Los electores británicos quieren algo nuevo; ¿pueden dárselo los Verdes?

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Menos de dos meses antes de las elecciones generales del Reino Unido, el 7 de mayo, el Partido de los Verdes sigue disfrutando de una ola de apoyo cada vez mayor.

A principios de este año, tres encuestas independientes calcularon que alrededor del 10 por ciento del electorado tiene la intención de votar por el partido: el porcentaje más alto visto en años.

Entre tanto, el número de miembros del partido ha aumentado de menos de 20.000 a casi 60.000 en el espacio de un año, haciéndose eco del éxito de otros partidos progresistas, que están contra la austeridad en Europa, como Podemos en España y en Grecia el actual partido gobernante, Syriza.

“Si contamos con el voto de todos estos miembros y conseguimos el voto de los jóvenes, podríamos dar la gran sorpresa”, comentó Kieran Turner-Dave, candidato del Partido Verde de Manchester Central, a Equal Times.

“Creo que la gran mayoría de los británicos está desilusionada con el actual sistema político”.

“Los conservadores, los laboristas, los demócratas liberales y el UKIP se increpan airadamente unos a otros en [la Cámara de] los Comunes, sin embargo, todos están calladamente de acuerdo en que las lagunas fiscales, los recortes de austeridad y las privatizaciones son positivas para el país; mientras que los inmigrantes, los solicitantes de asistencia social y los jóvenes son una lacra”.

Desde 2010, la actual colisión de gobierno conservadora-liberal demócrata ha puesto en marcha un programa que implica recortes en el gasto público por un valor de £35 mil millones (52 mil millones de USD), con otros £55 mil millones (82 mil millones de USD) adicionales proyectados para 2019.

Con la promesa del líder laborista Ed Miliband, de que su partido también reducirá el gasto público si gana las elecciones de mayo, los verdes se presentan como la única alternativa progresista.

Los verdes son también el único partido nacional que se ha comprometido a renacionalizar los ferrocarriles y a desmantelar Trident, el sistema de armas nucleares del Reino Unido.

En lo que se refiere a las políticas medioambientales, el partido ha pedido un “New Deal verde”, lo que implicaría gastar miles de millones de libras en proyectos de energías renovables y el aislamiento de viviendas, en lugar de seguir dependiendo de los combustibles fósiles y del “fracking” (la fracturación hidráulica para la extracción del gas).

 

Atraer a los votantes de izquierda

Sin embargo, a pesar del enorme aumento de sus miembros, el desempeño del partido en las encuestas de opinión parece menos impresionante, ya que las últimas lo sitúan en torno al 6 por ciento, es decir, el quinto lugar.

Además, el mayor reto sigue siendo retener su único escaño en el Parlamento, el de la diputada y antigua líder del partido, Caroline Lucas.

La semana pasada, el jefe de campaña, Adam McGibbon, instó a los miembros del partido verde a respaldar la lucha para retener el escaño de Lucas, al que calificó de “nuestro mayor desafío”.

“Si ganamos, abriremos la puerta a muchos escaños verdes más. Pero si perdemos, la ola verde podría llegar a su fin”, escribió en un correo electrónico a sus partidarios.

Turner-Dave afirma que posibilidades de los verdes se verán obstaculizadas por el hecho de que el Reino Unido carece de un sistema de representación proporcional para las elecciones generales.

“Debido al sistema de mayoría simple, en principio podríamos conseguir un 9 por ciento de los votos y de uno a tres escaños, mientras que el Partido Nacional Escocés (SNP) podría obtener el 4 por ciento de los votos y 52 escaños”.

Sin embargo, ello no ha impedido que miles de votantes de la izquierda abandonen el partido de los demócratas liberales y el de los laboristas.

El partido es especialmente popular entre los estudiantes y jóvenes profesionales. Una encuesta de YouGov durante el mes de enero muestra que el 22 por ciento de los jóvenes apoyan a los verdes, convirtiéndolo así en el segundo partido más popular entre los jóvenes detrás del partido laborista, que cuenta con el 32 por ciento.

Jessica De Ferry, de 29 años, trabaja para una empresa editorial de Londres y afirma que votará verde por primera vez en mayo.

“Me siento desilusionada por los principales partidos políticos, cuya lealtad hacia los bancos y las grandes empresas parece estar firmemente implantada a costa del bienestar de los ciudadanos”.

“El Partido Verde es el único partido en el que confío para no desmantelar el NHS (Servicio Sanitario Nacional) mediante una privatización solapada. Es el único partido que creo que va a tratar de luchar contra la evasión fiscal generalizada de parte de las personas y de las empresas de altos ingresos y es el único partido que, sin lugar a dudas, evitará que las empresas de ‘fracking destruyan con fines de lucro porciones enteras de la campiña británica”.

Otro recién convertido a la causa verde es Peter Pinkney, Presidente del sindicato Unión Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT), que fue noticia el mes pasado al anunciar que sería candidato por el Partido Verde a pesar de los fuertes lazos históricos que unen a su sindicato con los laboristas.

“Me incorporé al partido porque creo en las alianzas de izquierda”, afirmó Pinkney a Equal Times. “Soy socialista y creo que los verdes se mueven más a la izquierda. Tienen un programa radical que incluye la construcción de viviendas sociales, la inversión en el sistema sanitario nacional, la renacionalización de los ferrocarriles y otros servicios públicos, la derogación de las leyes antisindicales y exigir impuestos más altos a los que más dinero ganan”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.