Los trabajadores del ferrocarril sufren las consecuencias de las reformas laborales de la India

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Las recientes reformas laborales llevadas a cabo por el Gobierno del partido Bharatiya Janata Party (BJP) han conferido mayores poderes a los empleadores indios a la hora de practicar la subcontratación.

Básicamente, al incrementar el umbral para el registro de contratistas de 20 a 50 empleados, el contratista y el empleador principal pasan a ser aún menos responsables de grupos más grandes de trabajadores indios.

Tras la iniciativa del Gobierno, Indian Railways –el principal empleador de la India, con cerca de 1,31 millones de trabajadores fijos– se prepara para externalizar una mayor parte de sus servicios recurriendo a la gestión privada.

Más de 23 millones de pasajeros utilizan cada día los servicios de Indian Railways, que cuenta con cientos de miles de trabajadores contractuales empleados a través de intermediarios laborales y agencias de contratación.

Es difícil obtener cifras exactas, pero KN Sharma, Vicepresidente nacional de Bharatiya Mazdoor Sangh (división sindical del BJP), declaró a Equal Times que, según una estimación conservadora, Indian Railways tendría alrededor de 400.000 trabajadores contractuales, aunque se sospecha que la cifra real es mucho mayor.

Además de la limpieza de los trenes, andenes y vías férreas, otra importante categoría de trabajadores contractuales la constituyen los que suministran, lavan y mantienen la ropa de cama de los vagones-litera.

En los viajes de larga distancia en vagones con aire acondicionado (AC), estos asistentes se encargan de proporcionar a los pasajeros dos sábanas, una manta, una almohada y una toalla pequeña para su uso personal durante el trayecto.

El trabajo de empleado de vagón nunca ha estado especialmente bien pagado – incluso el personal fijo empleado por la propia empresa de ferrocarril gana como máximo 20.000 rupias (330 USD) al mes.

Pero lo que hasta ahora había sido un trabajo relativamente agradable se está convirtiendo rápidamente en un empleo donde se infringen los derechos de los trabajadores, sobre todo dado que el trabajo se está externalizando cada vez más a empresas privadas.

“Yo he sido asistente durante muchos años, y le puedo decir que las cosas han ido de mal en peor”, declaró a Equal Times Rajesh [que no quiso dar su apellido por miedo a perder su empleo].

“Realizamos jornadas interminables, sin dormir apenas, y sufrimos abusos tanto por parte de los pasajeros como de los empleadores”, afirma.

Sólo hay entre cuatro y seis asistentes disponibles para atender a cientos de pasajeros durante cada trayecto, que además tienen que trabajar durante todo el trayecto – incluso en los de larga distancia.

En el caso de los que trabajan en el Vivek Express (que realiza cuatro rutas, una de las cuales es el recorrido más largo en tren de la India, de 4.236 km), un turno puede durar varios días seguidos.

“Nuestro trayecto dura cinco días y trabajamos ininterrumpidamente durante 80 horas”, señala uno de los trabajadores.

“Las condiciones de los trabajadores contractuales son penosas”, dice Rajesh Nimbalkar, Secretario de Estado de la central sindical, Indian National Trade Union Congress (INTUC), en Maharashtra.

“La mayoría de los trabajadores contractuales tiene entre 20 y 25 años. Les pagan aproximadamente 4.500 rupias (70 USD) al mes. Mientras están en el tren se les proporcionan las comidas, pero los días de parada, antes de empezar el trayecto de vuelta, los trabajadores tienen que arreglárselas por su cuenta”.

Y si se comprueba que faltan existencias se responsabiliza a los asistentes.

“Si desaparece una manta, hay que pagar 850 rupias (13 USD), una sábana o una almohada cuesta 300 rupias (5 USD), y por cada toalla que desaparece se les cobra 75 rupias (1 USD)”, explica un trabajador contractual que prefiere permanecer en el anonimato.

 

El sufrimiento de los trabajadores

Según Nimbalkar, los trabajadores contractuales de Indian Railways no reciben ninguna asistencia médica, ni tampoco están cubiertos por ninguna póliza de seguro médico.

Las agencias consiguen atraer nuevos empleados con promesas de comida gratis, viajes gratis y trabajo fácil, pero la realidad es bastante distinta.

“Nada más lejos de la verdad”, dice Jiju, un asistente de vagón.

“Como en todas las estaciones suben pasajeros, tenemos que estar despiertos durante todo el trayecto. No tenemos un lugar asignado para dormir, sino que tenemos que compartir el espacio exterior del vagón con el equipo de mecánicos. A veces tenemos que dormir en los armarios de la ropa, al lado de los retretes”, afirma.

Los pasajeros de los trenes se quejan con frecuencia del pésimo servicio que proporcionan los asistentes de vagón y del mal estado de la ropa de cama, que a veces está manchada y rota.

“Nosotros no podemos ofrecerles más que lo que tenemos. El contratista dice que no pueden permitirse renovar la ropa de cama con regularidad, así que en seguida se estropea”, dice Dudu, otro joven trabajador.

Si durante el trayecto de tren a un pasajero le desaparece dinero o algún efecto personal, los responsables vuelven a ser los trabajadores empleados como asistentes de vagón.

“A mí me acusaron de robar dinero de la litera de unos pasajeros”, declara Chandran, otro empleado.

“Decía que había dejado el dinero debajo de la almohada mientras iba al baño. El caso sigue pendiente”.

De ser declarado culpable, Chandran perderá su trabajo.

Pero los asistentes de vagón consideran que no tienen más opción que aceptar lo que hay.

“Somos una mano de obra no organizada, sin nadie a quien transmitir nuestras inquietudes”, dice Jiju. Hace poco, un grupo de trabajadores de Kerala que habían intentado sindicalizar a la mano de obra fueron despedidos, enviando así un mensaje muy claro a los demás trabajadores de Indian Railway.

Pero a pesar de todo, hay un rayo de esperanza. Durante la presentación del presupuesto ferroviario para 2014-2015, el entonces Ministro de Ferrocarriles de la India Sadananda Gowda (que ha sido reemplazado por Suresh Prabhu) anunció planes para mejorar los servicios de limpieza que están actualmente operativos en cerca de 400 trenes.

Los trabajadores esperan que esto se traduzca en más oportunidades laborales, mejores contratistas y mejores salarios.

Pero no todo el mundo se muestra optimista.

“Los contratistas trabajan en colusión con la administración, pero seguiremos luchando por obtener justicia para los trabajadores contractuales y conseguir que sean regularizados”, indicó Vishnu Kona, secretario de internacional en la National Federation of Indian Railwaymen (NFIR).

“No nos quedan muchas esperanzas con el actual Gobierno. El Gobierno central, siguiendo el ejemplo de los países occidentales, tiene previsto externalizar todo el trabajo – a excepción de algunos puestos clave como los de los conductores de trenes. Esto no hará sino empeorar la situación de los trabajadores contractuales”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.