Crecen las objeciones al proyecto de Código Laboral de Ucrania

Los trabajadores y trabajadoras de Ucrania podrían ver sus derechos y su seguridad laboral seriamente amenazados en caso de que se apruebe el proyecto de Código Laboral – advierten los sindicatos.

La sociedad civil no ha sido consultada en lo referente a las reformas propuestas, y sin embargo el proyecto de Ley nº 2983 sobre “registro público de personas físicas y jurídicas – empresarios y grupos comunitarios” está siendo actualmente considerado por el Parlamento de Ucrania y se anticipa que se convierta en ley a finales de este mes.

La Confederación Sindical Internacional (CSI) ha manifestado su preocupación con respecto al proyecto de ley, indicando que su adopción implicaría la “introducción de unas serie de modificaciones en la legislación vigente sobre sindicatos y sus actividades, que son inconsistentes con las normas internacionales del trabajo pertinentes y con las obligaciones jurídicas de Ucrania”.

Mikhailo Volynets, Presidente de la Confederación de Sindicatos Libres de Ucrania (KVPU), estima que las implicaciones de su ratificación son evidentes:

“Ellos creen que convirtiendo a los trabajadores en esclavos conseguirán una mano de obra barata”.

Afirma además que los empleadores están intentando atraer inversiones de Europa mediante la reducción de los salarios, pero los costes de la mano de obra en Ucrania – donde el salario mínimo es de 1218 grivnas ucranianas (55 USD) mensuales – son ya bastante bajos en comparación con la mayor parte del continente.

También hay especial preocupación respecto a cómo las reformas propuestas van a afectar a las mujeres trabajadoras. Una serie de artículos en el proyecto de Código Laboral pretenden levantar las actuales restricciones para las madres solteras en lo referente a las horas extras y al trabajo en turnos de noche. Sin embargo a Volynets le preocupa que los empleadores puedan utilizar estos artículos para despedir a las madres solteras con más facilidad.

Por ejemplo, si una madre soltera tiene un hijo con necesidades especiales, el proyecto de ley le permite trabajar horas extras, pero Volynets teme que el hecho de negarse a trabajar horas extras pueda ser utilizado como motivo de despido.

Vitaly Dudin, analista jurídico en el Center for Social and Labour Research, dice que, si bien ya existen leyes contra la discriminación que podrían aplicarse para impedir que las mujeres reciban un trato injusto en el lugar de trabajo, el Código Laboral propuesto sigue siendo problemático.

“No deberíamos aprobar este [proyecto de] Código Laboral compuesto por [cerca de] 400 artículos. Será más extenso que el actual Código Laboral y, por supuesto, se vuelve más extenso debido a los nuevos mecanismos de explotación”.

Sergey Kondriyuk, Presidente Adjunto de la Federación de Sindicatos de Ucrania (FPU), dice que su sindicato también se opone al proyecto de Código Laboral en su formato actual.

“Nuestra postura es bastante firme al respecto. Estamos en contra de que se limiten los derechos de las madres solteras”.

Las reformas laborales – dice Kondriyuk – deberían abordar en cambio cuestiones relacionadas con los pagos tardíos de los salarios y con la mejora de las condiciones laborales. Miles de trabajadores, muchos de los cuales tienen un empleo no declarado por el que les pagan en efectivo, reciben su sueldo con atrasos de semanas, y a veces de meses, debido a la falta de escrúpulos de los empleadores. Muchos también tienen que trabajar en condiciones peligrosas, como son por ejemplo las minas ilegales situadas en la parte oriental del país, donde los separatistas pro-rusos han estado luchando desde abril de 2014.

“No deberíamos menoscabar los derechos de los trabajadores, ya bastante deteriorados de por sí durante estos últimos 20 años. No deberíamos empeorar la situación”, dice Kondriyuk.

 

Acuerdos de confidencialidad

Otro aspecto polémico del proyecto de ley es un artículo que permite a los empleadores despedir a los trabajadores que violen un acuerdo de confidencialidad.

Según la KVPU, la formulación de este artículo es tan amplia que los trabajadores podrían ser despedidos por decir simplemente cuánto ganan.

Es la misma preocupación de la que se hacen eco otros sindicatos y ONG: que la ambigüedad de los artículos podría ser efectivamente utilizada por los empleadores como excusa para despedir a trabajadores/as sin fundamentos razonables.

Otra sección del proyecto de ley estipula que en el momento de aceptarse un empleo debe establecerse un contrato de trabajo por escrito entre el trabajador y el empleador.

Sin embargo Olena Mykhalchenko, abogado de la ONG ucraniana Labor Initiatives, afirma que los empleadores podrían abusar de este artículo para introducir condiciones desfavorables o para imponer responsabilidades adicionales a personas que están tan desesperadas por trabajar que no examinan detenidamente el contrato hasta que no surge un problema.

Pero quizás lo que está generando mayores preocupaciones sean los elementos del proyecto de ley que socavan considerablemente el papel de los sindicatos.

Volynets considera que el “mayor problema” con el proyecto de Código Laboral es que otorga a los empleadores demasiado poder sobre la normativa en el lugar de trabajo, permitiéndoles evitar los convenios colectivos.

El proyecto de ley también hará que resulte más difícil establecer un sindicato. Con arreglo a la normativa actual, los sindicatos tienen que presentar en el momento de registrarse tres documentos. Después de las reformas esta cifra pasaría a ser 14.

“Se tardará cerca de 30 días en registrar un sindicato”, explica Mykhalchenko. “Durante este período los trabajadores serán más vulnerables al acoso y otras violaciones”.

En varias cartas de protesta dirigidas a la Organización Internacional del Trabajo, al Verkhovna Rada (Parlamento ucraniano) y a Pavlo Rozenko, Ministro de Política Social, la CSI describe la ratificación del proyecto de ley como una “clara violación del artículo 2 del Convenio núm. 87 sobre libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, que define el derecho de los trabajadores de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estar organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos de las mismas”.

 

FMI

Ucrania viene atravesando una crisis económica al tratar de financiar el conflicto en el este.

Para este año se anticipa que la economía del país registre el peor rendimiento del mundo conforme su producto interior bruto sigue cayendo en picado.

La mayoría de las industrias pesadas de Ucrania, como las minas de carbón y las plantas de metales, están situadas en la región oriental, lo que ha desembocado en una pérdida del 20% de la capacidad industrial del país, según informa el Gobierno.

Por otra parte, se estima que Ucrania se gastará este año el 5% de su presupuesto anual en defensa – lo que representa un aumento “colosal”, según palabras de un funcionario ucraniano.

A finales de agosto Kiev llegó a un acuerdo con un grupo de importantes acreedores para obtener una condonación parcial de 11.500 millones USD de su deuda, en un intento de ayudar al país a evitar un incumplimiento.

Sin embargo Rusia, que es también un acreedor, no ha participado en el acuerdo, lo que deja un gran interrogante respecto al futuro económico de Ucrania. Además las medidas de austeridad del FMI provocarán una “nueva contracción económica y contribuirán a la inestabilidad política y a la injusticia social”, expresa Carolin Vollmann, economista de la CSI.

Los trabajadores y trabajadoras ucranianos, 56% de los cuales se ganan la vida en el sector de la economía informal segúnlos datos más recientes, están evidentemente asustados por el futuro, y por eso los activistas quieren garantizar que las reformas fortalezcan sus derechos – no que los debiliten.

“Los trabajadores tienen miedo de perder su empleo. De modo que, por ejemplo, si el empleador dice que hay que ir a trabajar un día de fiesta o el fin de semana... ellos no se niegan”, dice Mykhalchenko. “Sin un mecanismo de protección no tienen realmente poder para negociar con el empleador”.

El actual Código Laboral se elaboró en 1971, cuando Ucrania todavía formaba parte de la Unión Soviética.

Desde entonces se han llevado a cabo diversas enmiendas pero, si bien la mayoría de los ciudadanos están de acuerdo en que la actual legislación laboral debería mejorarse, quieren que el proceso sea inclusivo, de manera que el resultado no vulnere “el equilibrio de poder entre trabajadores y empleadores [en beneficio de los empleadores]”, expresa Yuriy Kurylo, Vicepresidente de la Unión General Ucraniana de Solidaridad de los Trabajadores (VOST).

“Antiguo no significa malo”, añade Mykhalchenko. “No estamos diciendo que el código de 1971 sea perfecto. Lo único que decimos es que este proyecto de Código Laboral va a empeorar los derechos de los trabajadores, las condiciones de los trabajadores y las posiciones de los trabajadores”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.