Y fue un éxito: 50.000 personas recibieron al Tour y se informaron acerca de las soluciones locales para preservar el medio ambiente.

El movimiento Alternatiba se lanzó en octubre de 2013 en Bayona. Durante su viaje militante y pedagógico, estos amantes del ciclismo hicieron 187 etapas en Francia y en Europa con conferencias, conciertos y comidas, al mediodía y por la noche.

¿El objetivo después de 20 años de negociaciones internacionales fracasadas? Sensibilizar al público sobre los desafíos del cambio climático, demostrar que es posible actuar a su nivel, llevar a cabo un combate con una exigencia de justicia social, pero sobre todo ejercer presión sobre los jefes de Estado y de Gobierno.

“Nuestro mensaje es: no esperéis que un acuerdo milagroso caiga del cielo en la COP21 o alguna de las cumbres posteriores”, explicó en LCI Txetx Etcheverry, fundador de la asociación Bizi, una organización creada al día siguiente del fracaso de la conferencia climática de Copenhague en 2009, y cofundador de Alternatiba.

“Para actuar contra esta catástrofe anunciada, cada uno puede hacer algo a su nivel, es lo que llamamos alternativas”.

Crear un movimiento contra el cambio climático más fuerte

Sobre el podio, los militantes de Alternatiba, emocionados, destacaron la urgencia de la situación a dos meses de la conferencia de las Naciones Unidas: “Esta batalla debe librarse ahora y el reto está claro: crear un movimiento contra el cambio climático todavía más fuerte. La próxima etapa es la COP21 y debemos crear un movimiento de millones de personas en todo el mundo”.

“Es un momento que me hace pensar en Copenhague; es una gran motivación porque Alternatiba toma la iniciativa y dice a los dirigentes: ¡seguidnos!”, indicó en un mensaje por vídeo Naomi Klein, periodista y militante antiglobalización.

Con este tour, Alternatiba ha querido crear una movilización permanente para hacer un llamamiento a los dirigentes. Después de dos meses de esfuerzos, el 10 de septiembre, Txetx Etcheverry fue invitado al Elíseo con cientos de representantes de otras ONG y asociaciones para lanzar la COP21.

Sin embargo, el militante se muestra prudente: “Vemos que sobre el terreno existe una brecha enorme entre lo que dicen los dirigentes, que declaran querer salvar el clima, y lo que hacen en la realidad (continuar apoyando políticas que lo destruyen). Francia toma la iniciativa en los discursos pero vemos lo contrario sobre el terreno”.

En Francia, el emblema de estas políticas que destruyen el medio ambiente sigue siendo el proyecto de construcción del aeropuerto Notre-Dame-des-Landes.

Sin embargo, también se ha luchado contra la “granja de las 1.000 vacas”, el proyecto de túnel para la línea ferroviaria Lyon-Turín, la energía nuclear, la agricultura intensiva o las subvenciones concedidas para los combustibles fósiles.

La COP21, que se celebrará del 30 de noviembre al 11 de diciembre en Bourget, en Seine-Saint-Denis, tiene por objetivo la firma de un primer acuerdo universal y vinculante, aplicable a partir de 2020 en los 195 países para limitar el aumento de las temperaturas en 2°C.

Paralelamente a la conferencia oficial de la ONU, donde se reunirán los negociadores y negociadoras de los Estados, un “Espacio Generación Clima” agrupará a las grandes ONG acreditadas, como WWF, Green Cross o la Fundación Nicolas Hulot.

El movimiento Alternatiba también planea participar en las negociaciones.

Paralelamente a la COP, el 5 y 6 de diciembre, Alternatiba organiza en Montreuil, al este de París, un gran pueblo mundial de alternativas, el “BG” o “barrio genial”.

Este lugar, que pretende ser la plataforma de movilización para toda la sociedad civil de Francia y Europa, acogerá a los 111 grupos Alternatiba que ya existen, el último creado en Haití.

“Es impresionante, todo el mundo nos pregunta ya si vamos a organizar una edición Alternatiba 2016, cuando inicialmente habíamos previsto hacer solamente una edición con motivo de la COP21”, indicó Txetx Etcheverry en Libération.

“Reflexionaremos sobre la pregunta cuando sea oportuno”.