La represión en Papúa Occidental ensombrece las elecciones indonesias

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Los activistas a favor de la independencia de Papúa Occidental han denunciado el uso de violencia por parte de las fuerzas indonesias de seguridad en el período previo a las elecciones presidenciales del país que se celebraron el 9 de julio.

Al parecer, decenas de activistas han sido detenidos y golpeados por distribuir folletos en los que se exhortaba a la gente de la región a que boicoteara las elecciones.

Se calcula que votaron más de180 millones de personas en todo el país, pero las detenciones han indignado a los papúes occidentales, pues afirman que su disidencia pacífica se reprime rutinariamente con violencia.

Benny Wenda, el líder exiliado del movimiento por la Libertad de Papúa Occidental que lucha por la independencia de esta zona, explicó a Equal Times que las detenciones son un reflejo de la falta de democracia en la región.

“Mi pueblo está viviendo en una cárcel donde se le discrimina de diferentes maneras. La situación actual es muy tensa… Si hubiera un espacio democrático para nosotros en Papúa Occidental, podríamos expresar libremente nuestras opiniones políticas”.

“En cambio, el ejército indonesio ha amenazado públicamente con destruir a los papúes occidentales que se nieguen a votar. La semana pasada, mucha gente fue detenida y torturada porque decidió no votar”.

Asimismo, la semana pasada, el presidente del Comité Nacional de Papúa Occidental (KNPB), que también lucha por la independencia de esta región, instó a que se boicotearan las elecciones indonesias, al manifestar en una declaración:

“Boicotearemos las elecciones indonesias con paz y dignidad”.

Las fuerzas de seguridad indonesias en Papúa Occidental respondieron elevando el nivel de seguridad en la provincia al de“Siaga Satu” (alerta máxima) y desplegando a miles de agentes por zonas determinadas de toda la región.

El KNPB denunció varios incidentes relacionados con la detención de activistas pacíficos, incluidas siete detenciones en la ciudad de Timika y 20 en la regencia de Boven Digoel.

Asimismo, el Comité asegura que el jueves pasado seis personas fueron detenidas y golpeadas en la comisaría de Jayapura por distribuir folletos en los que pedían el boicot.

 

Violencia e intimidación

Los medios de comunicación locales también han informado sobre casos de violencia e intimidación.

Oktovianus Pogau, redactor jefe del sitio de noticias Suara Papua con sede en Jayapura, explicó al Jakarta Globe que los días previos a las elecciones los activistas de Papúa Occidental fueron víctimas de ataques.

“Resulta difícil calcular el número exacto de ataques, pero han sido frecuentes”, afirmó.

Los activistas del movimiento por la Libertad de Papúa Occidental y el KNPB se niegan a reconocer la legitimidad de las elecciones indonesias alegando que, según el derecho internacional, Indonesia está obligada a convocar al pueblo de Papúa Occidental a un referéndum sobre la independencia.

Afirman que Indonesia está explotando los recursos naturales de la región mientras los casi 800.000 habitantes de Papúa Occidental se ven obligados a vivir en la pobreza.

Según el Banco Mundial, aunque el PIB de la provincia de Papúa es un 50% mayor que la media nacional, sigue siendo una de las regiones más pobres de Indonesia.

Los papúes occidentales viven bajo la ocupación militar indonesia desde 1969, cuando se celebró un plebiscito conocido como la Ley de la Libre Elección para decidir si la región debía renunciar a su soberanía y ser ocupada por Indonesia.
Sin embargo, los activistas de los derechos humanos han puesto en duda que el referéndum cumpliera con los requisitos de la ONU y los líderes independentistas exigen un nuevo plebiscito.

“Cuando tengamos nuestro derecho a la autodeterminación, entonces votaremos. El pueblo de Papúa Occidental votará en un acto de autodeterminación libre y justo para decidir sobre su futuro. Votaremos en un referéndum supervisado por la comunidad internacional según las normas internacionales y el derecho internacional”, aseguró Wenda.

“En 1969, el ejército indonesio amenazó a mi pueblo a punta de pistola para que votara a favor de renunciar a su libertad y entráramos a formar parte de Indonesia”, explica Wenda. “Desde entonces, la postura de los militares indonesios no ha cambiado un ápice”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.