Podemos aviva las esperanzas de la juventud emigrante española de volver a casa

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A lo largo de los dos últimos años el panorama político de España se ha transformado con la aparición de Podemos, un partido progresista que se opone a las políticas de austeridad.

Creado en 2014, el partido cuenta ya con más de 350.000 afiliados y, a pocos meses de las próximas elecciones generales, diversas encuestas lo sitúan al mismo nivel que los dos principales partidos políticos del país.

El sorprendente auge popular de este partido en España ha sido objeto de numerosos titulares en los medios de comunicación de toda Europa.

En cambio no se ha hablado tanto del fuerte apoyo de que disfruta Podemos entre los emigrantes económicos españoles, muchos de ellos jóvenes, que se han visto obligados a marcharse de España para buscar trabajo.

El Reino Unido sigue siendo uno de los destinos más populares para los emigrantes españoles.

Entre 2012 y 2014 se registraron 95.500 altas en el sistema nacional de la seguridad social del Reino Unido de españoles y españolas que se han instalado en el país, convirtiendo a España en la tercera mayor fuente de inmigración de Gran Bretaña, después de Polonia y Rumanía.

Muchos de ellos se sienten muy animados por el apogeo de un partido que consideran les ha dotado de un medio de expresión política, y cuyo líder, Pablo Iglesias, ha prometido “construir un país al que podáis volver”.

“Somos un país en el que los movimientos sociales están muy en contacto con la realidad política, y eso es algo de lo que nos sentimos orgullosos”, explica Alberto Velázquez, un arquitecto de 37 años que está viviendo actualmente en Manchester.

Velázquez es miembro del Círculo Podemos Manchester, uno de los cientos de grupos locales establecidos en España y en todo el mundo para apoyar al partido.

Su relato es, por desgracia, sumamente familiar. Es una persona elocuente y con un alto nivel de estudios, pero, al igual que le pasa a la mayoría de sus compañeros, en España no encuentra trabajo. La tasa de desempleo nacional ha alcanzado los 5 millones y el desempleo juvenil supera el 50%.

“En España me empezaba a sentir como si trabajar se hubiera vuelto un lujo”, comenta a Equal Times. “Al salir de España me di cuenta de que los trabajadores profesionales suelen encontrar un trabajo decente o, en el peor de los casos, encuentran trabajo en otro sector”.

A diferencia de los dirigentes de otros partidos españoles de la izquierda, como Izquierda Anticapitalista e Izquierda Unida, Iglesias ha querido distanciarse de un lenguaje que refleje ideas políticas tradicionales. “No es un problema entre la izquierda y la derecha sino entre la democracia y la austeridad, y yo creo que la democracia va a ganar”, le dijo hace poco a un periodista de la BBC.

Iglesias utiliza términos como “la casta” para delimitar el debate como una batalla entre los intereses económicos de la élites en el poder y los intereses del público en general.

De este modo ha logrado captar la atención y el interés de personas que normalmente no se habrían asociado con la izquierda pero que se sienten indignadas por la patente injusticia de los recortes en el gasto público como respuesta a la crisis económica provocada por los políticos y los banqueros.

“Iglesias y sus compañeros y compañeras empezaron a hacer popular un mensaje y una manera de expresarse que reflejaba bastante bien los sentimientos del pueblo”, explica a Equal Times Carlos Frade, profesor de Sociología en la Universidad de Salford y uno de los miembros más antiguos del Círculo Podemos Manchester.

Es una táctica que les dio muy buenos resultados a sus aliados más cercanos en Grecia, Syriza, partido que asumió el poder el pasado mes de enero tras obtener el 36% de los votos y cuyo éxito electoral espera igualar Podemos.

“Estoy siguiendo muy de cerca los acontecimientos que están teniendo lugar en Grecia”, dice Frade. “Si consiguen cosas y logran provocar cambios de verdad, a la casta le va a resultar prácticamente imposible transmitir el mensaje contrario”.

 

Conseguir una “voz política”

Pero Podemos va a tener que afrontar muchos retos para poder hacer lo mismo.

En enero, las encuestas situaban a Podemos en un 28%. Sin embargo estos últimos meses su popularidad ha caído y los resultados que están obteniendo rondan entre el 18% y el 22%, al igual que los dos principales partidos, el Partido Popular (PP, conservador), y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Se trata de una tendencia descendente que podría atribuirse a las acusaciones de fraude y a la aparición de una cuarta fuerza política, el partido de centroderecha Ciudadanos.

Aún así, con una base de afiliados tan extensa, es difícil que Podemos vaya a desaparecer en un futuro cercano. En enero, cientos de miles de personas se desplazaron desde múltiples puntos de España para escuchar a Iglesias en persona pronunciar un emocionante discurso en la Puerta del Sol, en el centro de Madrid.

Los miembros de los Círculos Podemos en el extranjero pudieron ver la transmisión del evento por YouTube y escucharle dedicar los esfuerzos de su partido “a los que se han visto obligados a irse y que queremos que se saquen un billete de vuelta”.

“Es un mensaje muy fuerte, porque la mayoría de los que se han marchado quieren volverse. Quieren desarrollar su carrera profesional y no se les puede culpar de eso”, dice Frade.

“Yo, si pudiera, me volvería mañana mismo”, dice Miguel de Frutos, de 36 años, que trabaja para una empresa financiera y está viviendo en Manchester, “pero lo que no quiero es volver a la misma situación que había cuando me fui: estar viviendo con mis padres, no haciendo más que trabajos temporales y sin tener ninguna posibilidad de hacer planes”.

De momento tienen que conformarse con tratar de generar un cambio desde el extranjero. Hay Círculos Podemos operativos en casi todas las principales ciudades de Europa occidental, y eso hace que muchos migrantes jóvenes sientan – a menudo por primera vez – que tienen una voz política.

Marcelo Armendáriz, portavoz de Podemos Bélgica en Bruselas, dice que su misión para ayudar a Podemos a construir un país mejor es más urgente que nunca.

“España está perdiendo una parte importante de la población que ha estudiado y que se ha formado con el dinero de los contribuyentes, y las economías extranjeras son las que ahora se están aprovechando de eso”, explica.

“Es decir, que nos encontramos con una sociedad en la que muchos jóvenes con estudios están emigrando, al tiempo que la población va envejeciendo. Mediante la transformación de la sociedad y la democracia podemos conseguir oportunidades de vida decente para los que están en España y ofrecer a los que han emigrado la posibilidad de regresar”.

Todos los miembros de los Círculos Podemos pueden expresar con su voto su opinión sobre la manera de funcionar del partido, por ejemplo en lo que respecta a decisiones de políticas y de liderazgo.

En una tentativa para lograr que más españoles y españolas se impliquen en política, los grupos celebran reuniones semanales para hablar de política y organizar eventos.

Cada dos semanas, Podemos Manchester proyecta una película, normalmente relacionada con la sociedad española, antes de abrir un animado debate político.

Los Círculos también han trabajado muy duro para fomentar y dar a conocer el proceso de registro que los españoles que viven en el Reino Unido tienen que llevar a cabo para ejercer su derecho al voto en noviembre.

Si se tiene en cuenta que hay cerca de dos millones de ciudadanos españoles viviendo fuera del país, esto puede convertirse en una tarea importante que podría repercutir en las perspectivas electorales de Podemos.

En marzo Podemos irrumpió en el Parlamento de Andalucía tras haber conseguido 15 escaños y una proporción significativa de los votos.

Un factor decisivo para su éxito fue el hecho de que el 30% de los residentes extranjeros que participaron en las elecciones andaluzas votaran por Podemos – un porcentaje superior al obtenido por los demás partidos.

Pero ganar las elecciones generales puede resultar más difícil. Las encuestas indican un apoyo repartido casi por igual entre los cuatro principales partidos, de modo que Podemos necesitaría seguramente crear una coalición para poder formar gobierno.

El único de los principales partidos con el que es posible que pudieran trabajar sería el Partido Socialista. Pero, al haber desarrollado su popularidad sobre la base de un mensaje antisistema, para muchos activistas eso sería venderse.

“Lo que estaría bien es que consiguieran llegar al Gobierno con otro de los partidos de la izquierda, como por ejemplo Izquierda Unida”, dice de Frutos.

“Pero ¿pactar con la casta?”, dice negando con la cabeza. “Ni hablar. Porque si les toleras, te conviertes en uno de ellos”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.