“Los problemas de Yemen podrían resultar una amenaza para el mundo entero”

“Los problemas de Yemen podrían resultar una amenaza para el mundo entero”

Tawakkol Karman, activista durante la Primavera Árabe en Yemen y una de las tres ganadoras del Premio Nobel de la Paz en 2011, dio una conferencia durante la ceremonia de entrega de galardones de la 14ª Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, celebrada en el ayuntamiento de Roma el 14 de diciembre de 2014.

(EPA/Alessandro Di Meo)
Entrevistas

El conflicto armado en Yemen que enfrenta al gobierno central, apoyado por los saudíes; contra los rebeldes chiitas hutíes, respaldados por Irán, ya ha cumplido un año. Durante dicho período de tiempo ha provocado más de 6.000 víctimas mortales y se calcula que ha dejado sin hogar a unos 2,5 millones de yemeníes.

Este año, las ONG han solicitado 1.800 millones de dólares (USD) en concepto de ayuda humanitaria para mantener vivos a millones de yemeníes. Además, las críticas a los bombardeos aéreos saudíes son generalizadas.

Recientemente, un grupo de las Naciones Unidas condenó los ataques “generalizados y sistemáticos” contra objetivos civiles. La organización Human Rights Watch ha acusado a Arabia Saudita de utilizar en zonas civiles bombas de racimo fabricadas en Estados Unidos, cosa que el gobierno saudí ha negado.

Equal Times se ha puesto en contacto con Tawakkol Karman, activista yemení de los derechos humanos y una de las ganadoras del Premio Nobel de la Paz en 2011 (la primera mujer árabe en ser galardonada con el mismo) para hablar sobre las perspectivas de paz en su país, actualmente devastado por la guerra. Karman respondió a nuestras preguntas por escrito a través de un traductor.

 
¿Cuál es la situación real sobre el terreno?

El sufrimiento de los yemeníes es cada vez mayor. Todas las instituciones del Estado y los servicios públicos se han desmoronado debido al golpe de Estado de la milicia hutí contra el presidente electo [Abd Rabu Mansur Hadi] y el gobierno de reconciliación nacional.

Una milicia fascista aliada con el presidente derrocado [Ali Abdullah] Saleh y con Irán ha provocado la ruptura total del proceso de transición aprobado por todos los yemeníes. [La milicia] ha ocupado ciudades enteras y tomado por la fuerza todas las instituciones del Estado. Asimismo, ha atacado violentamente los derechos y libertades, cerrado periódicos y cadenas de televisión, prohibiendo el funcionamiento de los partidos políticos y encarcelado a miles de opositores. El resto se han visto obligados a exiliarse o han acabado enterrados en tumbas.

 
¿Cuál ha sido la respuesta del pueblo?

Toda esta situación ha provocado una resistencia pacífica en la que están implicados numerosos jóvenes procedentes de una amplia variedad de ámbitos. Esta resistencia se ha hecho patente mediante manifestaciones, protestas y conferencias, acompañadas de una campaña para motivar el apoyo de los gobiernos del mundo, para que rechacen el golpe de Estado. Creo que todavía podemos responder a la violencia con la no violencia y luchar contra la involución y el terrorismo sin recurrir a la violencia, como hacen ellos.

 
¿Qué necesitan los yemeníes ahora mismo desde el punto de vista de la ayuda humanitaria?

Los yemeníes tienen derecho a recibir alimentos y medicinas, además de servicios públicos como asistencia sanitaria, electricidad y agua potable. Los yemeníes necesitan todo eso urgentemente. Por desgracia, el tema de la ayuda humanitaria en Yemen sigue siendo un misterio. La mayor parte de la ayuda se suministra a la milicia hutí y al presidente derrocado, quienes a su vez la venden en el mercado negro.

Yemen necesita una considerable ayuda humanitaria que la comunidad internacional debería prestar de inmediato. Por ejemplo, Taiz, la ciudad más densamente poblada de Yemen, sufre desde hace tiempo un cruel asedio y el bombardeo indiscriminado de sus barrios a manos de la milicia hutí y de las fuerzas del presidente derrocado. Estos han impedido el paso no solo de los alimentos y la asistencia médica, sino incluso del agua potable. Quieren destruir la ciudad, pues ésta constituye un símbolo de civilización y sensibilidad cultural.

 
¿Quién tiene la culpa de esta guerra sin fin? ¿Comparten los saudíes, los iraníes, Occidente y los bandos opuestos la misma responsabilidad en el conflicto?

En este conflicto destacan los que no cumplieron con sus obligaciones y los delincuentes. Los primeros son los que han cometido los errores políticos que facilitaron el golpe de Estado; son el presidente, el gobierno, los partidos políticos y la comunidad internacional. Sin embargo, los que han cometido delitos graves son el presidente derrocado Ali Saleh y los hutíes que han impuesto la guerra a los yemeníes y llevado a cabo un golpe de Estado contra la revolución y la república.

Condenamos totalmente los ataques a objetivos civiles. También denunciamos cada delito cuando se comete y consideramos que dichos “accidentes” constituyen crímenes contra la humanidad. Asimismo, solicitamos una investigación transparente al respecto.

Nuestra región está sufriendo un conflicto desenfrenado entre Arabia Saudita e Irán y lo que está ocurriendo en Yemen tiene mucho que ver con dicho conflicto. Por tanto, el fin de la guerra depende totalmente de que la milicia hutí y el presidente derrocado cumplan la Resolución 2216 de la ONU. Si no aplican dicha resolución, la guerra seguirá adelante.

 
¿Podría ayudar una mejora de las relaciones internacionales con Irán a lograr una solución política?

Espero que Irán pueda volver a ser aceptada en la comunidad internacional como un Estado que cree en la paz y no en socavar la estabilidad de sus países vecinos, como Siria, Irak, Líbano, Yemen y otras naciones donde existen movimientos destructivos apoyados por dicha nación.

Sin embargo, no parece que Irán vaya a cambiar su política de expansión en la región. Existe cierto temor a que los mulás de Irán [clérigos islámicos] aprovechen la apertura hacia Occidente y el levantamiento de las sanciones económicas para cometer más locuras. Irán apoya a milicias y grupos armados fuera del marco jurídico vigente en los Estados árabes. Siempre sabe cómo encender el fuego, pero no cómo apagarlo.

 
Los partidarios de los bombardeos aéreos saudíes consideran que la guerra en Yemen es fundamental para frenar el avance del fundamentalismo en la región. ¿Está usted de acuerdo?

Los bombardeos aéreos de la coalición árabe en Yemen a veces fallan en sus objetivos y alcanzan a civiles inocentes. Sin embargo, muchos yemeníes están a favor de los bombardeos porque, en su opinión, han impedido un golpe de Estado.

Los que apoyan a la coalición árabe la consideran un mal necesario para poner freno a la influencia de Irán, que no goza de la aceptación popular. Aun así, el apoyo a los bombardeos no significa que la alianza tenga carta blanca para hacer lo que quiera. A título personal, hago un llamamiento a la coalición para que lleve a cabo una investigación seria sobre algunas de sus operaciones que han matado a inocentes.

 
¿Cómo puede la presión internacional ejercida sobre todas las partes ayudar a lograr una solución política?

Al final hay que lograr una solución política basada en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en el proceso de transición de Yemen. Desde aquí, hago un llamamiento a la comunidad internacional para que ejerza presión sobre todas las partes con el objetivo de regresar al proceso político basado en la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad, en lo que ya se ha acordado en la Conferencia de Diálogo Nacional y en la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo.

Dichas medidas hacen hincapié en que únicamente el Estado dispone del derecho exclusivo a tener armas, a practicar la soberanía y a controlar todo el territorio nacional. Asimismo, solicitan a la milicia que se retire de las ciudades y territorios ocupados y que entregue las armas. A continuación, todas las partes deben participar en un referéndum sobre la constitución basado en los resultados del Diálogo Nacional. Después, deben celebrarse varias elecciones de acuerdo con la nueva constitución. Esa sería la base de una solución política en Yemen. Y eso es lo que debería hacerse compaginándolo con un apoyo económico y un proceso de reconstrucción.

Yemen necesita un fuerte apoyo de la comunidad internacional para acabar con la guerra, el caos, el despotismo y la corrupción; de lo contrario, el problema de Yemen dejará de ser local y pasará a ser una amenaza para el mundo entero.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.