo.

“El sector privado africano y los inversores extranjeros tienen que ser más proactivos y comprometerse con el desarrollo del continente. De esta forma, se pueden lanzar políticas conjuntas sin temor a duplicar esfuerzos”, explicó a Equal Times.

 
Prioritario en la agenda

Entre 2014 y 2020, la Dirección General de la Comisión Europea para la Cooperación y el Desarrollo Internacional (DG DEVCO) tiene la intención de invertir entre 2.500 y 2.700 millones de euros en proyectos energéticos en el África subsahariana. “El acceso a la energía eléctrica es prioritario en nuestra agenda y África está a los mandos de esta transición”, afirmó el Subdirector de la Unidad DG DEVCO, Felice Zaccheo.

Hizo hincapié en que esta cooperación bilateral no es “impuesta” y que el dinero se invierte en proyectos que “determinan los propios países”.

Se han diseñado varios mecanismos financieros que combinan los fondos públicos con fondos privados, fondos comerciales con fondos de bancos. Se gestionan a través del African Investment Facility, un mecanismo financiero que combina donaciones de la UE con otros recursos, como los créditos al desarrollo para promover inversiones que tendrán un impacto socioeconómico positivo. Sirva como muestra la Electrification Financing Initative, un proyecto que apoya las inversiones encaminadas a electrificar zonas rurales.

 
Este artículo ha sido traducido del inglés.

Este artículo ha sido traducido del inglés.