Alemania: green jobs no siempre rima con good jobs

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En la última cumbre sobre el clima COP20 en Lima, el Gobierno alemán volvió a preconizar una reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2020.

Ante un objetivo tan ambicioso, muchos sindicatos alemanes se están asociando “a favor de una política energética razonable”, temiendo ver que más empleos se vean afectados por esta transición.

“El elevado precio de la electricidad en Alemania constituye un inconveniente considerable para las inversiones, el crecimiento y los empleos”, informa Michael Vassiliadis, Presidente del sindicato alemán de la industria minera, química y energética IG BCE.

Según este sindicalista, muchos productores industriales están huyendo de una transición energética demasiado cara, sobre todo desde que se anunció el abandono de la energía nuclear para 2022: “En el primer semestre de 2014 se han desplazado 60.000 millones de euros en inversiones de Alemania a Estados Unidos, donde la energía es mucho más barata.”

Los sindicatos alemanes están reclamando juntos más medidas concernientes al mercado de la electricidad y han lanzado en ese sentido una campaña “a favor de una electricidad asequible y de empleos dignos”.

Según un informe del Ministerio de Economía y Energía, en 2013 Alemania registraba 371.400 puestos de trabajo en el sector de las energías renovables, lo que representa una disminución del 7% con respecto a 2012.

Pero aparte de la huida de los inversores, hay otras razones que explican esa tendencia.

 

Energía eólica y solar a contracorriente

Jan Strohschein, Director General de greenjobs, analiza la evolución de los empleos en el sector, catalogados en su sitio web de anuncios: “Desde el lanzamiento de nuestro portal en el año 2000, las ofertas de empleo en el ámbito de las energías renovables no han dejado de aumentar. Actualmente, a las industrias alemanas consagradas a la energía eólica les va muy bien. En cambio se puede observar que desde 2013 se ha producido una fuerte disminución de los anuncios relativos al biogás y a la energía fotovoltaica.”

Y añade: “Lo más dramático es realmente la pérdida de puestos de trabajo en la producción de módulos fotovoltaicos. Varias empresas han ido quebrando una tras otra.”

“Había muchas empresas que no estaban interesadas en la energía fotovoltaica pero que querían ganar rápidamente dinero gracias a las subvenciones”, explica Sören Niemann-Findeisen, experto del sindicato IG Metall a favor de las energías renovables.

“Estas empresas imponían unos salarios mediocres, aprovechándose de la fuerte tasa de desempleo de las regiones.”

Cuando el Gobierno alemán rectificó su política de subvenciones, estas empresas despidieron a miles de personas.

“El antiguo Gobierno condenó asimismo a los productores de módulos fotovoltaicos con sede en Alemania al aceptar la competencia desleal de los chinos en su territorio”, añade el sindicalista.

Según el Ministerio de Economía y Energía, casi la mitad de las 100.300 personas que trabajaban en el sector fotovoltaico en 2012 habían perdido su empleo en 2013.

En cambio, el sector de la energía eólica registraba 137.800 puestos de trabajo en 2013, es decir 16.000 más que en 2012.

Este sector abarca sobre todo empresas tradicionales que han añadido estas actividades a sus campos de competencias, como es el caso de Siemens con la construcción de generadores eólicos.

“Estos subcontratistas suelen respetar los acuerdos arancelarios”, explica Niemann-Findeisen a Equal Times.

“Los nuevos empresarios están aceptando progresivamente el establecimiento de comités de empresa, y los salarios están aumentando, si bien siguen siendo inferiores a los de otras industrias comparables.”

“En cambio, con el principal empleador del sector eólico en Alemania, ENERCON, que da trabajo a 13.000 personas, estamos teniendo grandes dificultades.”

“Por lo general hay que trabajar a través de una agencia de trabajo temporal durante un año, y seguidamente hay que completar dos contratos temporales de un año para poder aspirar a conseguir un contrato de duración indeterminada”, se lamenta Gerald Lindner, Presidente del comité de empresa establecido el pasado mes de agosto en una de las filiales de ENERCON en Magdeburgo.

“¡Y los directivos hacen todo lo posible para intimidar al personal!”

Nils-Holger Böttger, Presidente desde hace un mes del comité de empresa de otra filial de ENERCON en Magdeburgo, se arriesga así a perder su empleo debido a su compromiso con los trabajadores cedidos por empresas de trabajo temporal.

Al tiempo que el Gobierno alemán promueve la exportación de conocimientos tecnológicos alemanes a través del nuevo sitio web “greentech-made-in-germany.de”, y que lanza un plan de acción federal sobre la eficiencia energética, Stefan Körzell, miembro de la dirección de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) advierte de que:

“Es preciso que el dumping salarial, el recurso al trabajo temporal, la subcontratación y la prohibición del diálogo social no se conviertan en la marca de fábrica de las energías renovables.”

 

Este artículo ha sido traducido del francés.