“Se agotó el tiempo para la kafala”, dicen los activistas

Mientras los Ministros de Trabajo de la región del Golfo se preparan para reunirse este fin de semana, una coalición de sindicatos y grupos de derechos humanos están reclamando una reforma urgente de la legislación laboral concerniente a los trabajadores migrantes – en particular a las trabajadoras del hogar.

La reunión, que se celebrará en Kuwait los días 23 y 24 de noviembre, antes de la tercera ronda del Diálogo de Abu Dhabi que tendrá lugar la semana que viene, contará con la asistencia de ministros de Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos y Omán – países que conforman el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG).

Según estimaciones de la Confederación Sindical Internacional (CSI), en esos países hay aproximadamente 2,4 millones de trabajadores/as del hogar que se encuentran “esclavizados”.

En uno nuevo documento informativo de carácter jurídico y político sobre la legislación laboral de los países del CCG, titulado Facilitating Exploitation, la CSI explica que, a menos que se tomen medidas para proteger a estos trabajadores vulnerables, millones más de trabajadores del hogar, principalmente mujeres, se encontrarán “atrapados en un régimen de servidumbre”– sobre todo teniendo en cuenta que el “número de trabajadores del hogar está aumentando rápidamente en estos países ricos en gas y petróleo”.

En una declaración conjunta publicada antes de la reunión del 23-24 de noviembre, una serie de grupos activistas – entre ellos Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la International Domestic Workers’ Federation (IDWF), el Solidarity Center, el Migrant Forum Asia, la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera, y la CSI – han dicho que los países del CCG tienen que implementar urgentemente mejoras en las medidas de protección laboral para los millones de trabajadores migrantes contractuales.

Solicitan asimismo a estos Gobiernos que certifiquen e implementen las normas internacionales del trabajo y los derechos humanos establecidos en el Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos.

“Ya sean los abusos contra las trabajadoras del hogar invisibles a la vista del público o el alarmante número de muertes de trabajadores de la construcción, la difícil situación de los migrantes en la región del Golfo exige una reforma urgente y profunda”, afirma Rothna Begum, investigadora de Human Rights Watch especializada en el ámbito de los derechos de la mujer en Oriente Medio.

Human Rights Watch, Amnistía Internacional y Equal Times han informado sobre casos estremecedores de abusos sufridos por trabajadoras del hogar, como es el relato de Genafe, una trabajadora del hogar filipina en Qatar que huyó de su jefe después de que éste intentara violarla.

Genafe se encontró bloqueada en Qatar: no tenía su pasaporte (porque se lo había quedado el empleador) ni tampoco derecho a permanecer en el país. La validez de su visado de trabajo venía determinada por su contrato laboral, conforme al sistema de patrocinio de visados, o kafala, vigente en toda la región del Golfo.

El sistema impide a los trabajadores cambiar de empleo antes de que finalice su contrato, si no han obtenido previamente el consentimiento de su empleador.

Así pues, muchos trabajadores terminan atrapados en situaciones abusivas, y si deciden escaparse, como fue el caso de Genafe, tampoco disponen de muchas opciones.

 

“Enorme vacío legal”

Elizabeth Tang, Secretaria General de la International Domestic Workers’ Federation (IDWF), es una de las personas que están reclamando la abolición del sistema de la kafala.

"Queremos que los 2 millones de empleados del hogar que trabajan en los países del CCG puedan tener derechos legales”, declaró Tang a Equal Times.

“Son trabajadores y tienen que poder disfrutar de derechos básicos como un salario mínimo, descanso semanal, vacaciones, regulación de las horas de trabajo y protección social.”

“Se agotó el tiempo. Los Gobiernos del CCG tienen que solucionar primero este enorme vacío legal y abolir antes que nada el sistema de la kafala que rige las condiciones de empleo de estos trabajadores.”

Otro grupo de trabajadores de la región que sufren abusos de los derechos laborales y que están sujetos a unas condiciones de trabajo peligrosas son los de la construcción.

Más de 850 trabajadores migrantes han muerto en los últimos tres años durante la construcción de la infraestructura para la Copa del Mundo de Qatar 2022, y otros muchos han resultado heridos.

La CSI indica que, a menos que se efectúe una reforma drástica de la legislación laboral, miles de trabajadores más morirán antes de 2022 en las obras de la construcción para la Copa del Mundo de Qatar.

Los activistas han venido solicitando a la FIFA “repetir la votación”, pero una reciente investigación interna realizada por el organismo rector del fútbol mundial ha exculpado a Qatar de todas las acusaciones en su apuesta como país anfitrión de este prestigioso evento deportivo.

 

Kafala

Los trabajadores migrantes representan el 99% de la mano de obra del sector privado de Qatar.

Suelen estar mal pagados, y los que trabajan en el floreciente sector de la construcción de Qatar se ven obligados además a trabajar muchas horas bajo un calor abrasador que llega alcanzar los 50°C y a alojarse en unos campos de trabajo mugrientos y abarrotados.

Y el problema es que no pueden marcharse, porque el sistema de la kafala consiente que a la mayoría de los trabajadores se les confisque el pasaporte.

Muchos se encuentran bajo una fuerte presión financiera, no sólo para mantener a sus respectivas familias en sus países de origen sino también para saldar las enormes deudas que asumieron durante el proceso de contratación.

Esta semana Qatar ha hecho varias promesas para reformar el sistema de la kafala, y el CCG ya ha discutido un posible contrato de trabajo estándar para los trabajadores del hogar de toda la región.

Pero los sindicatos dicen que esta propuesta no bastará para poner fin a los abusos.

Marieke Koning, asesora de políticas de la CSI especializada en igualdad de género y trabajo doméstico, dice que el susodicho contrato no servirá para terminar con la “incesante explotación y abuso de los trabajadores del hogar migrantes”.

“Para eliminar los enormes vacíos legales que existen en la legislación laboral nacional, se necesitan unos compromisos firmes y unas medidas enérgicas por parte de los estados miembros del CCG mediante la ratificación del Convenio 189 de la OIT, a fin de que sus leyes se ajusten al mismo, y que tengan en cuenta nuestras recomendaciones”, declaró Koning a Equal Times.