“Los jornaleros del Valle de San Quintín quieren dejar de ser invisibles”

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El 29 de marzo de 2015, el fotógrafo y activista estadounidense David Bacon acompañó a un grupo de trabajadores y trabajadoras agrícolas del Valle de San Quintín, en el estado mexicano de Baja California, en su marcha hasta la frontera con EE.UU.

Miles de trabajadores – que se dedican a recoger fresas y tomates para el mercado estadounidense – iniciaron una huelga de dos semanas en protesta por sus salarios de miseria. Estos jornaleros, mayoritariamente provenientes del estado de Oaxaca, al sur de México, y que constituyen la gran mayoría de la mano de obra agrícola en Baja California, cobran apenas unos 9 USD al día; reclaman salarios de alrededor de 300 pesos, lo que equivaldría a 24 USD.

Los agricultores traen familias enteras, particularmente indígenas mixtecos y triquis, que son obligados a vivir en campamentos de trabajo reputados por contar con unas condiciones miserables. El sistema se asemeja mucho al empleado en la industria maquiladora [zonas de producción para la exportación], trasladado a la agricultura.

Las grandes compañías abandonaron las negociaciones con los trabajadores en marzo, firmando contratos con sindicatos afines al Gobierno, que no estaban en huelga. Prometieron un aumento salarial del 15 por ciento a los jornaleros, mucho menos de lo que solicitaban.

El mayor distribuidor en EE.UU., Driscoll’s, afirma que su principal suministrador, BerryMex, paga jornales superiores a 5 – 9 USD por hora – una afirmación puesta en duda por los activistas. Los productores prefieren optar por la adopción de un código de conducta, evitando así cualquier negociación o contrato con la Alianza de Organizaciones Nacionales, Estatales y Municipales por la Justicia Social, que convocó la huelga. Al mismo tiempo, las empresas están recurriendo a más trabajadores del sur de México para sustituir a los huelguistas.

En una sesión final de negociación entre la Alianza y el Gobierno, el 4 de junio de 2015, las autoridades anunciaron un nuevo salario mínimo en San Quintín de 150 (aproximadamente 8,40 USD), 165 (9,20 USD) ó 180 pesos (10 USD) al día, dependiendo de la talla de la empresa.

Pero cobrando el salario máximo equivalente a 180 pesos, un jornalero de Baja California tendría que hacer casi tres horas para poder comprar un galón de leche. Los trabajadores afirman además que las empresas no están cumpliendo el acuerdo, y anunciaron su apoyo a un boicot] contra las frutas de Driscoll’s.

Fidel Sánchez, líder de la huelga, comentó a Bacon:

“Comemos las frutas y verduras que estos trabajadores están produciendo, pero no sabemos prácticamente nada sobre ellos. Esta marcha, y la propia huelga, demuestra que los jornaleros no quieren seguir siendo invisibles”.

 

© David Bacon

Jornaleros en huelga del Valle de San Quintín, en Baja California, viajaron en autobús hasta Tijuana, la mayor ciudad del estado. En la foto, dos huelguistas sujetan un cartel reclamando un mejor salario.

 

© David Bacon

Los huelguistas llenan un bus con destino a la frontera. Una mujer perteneciente al pueblo indígena triqui llevando el huipil característico de su pueblo. Las mujeres triquis son reputadas tejedoras. Los huelguistas eran en su mayoría indígenas mixtecos y triquis provenientes de Oaxaca, al sur de México.

 

© David Bacon

Tras bajarse del bus en Tijuana, los jornaleros en huelga se agrupan para marchar hasta la frontera.

 

© David Bacon

Dos de los jornaleros en huelga posan frente al bus que los trasladó hasta Tijuana, con carteles reclamando un salario digno y un aumento salarial.

 

© David Bacon

Bonifacio Martínez, uno de los líderes de los jornaleros en huelga, se dirige a los participantes que se disponen a marchar hasta la frontera. A su izquierda Fidel Sánchez y a la derecha Justino Herrera, ambos líderes de la Alianza, la organización de los trabajadores.

 

© David Bacon

La hija de uno de los jornaleros en huelga lee una declaración escrita por ella misma sobre los motivos por los que su familia se sumó a la huelga. Lleva el huipil triqui distintivo de su pueblo natal en Oaxaca.

 

© David Bacon

Trabajadores marchan hacia la frontera llevando pancartas donde figura su principal reivindicación: un salario justo de 300 pesos al día.

 

© David Bacon

Los jornaleros en huelga marchan en doble fila por las calles de Tijuana el 29 de marzo de 2015.

 

© David Bacon

Mujeres indígenas triqui encabezan la marcha de huelguistas a su llegada a la verja en la frontera entre México y EE.UU. Los jornaleros marcharon hasta la frontera para llamar la atención de los bajos salarios que cobran por los tomates y las fresas que recogen y que se exportan a EE.UU.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.