Frente al VIH, Kenia se prepara para la profilaxis pre-exposición (PrEP)

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Francis (nombre ficticio) es un trabajador sexual gay originario de Uganda que vive en Nairobi (Kenya). El año pasado se mudó a la capital de Kenya porque corría peligro de muerte. Según explica, fue detenido y torturado en dos ocasiones por ser abiertamente gay en Uganda.

En 2014, Uganda aprobó una nueva ley contra los homosexuales, que proponía la cadena perpetua por ‘homosexualidad con agravantes’. Aunque más tarde el proyecto de ley fue revocado por el Tribunal Constitucional del país, varios ugandeses gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGBT) han huido a Kenya por miedo a la persecución.

“Me detuvieron por primera vez en 2009 junto a mi prometido, que sigue cumpliendo una condena de 10 años de prisión”, explica Francis a Equal Times. “La policía quería que les facilitáramos una lista con toda la gente gay que conocíamos en Kampala, pero nosotros nos negamos. Durante todo este proceso me torturaron brutalmente y tuvieron que hospitalizarme, pero conseguí escapar”, nos cuenta.

Dos años después regresó a Kampala, pero volvieron a detenerle varias semanas más tarde. Sus amigos tuvieron que pagar un soborno para conseguir su liberación. Fue entonces cuando Francis se dio cuenta de que la vida en Uganda era demasiado peligrosa para él. En 2011 se trasladó a Kenya, donde actualmente se gana la vida como trabajador sexual.

“Cobro un mínimo de 5 USD por cliente y sesión, pero algunos me pagan más”, explica Francis. A principios de este año, su amigo Brandon Kimani, un trabajador sexual que educa a sus colegas para Liverpool VCT (LVCT), una ONG kenyana para la prevención del VIH, le recomendó que se inscribiera al programa de profilaxis pre-exposición, más conocida como PrEP.

La PrEP es un tratamiento con medicamentos antirretrovirales que, cuando se toman a diario, ayudan a la gente con un alto riesgo de contraer el VIH a reducir la posibilidad de infección. Los usuarios toman Truvada, un fármaco para la terapia combinada contra el VIH/sida, que ya ha sido aprobado para el tratamiento del VIH en numerosos países de todo el mundo.

El año pasado, la Organización Mundial de la Salud recomendó el Truvada como un fármaco de profilaxis pre-exposición en combinación con otras prácticas de sexo seguro, como el uso de preservativos. Diversos estudios demuestran que puede reducir el riesgo de infección por VIH en hasta el 99% de los casos.

Hasta la fecha tan solo unos pocos países, como EE.UU., Canadá, Francia, Israel y Sudáfrica, han aprobado el Truvada oral diario para la prevención del VIH entre grupos de alto riesgo como mujeres jóvenes, parejas serodiscordantes (en las que una persona es seropositiva y la otra seronegativa), los hombres que practican sexo con otros hombres y los trabajadores sexuales.

 

La prevención es mejor que la cura

Se calcula que en Kenya hay 1,6 millones de personas viviendo con el VIH, lo que significa que el país africano sufre la cuarta mayor epidemia de VIH del mundo (junto a Mozambique y Uganda). Además, se estima que en Kenya hay unos 200.000 trabajadores sexuales comerciales, de los cuales 15.000 son hombres (aunque las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son ilegales en Kenya y pueden ser sancionadas con penas de prisión de hasta 21 años).

Se calcula que la prevalencia del VIH entre los hombres gays es del 18,2% y de un 6% entre la población general adulta. Según una investigación llevada a cabo por el Sex Workers Outreach Program (SWOP; Programa de Ayuda a los Trabajadores Sexuales), las trabajadoras sexuales tienen una prevalencia del VIH del 30%. Entre los hombres trabajadores sexuales, dicha cifra es de un impresionante 40%.

El gobierno de Kenya se ha implicado bastante en la lucha contra el VIH. Desde 2001 ha fomentado el uso de preservativos y ha aumentado la distribución de condones gratuitos y la realización de pruebas gratis del VIH, así como la circuncisión masculina médica voluntaria, entre otras medidas.

El doctor Martin Sirengo, subdirector de servicios médicos del National Aids and STI Control Programme (NASCOP; Programa Nacional para el Control del Sida y las ETS), asegura que como las comunidades más vulnerables son las que representan más de un tercio de todas las nuevas infecciones del VIH en Kenya, para que el país logre su objetivo de reducir las nuevas infecciones en un 75% para 2019 debe aplicar intervenciones de prevención apropiadas y de impacto elevado.

“Resulta más barato prevenir las infecciones por el VIH que someter a los infectados a un tratamiento antirretroviral de por vida”, explicó Sirengo a Equal Times.

Por tanto, se espera que, antes de finales de este año, Kenya empiece a distribuir la PrEP para su uso a gran escala, convirtiéndose en el segundo país africano en hacerlo, por detrás de Sudáfrica. Aunque costará entre 525 y 830 USD por persona al año, al parecer el gobierno y las ONG asociadas al mismo, como la Fundación Melinda Gates, subvencionarán el programa de tratamiento.

El NASCOP y el National Aids Control Council (NACC; Consejo Nacional para el Control del Sida) colaborarán con diversas ONG para llevar a cabo pruebas en las que participarán más de 1.700 personas. También han incluido nuevas directrices sobre la profilaxis preexposición en los programas de tratamiento y prevención ya en marcha para garantizar la integración eficaz de la PrEP en los servicios de salud ya existentes.

 

“El trabajo sexual es una actividad arriesgada”

En cuanto a las pruebas, hoy en día el programa SWOP facilita a 600 trabajadores y trabajadoras sexuales sus dosis diarias de Truvada en Nairobi y Kisumu, la tercera ciudad más grande de Kenya. La ONG LVCT está llevando a cabo sus propias pruebas con 1.112 hombres gays, mujeres jóvenes y trabajadoras sexuales en Nairobi, Kisumu y Homa Bay, en Kenya occidental.

Brandon lleva nueve meses medicándose con la PrEP. Este trabajador sexual de 25 años asegura que ha tenido un efecto positivo en su vida. “El trabajo sexual es una actividad arriesgada. A veces llegan clientes que me ofrecen más dinero si hacemos sexo sin protección. Siempre acepto. Y otras veces los clientes son demasiado brutos y el condón se rompe. En dichos casos es muy probable que hayas estado expuesto al VIH”, explica Brandon, que ha conseguido movilizar a 60 trabajadores sexuales gays para que se inscriban en el tratamiento de la profilaxis preexposición.

Antes de tomar la PrEP, Brandon utilizaba la profilaxis postexposición (PPE), un tratamiento de cuatro semanas compuesto por fármacos antirretrovirales y recomendado únicamente para situaciones de emergencia.

Francis dice que también está contento con la PrEP, aunque le preocupa la discriminación por su consumo. “Deberían cambiar el color de la pastilla de azul a blanco, porque la gente cree que es un fármaco antirretroviral y los clientes pueden confundirse fácilmente y creer que eres seropositivo”, explica.

Caroline, de 28 años, es una trabajadora sexual de Nairobi que toma los fármacos de la PrEP todas las mañanas. Esta madre de dos niños, que empezó a trabajar sexualmente hace tres años porque no podía encontrar ningún otro empleo, asegura que oyó hablar de la PrEP por primera vez gracias al SWOP.

“A mí me ha funcionado muy bien, porque he tenido sexo sin protección muchas veces y cuando voy a hacerme las pruebas del VIH los resultados son negativos”, explica a Equal Times.

Los críticos de la PrEP han expresado una profunda inquietud, pues temen que pueda fomentar las prácticas sexuales de riesgo y reducir el uso de los preservativos, aumentando así la propagación de otras enfermedades de transmisión sexual.

Sin embargo, Nelly Mugo, la principal investigadora del Instituto de Investigaciones Médicas de Kenya que está colaborando para dirigir la distribución de la PrEP en este país africano, advierte que es importante recordar que la PrEP debe combinarse con otras prácticas de sexo seguro, como el uso de preservativos.

“Además, la PrEP no es un método que pueda usar todo el mundo, sino únicamente las personas con un alto grado de vulnerabilidad. Aun así, es necesario sensibilizar y educar a la gente sobre el tratamiento”.

 

Afrontando retos

Según el doctor Jordan Kyongo, director de investigaciones de la ONG LVCT en Nairobi, todos los trabajadores/as sexuales deben someterse a un reconocimiento médico antes de inscribirse en las pruebas, pues la PrEP solo funciona si el paciente es seronegativo.

Como nos explicó, las cuestiones planteadas por los participantes se abordarán en la medida de lo posible: “El asunto sobre el color de la pastilla es un motivo de gran preocupación entre los usuarios y se ha informado sobre el mismo a las empresas farmacéuticas. Sin embargo, éstas respondieron que, por el momento, no es probable que el color se vaya a cambiar, pues Truvada es principalmente un fármaco de tratamiento y no de prevención”, declaró el doctor Kyongo.

Paul Sore, que trabaja sobre el terreno con la PrEP para el SWOP en Nairobi, asegura que uno de los retos a los que se enfrentan con las pruebas es la lenta inscripción de los trabajadores/as sexuales en el programa, debido a las ideas equivocadas que tienen sobre el fármaco y a la discriminación asociada al tratamiento del VIH.

“La mayoría de la gente no entiende qué es la PrEP. Casi todos piensan que se trata de un fármaco destinado únicamente a los pacientes seropositivos”, explica. Asimismo, advirtió que son necesarias muchas más campañas de sensibilización para educar a la gente sobre la PrEP antes de empezar a distribuirla totalmente a finales de este año.

“La PrEP es segura y funciona para prevenir la infección por VIH, pero solo si se toma de un modo eficaz, tal y como indica el proveedor de servicios de salud,” declaró Wanjiru Mukoma, director ejecutivo de la ONG LVCT. “El público debe obtener la mayor información posible antes de empezar a utilizar el fármaco”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.