La OIT reprende a El Cairo por la situación de la libertad sindical en Egipto

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La lucha por el reconocimiento de los sindicatos independientes vuelve a estar en candelero tras la carta oficial enviada por el Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al gobierno egipcio.

En la carta dirigida recientemente al Presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi, el Director General de la OIT, Guy Ryder, insta al gobierno a “garantizar la aplicación de los convenios internacionales del trabajo sobre la libertad sindical”.

Ryder pide, además, la revocación del reciente veto que prohíbe el reconocimiento oficial de los sindicatos independientes.

El mes pasado, el gobierno egipcio impuso un veto que impide a los sindicatos la publicación de documentos oficiales, alegando que los sindicatos independientes violan la Ley 35 del año 1976, que prohíbe el pluralismo sindical. Otros señalan el Artículo 76 de la Constitución egipcia de 2014, que dispone que el establecimiento de organizaciones de trabajadores “sobre una base democrática, es un derecho garantizado por ley”.

La OIT sostiene que esta medida representa una vulneración del Convenio 87 de la OIT sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación y del Convenio 98 sobre la aplicación de los principios del derecho de sindicación y de negociación colectiva, ambos ratificados por Egipto en los años cincuenta.

Gebaly al-Maraghy, Secretario General de la federación egipcia de sindicatos, Egyptian Trade Union Federation (ETUF), criticó el domingo a la OIT en el periódico privado Al-Masry Al-Youm, calificando la carta de Ryder de “injerencia injustificada en los asuntos egipcios”.

Maraghy pidió la publicación de una “declaración oficial condenando esta injerencia en los asuntos de Egipto o de cualquier otro Estado árabe”.

La ETUF, fundada en 1957 por el Presidente de tendencia izquierdista Gamal Abdel Nasser, ha sido calificada en numerosas ocasiones como una prolongación del Estado que prácticamente emula la línea gubernamental en distintas facetas políticas, como las huelgas o las elecciones.

El año pasado, la organización independiente sobre los derechos laborales Centre for Trade Unions and Workers’ Services (CTUWS), afirmó que la ETUF “carece totalmente de independencia y continúa siendo incapaz de representar a los trabajadores”. Con esta declaración respondía a un memorando del gobierno —que al parecer contenía directrices de la Presidencia y de los Ministerios—, instando a los Ministros a coordinarse con la ETUF en lugar de con los sindicatos independientes, según informa la versión en inglés de página web de Al-Masry Al-Youm.

Kamal al-Fayoumi, uno de los líderes de las históricas protestas antigubernamentales del 6 de abril de 2008 en Mahalla, explica a Equal Times que los trabajadores no reciben “ayuda de la ETUF, que se trata de un sindicato ilegal y forma parte de la corrupción [del Estado]”.

Aunque Fayoumi no llega a criticar al Presidente Sisi, sí advierte que la intransigencia del gobierno podría propiciar un “movimiento sindical más unificado”.

A pesar de ser un objetivo inveterado del movimiento sindical, la lucha por el reconocimiento de los sindicatos independientes ganó terreno después del levantamiento del 25 de enero de 2011.

En 2009, los huelguistas establecieron un sindicato independiente representante de los recaudadores de impuestos de la Dirección de Bienes Inmuebles, la primera organización sindical independiente en Egipto. En 2010, el movimiento sindical fue una de las fuerzas de la sociedad egipcia que más presión ejercieron a favor del cambio.

Joel Beinin, Profesor en la Universidad de Stanford y experto en movimientos sindicales en Egipto y el Mundo Árabe, escribe que, a pesar del monopolio de la ETUF, de las divisiones internas y la falta de recursos, el movimiento sindical independiente “convocó huelgas muy mediáticas que lograron incluir en la agenda política de Egipto la reivindicación del derecho a la libertad de asociación y la negociación colectiva”.

Marie Duboc, Profesora de la Universidad de Tübingen, explica a Equal Times que el auge “del número de sindicatos [independentes] desde 2011 revela la importancia de los sindicatos como representantes de un amplio abanico de grupos sociales que, hasta entonces, carecían de representación en la ETUF”.

No obstante, “la creación de cientos de sindicatos y varias federaciones… No ha culminado con el reconocimiento del pluralismo sindical”, añade.

Las últimas declaraciones de la OIT coinciden con las presiones que está recibiendo Egipto por el reciente asesinato del investigador italiano Guilio Regeni —que muchos sospechan fue arrestado, torturado y asesinado por los servicios de seguridad egipcios—. Regeni estaba investigando los movimientos laborales en Egipto, en el momento de su muerte. Su cuerpo fue encontrado en la cuneta de la carretera que une El Cairo con Alejandría, el 4 de febrero, una semana después de que se denunciara su desaparición. El cuerpo de Regeni presentaba señales de haber sido brutalmente torturado.

En la reunión de marzo del Consejo de Administración de la OIT a propósito de “la amenaza contra los derechos humanos y sindicales en Egipto”, el Grupo de los Trabajadores expresó su repulsa por la muerte de Regeni y Guy Ryder, Director General de la OIT, instó al gobierno egipcio a “clarificar los hechos diligentemente”.

Recientemente, Italia llamó a consulta a su embajador por este incidente e insistió en la necesidad de una “evaluación urgente” de los pasos que es preciso dar para “dilucidar la verdad sobre el brutal asesinato de Giulio Regeni”, informa la BBC.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.