Paraguay: Trabajadores, campesinos y estudiantes contra las reformas neoliberales

 
El Sindicato Nacional de Educadores Jekupytyrã convocó una huelga general el 26 de marzo.

La organización comunicó que se trata de un acontecimiento histórico, donde reclamarán sus derechos ante el Gobierno de Horacio Cartes, que catalogaron como neoliberal.

En su comunicado, el sindicato también presentó sus reivindicaciones por un reajuste salarial del 25 por ciento y el control de los precios de la canasta básica.

Además, el sindicato se solidarizó con la dirigencia campesina y pidió que se ponga fin a la persecución contra este sector. Además, repudió las fumigaciones en las comunidades campesinas e indígenas.

Por otra parte, los educadores se sumaron a los reclamos estudiantiles contra la subida en los pasajes del transporte público.

La protesta ha sido organizada por la Asamblea Universitaria Permanente para exigir que el precio del pasaje vuelva a los 2.000 guaraníes.

El último aumento llevó el costo del pasaje a los 2.400 guaraníes, equivalente a 0,50 USD.

Los sectores universitarios reclaman que se realice un estudio público sobre el costo real del boleto, que tome en cuenta la cantidad de usuarios y la flota de ómnibus habilitada.

Además, exigen un transporte público digno y accesible, que brinde un servicio con un enfoque de derechos.

Los estudiantes también llamaron la atención sobre los derechos laborales de los choferes.

Allí expresarán su rechazo a lo que consideran políticas privatistas y regresivas del Gobierno de Horacio Cartes. El principal cuestionamiento apunta a la aprobada Ley de Alianza Público-Privada.

En Octubre 2013, los diputados paraguayos aprobaron la versión de la norma llegada del Senado. Fue con 60 votos a favor y 15 en contra.

Desde el Frente Guasú (concertación de partidos de centro- izquierda) rechazaron la iniciativa oficialista y la consideraron inconstitucional. Agregaron que atenta contra la soberanía paraguaya y otorga “super-poderes” al Ejecutivo.

Desde la bancada de esa fuerza, como desde la de Avanza País, se reclamó una consulta pública sobre la norma antes de su votación.

La votación en el Congreso estuvo acompañada por manifestaciones en varios departamentos y por un importante acto en el centro de Asunción.

Los rechazos más fuertes al proyecto oficialista llegaron desde los sindicatos, las organizaciones sociales, los campesinos y los estudiantes.

Las manifestaciones en Asunción fueron reprimidas por la Policía de Paraguay con gases lacrimógenos, balines de goma y cachiporrazos.

La normativa abre las puertas a los capitales privados para realizar obras de infraestructura pública y hacerse cargo de servicios públicos en general.

Además, la ley entrega al Ejecutivo la potestad de autorizar las inversiones sin la intervención del Congreso ni la aplicación de la Ley de Contrataciones Públicas.

 

Fuente: Agencia Pulsar

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