Despenalización en Jamaica: ¿Reactivará la investigación sobre las propiedades del cannabis?

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Tras la despenalización parcial del cannabis a principios de este año, los científicos jamaicanos están aprovechando sus más de 40 años de investigaciones para intentar obtener beneficios del lucrativo mercado mundial de la marihuana medicinal.

En Jamaica a partir de abril de 2015, la posesión de dos o menos onzas (unos 56 gramos) de marihuana ya no es un delito por el que te puedan detener y la creación de la Autoridad de Permisos para el Cannabis está preparando el terreno para el desarrollo de un conjunto de normas y regulaciones con el fin de reglamentar esta floreciente industria farmacéutica, cuyo valor se calcula que asciende a 100.000 millones de USD en todo el mundo.

Los investigadores de la marihuana en la isla esperan poder desarrollar nuevos productos farmacéuticos, casi cuatro décadas después de haber sacado al mercado internacional varios fármacos derivados del cannabis.

“No estamos hablando de fumar porros, sino de producir medicamentos que ayudarán a la gente”, explicó a Equal Times Courtney Betty, abogado y presidente de la empresa Timeless Herbal Care Limited (THC), desde su sede en Canadá.

Los científicos jamaicanos de la Facultad de Farmacología de la Universidad de las Antillas (University of the West Indies; UWI) llevan desde 1972 estudiando las propiedades del cannabis y han desarrollado varios productos innovadores, como: Canasol y después Cantivert, para tratar el glaucoma; Asmasol para el asma; y Canavert para las náuseas producidas por el movimiento.

Estos productos se utilizan con éxito en el Caribe, Europa y Asia, pero siguen siendo ilegales en Estados Unidos, ya que su principio activo proviene del cannabis sativa, una de las tres variedades de la planta del cannabis.

“En la década de 1970, (los jamaicanos) fuimos los pioneros en la investigación del cannabis para fines comerciales y médicos. Lanzamos Canasol al mercado en 1987”, aseguró el doctor Henry Lowe, propietario de varias patentes de medicamentos derivados del cannabis y otras plantas autóctonas. Su empresa, Medicanja, ya ha reactivado el Instituto de Investigaciones sobre el Cannabis que creó junto a sus colegas en 2001, mediante la fundación de un moderno centro de investigaciones en la UWI y el lanzamiento al mercado de varios productos el año que viene.

 

Necesarias desde hacía mucho tiempo

En Jamaica han tenido que recorrer un camino lento y duro para lograr la despenalización. Poco antes de que los investigadores empezaran a explorar las propiedades beneficiosas de la hierba sensi (la cepa jamaicana más célebre del cannabis), la firma de la Convención de la ONU sobre Estupefacientes de 1961 penalizó la posesión de la marihuana, que se usa como medicina tradicional en la isla desde hace varias generaciones.

En septiembre de 2000, se convocó una Comisión Nacional sobre la Marihuana, la cual hizo hincapié en las pruebas científicas que demuestran las “propiedades terapéuticas” del cannabis y concluyó: “No cabe ninguna duda de que aunque la marihuana puede tener efectos nocivos, estos no justifican la criminalización de miles de jamaicanos y jamaicanas que la usan de maneras y con creencias profundamente arraigadas en su cultura”.

Las enmiendas, aprobadas por el parlamento el 6 de febrero de 2015 (el mismo día en que nació la leyenda del reggae Bob Marley) y ratificadas el 15 de abril de 2015, eran “necesarias desde hacía mucho tiempo”, según declaró el Ministro de Justicia jamaicano Mark Golding.

Tanto la UWI como la Universidad Tecnológica (University of Technology; UTECH) han iniciado sus propios proyectos relacionados con el cannabis. La UWI ha creado el primer cultivo legal de marihuana de Jamaica, con cepas específicas de la planta para intentar identificar perfiles de ADN del cannabis, determinar cómo reaccionan las diferentes cepas en el cuerpo humano, establecer las mejores prácticas para cultivar la planta y desarrollar productos para el tratamiento de diversas enfermedades.

La UTECH va a colaborar con la empresa estadounidense Ganja Labs, con sede en Colorado [nota del editor: en enero de 2014, Colorado se convirtió en el primer lugar del mundo que regula totalmente el uso recreativo legal de la marihuana para los adultos], para investigar y experimentar con nuevos fármacos basados en el cannabis en un laboratorio y un invernadero ubicados en su campus principal de Kingston, la capital de Jamaica.

Como la nueva ley permite a los particulares el cultivo de hasta cinco plantas, los jamaicanos de a pie también tratan de obtener beneficios.

La posesión de pequeñas cantidades ya no significará tener que enfrentarse a penas de prisión ni a antecedentes penales. Asimismo, los rastafaris pueden utilizar libremente la marihuana con fines religiosos por primera vez desde la fundación de su movimiento en la década de 1930.

Para los inversores como Betty, un jamaicano-canadiense, la nueva ley podría “transformar” la economía de esta isla asolada por la deuda y sería una fuente de prosperidad para sus 2,7 millones de habitantes: “Jamaica ofrece un acceso ilimitado a las materias primas a precios muy favorables, además de todos sus conocimientos. Creemos que se trata de una industria importante con un tremendo impacto económico”, declaró.

En septiembre, Betty anunció una inversión de 100 millones de USD en Jamaica para desarrollar productos farmacéuticos derivados del cannabis, algunos de los cuales se lanzarán al mercado internacional este mismo año.

Debido a sus más de 40 años de ventaja en la investigación, Jamaica podría superar rápidamente las ganancias que obtiene el estado de Colorado, explicó Betty a Equal Times. En 2014, Colorado ganó 700 millones de USD por la venta de marihuana, de los cuales el gobierno se quedó con 76 millones de USD en concepto de impuestos y tasas.
Lowe, que sigue buscando nuevos inversores para Medicanja (empresa que en noviembre anunciará sus últimas patentes para nutracéuticos y fármacos), aseguró que Jamaica podría convertirse en el centro internacional de las investigaciones sobre el cannabis.

“Jamaica va por delante del resto del mundo. Este hecho abre nuevas oportunidades en los ámbitos de la asistencia sanitaria y la producción de productos de alta calidad para una amplia gama de afecciones”, afirmó.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.