El referendum escocés: ¿Cuál es la postura de los sindicatos?

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El histórico referéndum por la independencia de Escocia ha cautivado a todo el Reino Unido.

Mientras unos cuatro millones y medio de votantes escoceses se preparan para ir a las urnas, las campañas a favor del sí (pro independencia) y del no (pro unión) continúan empatadas y algunos expertos sugieren que la opción ganadora podrían decidirla apenas unos cientos de votos.

Pero ¿qué opinan los sindicatos británicos —las mayores organizaciones democráticas no gubernamentales del país— de todo este asunto?

Naturalmente, como era de esperar, encontramos opiniones divididas incluso entre los sindicatos afiliados al Partido Laborista.

Dos de los mayores sindicatos generalistas, GMB y la Union of Shop, Distributive and Allied Workers (USDAW) se han pronunciado firmemente a favor del no.

Tras consultar a sus respectivos miembros escoceses, ambos sindicatos apoyaron sin equívocos permanecer dentro de la unión establecida hace 307 años, fundamentalmente por motivos económicos.

Lawrence Wason, Responsable de la División Escocesa de USDAW afirmó, después de conocer el resultado: “Nuestros miembros escoceses tienen razón al sentir preocupación por el futuro de sus empleos en una Escocia independiente. No están dispuestos a asumir ese riesgo, sobre todo después de las advertencias lanzadas por las principales compañías minoristas”.

Sin embargo, los mayores sindicatos británicos – Unite y Unison, representantes de casi 2.5 millones de trabajadores y trabajadoras — han mantenido una posición neutral y han preferido dejar que sus miembros se posicionen libremente sobre la cuestión.

Entre los consejos ofrecidos por ambos sindicatos a sus afiliados para ayudarles a decidirse, destacan los servicios públicos y cómo se garantizan en interés de los miembros.

De la misma manera, el sindicato no laborista Public and Commercial Services Union (PCS), consultó a sus miembros escoceses y decidió que el mejor enfoque era mantener “una neutralidad activa”.

Solo el sindicato de transportes Rail Maritime and Transport union (RMT) y el de funcionarios de prisiones Scottish Prison Officers Association apoyaron con todas sus fuerzas el sí en el referéndum.

Por su parte, las confederaciones sindicales escocesa, Scottish Trades Union Congress (STUC), y briánica, Trade Unions Congress (TUC), se han mantenido neutrales. El Secretario General del STUC, Grahame Smith, dijo a los delegados y delegadas del congreso anual de la TUC, a principios de mes:

“Ninguna de las partes en este debate tiene el monopolio sobre la justicia social o los valores sindicales como la unidad y la solidaridad… Votar sí no significa que no te importe la causa de los trabajadores en el resto del Reino Unido y votar no, no te convierte en menos patriota”.

 

Pragmatismo y división

¿Por qué expresa el movimiento sindical británico opiniones tan divergentes?

Andrew Fisher, Coordinador de la comisión consultiva Left Economic Advisory Panel (LEAP) cree que esta diversidad de opiniones se debe a una mezcla de pragmatismo y división entre los partidos políticos presentes en el debate.

“Algunos sindicatos no quieren involucrarse en un tema en el que sus miembros están divididos y por eso prefieren permanecer en silencio o mantenerse neutrales para que, sea cual sea el resultado, su imagen no quede empañada para algunos de sus afiliados o a ojos de sus miembros potenciales”, declara a Equal Times.

“Dirían, con razón, que independientemente del resultado es necesario organizar a los trabajadores y ninguna de las dos partes posee una varita mágica.

“Además, existe una auténtica división política dentro del movimiento sindical.

“El Partido Comunista apoya el no, el Partido Socialista apoya el sí. La izquierda organizada en Escocia apoya el no y el Partido Socialista de Escocia (y organizaciones afines), además de los Verdes de Escocia, apoyan el sí. En otras palabras, no existe una posición de izquierdas clara”.

Algunos especialistas en relaciones laborales han expresado su inquietud por que el debate se esté centrado en temas nacionales en lugar de girar en torno a las cuestiones sociales. Ello impide un análisis adecuado de las políticas del Partido Nacional Escocés (SNP), el mayor partido político de Escocia y la principal fuerza impulsora de la independencia de Escocia del Reino Unido.

Roger Seifert, profesor de relaciones laborales en la Facultad de Empresariales de la Universidad de Wolverhampton declara a Equal Times: “Si Escocia vota por la independencia, ¿Cuáles serán las consecuencias para la clase trabajadora y el movimiento sindical escocés?

En primer lugar, Escocia seguirá siendo un país capitalista y un gobierno del SNP promoverá más de lo mismo. Estará dominada internamente por un puñado de grandes multinacionales que se sentirán en una posición más fuerte a la hora de negociar con una economía pequeña que con una economía mayor como la del Reino Unido. En segundo lugar, la inversión interior será limitada y sólo llegará si el gobierno escocés ofrece sustanciosas subvenciones a los inversores en potencia. En tercer lugar, el SNP está fundado por grandes empresas y se convertirá en el equivalente a la conservadora coalición liberal-demócrata del Reino Unido”.

El profesor Seifert añade que, en su opinión, la independencia repercutirá negativamente sobre los trabajadores y trabajadoras de Inglaterra y Gales.

“Si el jueves gana el sí, el movimiento de la clase trabajadora británica, sin sus componentes escoceses, saldrá debilitado. A fin de cuentas, la cuestión nacional es, en gran medida, engañosa, mientras que la lucha de clases —que es bien real— resultará debilitada”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.