Las normas de inmigración británicas “discriminan a la clase trabajadora”

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Miles de familias británicas tendrán que permanecer separadas después de que un tribunal decretara que las nuevas y estrictas normas en materia de inmigración, en virtud de las cuales se exigen unos ingresos mínimos, son “legales”.

Las normas, que entraron en vigor en 2012, exigen a los ciudadanos británicos disponer de unos ingresos mínimos anuales de 18.600 GBP (32.000 USD) para que su cónyuge extracomunitario pueda venir al Reino Unido y vivir con él/ella.

Los activistas dicen que estas normas discriminan a los trabajadores y trabajadoras con ingresos bajos, puesto que casi la mitad de todos los asalariados en el Reino Unido no ganan lo suficiente para cumplir los requisitos.

Los trabajadores con un empleo a tiempo completo, remunerado con el salario mínimo nacional, reciben 13.124 GBP (22.500 USD) al año, de manera que no alcanzan a cumplir los requisitos.

El año pasado el Tribunal Supremo falló que las reglas constituyen “una injerencia injustificada y desproporcionada en una relación conyugal genuina” y sugirió un valor de referencia más apropiado, de 13.400 GBP (23.000 USD).

Tres jueces han recibido el apoyo del Gobierno tras presentar recurso contra el fallo del Tribunal Supremo. El Gobierno dijo sentirse “satisfecho” con la resolución.

Según un informe publicado por la Migrants’ Right Network (Red para los Derechos de los Migrantes), el 47% de los trabajadores/as británicos ganan menos de 18.600 GBP. El informe, titulado Pricing UK workers out of a family life, señala asimismo que el derecho a disfrutar de una vida en familia está “sujeto a una lotería de códigos postales”.

Muestra que los trabajadores que se encuentran en las zonas al noroeste y suroeste de Inglaterra, así como en todo Gales, son especialmente susceptibles de verse afectados por esta disposición debido a que los ingresos en esas zonas son inferiores a la media.

Ruth Grove-White, Directora de políticas en la Red para los Derechos de los Migrantes, declaró a Equal Times: “Muchos residentes del Reino Unido y ciudadanos británicos se han visto obligados a dejar su vida en suspenso durante más de un año, a menudo sin ninguna posibilidad de ver a sus maridos, esposas o hijos durante ese tiempo.”

“Estas reglas constituyen una vulneración escandalosa del derecho a la vida en familia, puesto que casi la mitad de la población trabajadora del Reino Unido gana menos de la cantidad exigida.”

Gary Smith, que tiene unos ingresos anuales de aproximadamente 17.500 GBP (30.000 USD) trabajando como recolector de basura para un ayuntamiento local de Yorkshire, explicó en la prensa local la batalla que ha tenido que emprender para conseguir traer a su esposa camboyana y a su hija de cuatro años al Reino Unido.

“Este está destruyendo mi familia. Hace ya un año que no veo a mi hija. ¿Cómo le explica uno a una niña de cuatro años que no puede venir porque no podemos obtener un visado?”

Denunció que el requisito salarial es “injusto” y que “discrimina a la clase trabajadora”.

“Esa meta está fuera de mis posibilidades. Con esa cantidad de dinero nunca conseguiré estar con ellas.”

 

Devastador

La esposa americana de un ciudadano británico declaró a Equal Times que estaba “destrozada” por el fallo que les obliga a permanecer separados debido a que su marido, empleado de la administración pública, tiene unos ingresos inferiores a la cantidad exigida.

“Si mi marido estuviera ganando el sueldo que el propio sitio web sobre ofertas de empleo del Gobierno afirma que podría ganar, me concederían un visado para venir a vivir al Reino Unido”, explica.

“Yo tengo una carrera universitaria, un buen currículum y muchas competencias, y estaría encantada de pagar impuestos y contribuir al crecimiento de un país que aprecio mucho.”

A menos que su marido encuentre un trabajo mejor remunerado en el Reino Unido, la única opción que les queda – dice ella – será “ir a vivir a otro país de Europa, pagar los correspondientes impuestos y obtener un visado que me permita ir para allá”.

“El resto de la UE tienen unas reglas mucho más razonables y comprensivas. Quizás sea porque se dan cuenta de que las actuales leyes del Reino Unido están obligando a muchas familias a vivir separadas”, añade.

El salario actual o futuro del cónyuge que supuestamente vendría al Reino Unido no puede tenerse en cuenta para el cumplimiento de los requisitos, como tampoco lo puede el apoyo financiero por parte de amigos y familiares – aunque esto sí es posible para otras categorías de visados.

Únicamente quedan exentas de la regla las personas que puedan demostrar que tienen unos ahorros de 62.500 GBP (108.000 USD) durante seis meses.
En respuesta al fallo del Tribunal de Apelación, el Ministro de Inmigración y Seguridad, James Brokenshire, expresó: “Me alegro de que el Tribunal de Apelación haya apoyado exhaustivamente la legalidad de esta importante política.”

“Damos la bienvenida a las personas que desean hacer su vida en el Reino Unido con su familia, trabajar duro y contribuir, pero la vida en familia en el Reino Unido no puede establecerse a expensas del contribuyente, y los migrantes con vínculos familiares en el país deben ser capaces de integrarse.”

En un informe de los grupos parlamentarios multipartidarios que se llevó a cabo el año pasado sobre una investigación con respecto a las reglas, diversos diputados, especialistas y defensores del menor reclamaron una revisión inmediata de las mismas.

Baroness Hamwee, presidenta de la comisión de investigación, dijo que al grupo le había “impresionado mucho las pruebas que demostraban el número de británicos/as que tienen que permanecer separados de sus cónyuges, hijos y familiares de edad avanzada”.

“Estas reglas son fuente de angustia para muchas familias y, en contra a sus objetivos iniciales, podrían representar de hecho un coste para el erario público”, expresó.

Después del fallo, la Red para los Derechos de los Migrantes dijo que seguirá luchando por las familias afectadas.