Futuro incierto para los empleados de Delhaize en Bélgica

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La cadena de supermercados belga Delhaize ha anunciado el cierre inminente de 14 tiendas consideradas “no rentables” y el despido de 2.500 asalariados, es decir más del 15% de su plantilla.

Esta medida ha sorprendido bastante a los trabajadores, puesto que la empresa sigue haciendo considerables beneficios.

Este miércoles 18 de junio seguía habiendo varias decenas de trabajadores y trabajadoras reunidos frente a la sede de Delhaize, en Bruselas, para protestar contra el plan de reestructuración impuesto por la dirección. La semana anterior, una huelga espontánea había provocado el cierre de unas 40 tiendas.

Los huelguistas tienen cara de pocos amigos. Están colgando pancartas que dicen: “Somos todos Delhaizianos en rebajas”, mientras que por los altavoces suena la canción popular “El león murió esta noche” – animal emblemático de la marca.

Anne, trabajadora desde hace 15 años está “pasándolo muy mal. 2.500 de mis compañeros se van a encontrar en la calle. A veces son parejas que trabajan en la empresa.”

Para los trabajadores la noticia es aún más difícil de asimilar sabiendo que el año pasado la empresa hizo unos beneficios de 179 millones de euros(244 millones USD).

“Para las tiendas de gestión propia, la rentabilidad ha disminuido en un 70% entre 2010 y 2014”, se defiende Roel Dekelver, portavoz de Delhaize.

Myriam Delmée, encargada del sector comercio en el Syndicat des employés, techniciens et cadres de Belgique (SETCa), afirma en una entrevista con Equal Times que “este plan no es necesario. Entre los ceses de contratos y los puestos de los trabajadores que se jubilan que no se renuevan, cada año se pierden ya 500 empleos.”

 

Degradación de las condiciones de trabajo

La vicepresidenta del SETCa teme además que se produzca una fuerte degradación de las condiciones de trabajo. “Para compensar estos despidos se va a exigir a los trabajadores más productividad, polivalencia y flexibilidad en los horarios.”

Philippe, empleado de Delhaize desde hace 28 años, ha podido constatar esta evolución en su tienda de Arlon desde hace varios años. “Los directivos nos exigen imitar las tiendas de superdescuento donde las condiciones son muy difíciles. El trabajo es cada vez más duro. Cada año se multiplican las bajas por enfermedad.”

Para justificar estas medidas, la dirección de Delhaize anticipa “un mercado muy concurrido en Bélgica, con seis actores extranjeros además de los dos belgas, que son Delhaize y Colruyt.”

Christophe Vignon, especialista de la gran distribución y profesor en la Kedge Business School, explica que “nos encontramos en un sector donde los márgenes son muy débiles. La única variable de ajuste reside en la masa salarial. Con unos trabajadores a menudo poco cualificados, nos encontramos ante verdaderos dramas sociales, porque a estas personas les resulta luego muy difícil encontrar otro trabajo. Para tranquilizar al accionariado, las grandes superficies cometen el error de no basarse más que en objetivos a corto plazo”, como sucedió con Delhaize cuando anunció este plan tras una disminución de su rentabilidad durante el primer trimestre de 2014.

 

¿Hacia nuevas oleadas de despidos?

Para evitar los despidos, el conjunto de los sindicatos reclama una nueva estrategia comercial.

Philippe Nobile, director de Javelin Group France, una consultoría que asesora a varias cadenas de supermercados en Europa, constata que “la marca ha adquirido un retraso considerable en materia de e-commerce. Los operadores tradicionales deben igualmente hacer un esfuerzo en lo relativo a la atención al cliente, que muchas veces es exigua.”

Un análisis confirmado por Christophe Vignon. “Estas empresas mantienen un discurso sobre la calidad del trabajo pero en realidad lo único que se juzga es la cantidad de trabajo. Esto genera fuertes tensiones. Y lo saben, pero al final lo que único que hacen es recortar personal. Es una verdadera contradicción.”

Delhaize ha anunciado asimismo la inversión de 450 millones de euros (613 millones USD) en formación de personal y en desarrollo del e-commerce.

Pero para Delphine Latawiec, responsable nacional de comercio en la Centrale nationale des employés (CNE), “estos anuncios son demasiado ambiguos. Además, las cuestiones de automatización del trabajo, del e-commerce, podrían tener un impacto aún mayor sobre el empleo.”

Al tiempo que el sector se encuentra en plena mutación, los interlocutores sociales están seriamente preocupados por lo que pueda pasar en los próximos años.

Ya en 2010, Carrefour Belgique había anunciado su decisión de suprimir más de 1.500 puestos de trabajo, lo que género un enérgico movimiento social.

El día después del anuncio del plan de reestructuración de Delhaize, fue el turno de la cadena Cora de solicitar a su personal más flexibilidad a fin de reducir la masa salarial. La dirección tiene además previsto no reemplazar a los trabajadores que se vayan jubilando.

Este artículo ha sido traducido del francés.