Mañana se celebra en todo el Reino Unido un día nacional de acción en protesta contra las medidas de austeridad, como preámbulo de la gran manifestación convocada el mes que viene frente al Banco de Inglaterra.
The People’s Assembly, (la Asamblea del Pueblo), una coalición formada por sindicatos, asociaciones progresistas y partidos políticos, está apoyando a distintas organizaciones para que convoquen protestas, reuniones públicas y movilizaciones en ciudades de todo el país, como Londres, Newcastle y Manchester.
Frances O’Grady, secretaria general de la confederación sindical británica Trades Union Congress (TUC), que respalda a The People’s Assembly, explicó a Equal Times la trascendencia de oponerse a los recortes del gobierno, dadas las dificultades que atraviesan los trabajadores y trabajadoras de a pie:
“En los últimos cinco años, la población británica ha sufrido personalmente los efectos de la austeridad: recortes salariales, recortes en los servicios esenciales y familias sumidas en deudas que luchan por pagar sus facturas.
“The People’s Assembly enviará al gobierno un mensaje claro e inequívoco: los trabajadores y trabajadoras británicos ya no soportan más austeridad. Perjudicará a los empleos y salarios y amenaza con hacer descarrilar la frágil recuperación económica”.
Desde 2010, el gobierno británico ha reducido el gasto público en unos 35.000 millones de GBP (54.000 millones de USD). El Partido Conservador en el gobierno —flamante ganador de las elecciones, a principios de mes— tiene previsto recortar otros 55.000 millones de GBP (84.000 millones de USD) de aquí a 2019, pero sus críticos le advierten que este recorte afectará a los servicios públicos esenciales, como la salud y los servicios para la infancia.
Penny Hicks, coordinador de The People’s Assembly en Manchester, dijo a Equal Times que sus protestas se dirigirán contra la privatización del servicio nacional de salud, National Health Service (NHS), prevista por el gobierno.
“Nos hemos asociado con el grupo estudiantil Save Our NHS para manifestarnos frente al hospital público Manchester Royal Infirmary. Habrá música, discursos y una protesta multitudinaria que proclamará: “Queremos el NHS y no quiero que lo destruyan más”.
“Los paladines de la austeridad mantienen al NHS bajo una intensa presión. El gobierno prometió invertir 8.000 millones de GBP adicionales (12.300 millones de dólares). Sin embargo, todos los expertos coinciden en que es necesario hacer mucho más”.
La voz de los sin voz
Desde su lanzamiento oficial en 2013, The People’s Assembly viene convocando con regularidad manifestaciones y eventos, para poner en tela de juicio las justificaciones del gobierno a sus medidas de austeridad y dar voz a quienes se oponen a los recortes.
“Gran Bretaña tiene una deuda inmensa debido a la crisis bancaria y a la mala gestión de la economía financiera. Para pagar esta crisis se está recurriendo a los recortes en el gasto público y obligando a las personas más vulnerables de la sociedad a dar más que nadie para lograr devolver esta deuda”, afirma Hicks.
“La clave de The People’s Assembly es que no es un partido político. Reúne a todos los grupos, sindicatos y campañas interesados en que el gobierno escuche nuestra voz”.
El 20 de junio, The People’s Assembly convocará a una protesta multitudinaria frente al Banco de Inglaterra a la que se prevé asistirán cientos de miles de manifestantes. Más de 60.000 personas ya se han apuntado al evento a través de Facebook.
Su mensaje contra las medidas de austeridad lo apoyan numerosos economistas eminentes, como el nobel de Economía Paul Krugman, muy crítico con las políticas tributarias del gobierno.
El mes pasado, antes de las elecciones generales, Krugman publicó un largo artículo en el periódico The Guardian acusando al gobierno de engañar a los británicos haciéndoles creer que la austeridad es necesaria.
“Todas las investigaciones económicas que supuestamente apoyaban las medidas de austeridad han resultado desacreditadas… Es inaudito, en la historia del pensamiento económico, que los debates se resuelvan de manera tan concluyente”, escribe.
“La ideología de la austeridad que dominó el discurso de la élite hace cinco años fracasó, hasta el punto de que prácticamente nadie sigue creyendo en ella. Prácticamente nadie, excepto la coalición que sigue gobernando Gran Bretaña y la mayor parte de los medios de comunicación británicos”.
