Aniversario del Rana Plaza y llamamientos a una “Revolución de la Moda”

Consumidores y vendedores conscientes se han unido en señal de solidaridad a trabajadores y sindicatos de todo el mundo para recordar el primer aniversario de la catástrofe del Rana Plaza en Bangladesh.

Considerado como uno de los peores accidentes industriales de la historia, 1.138 trabajadores perdieron la vida y otros miles resultaron heridos cuando el edificio de ocho plantas del Rana Plaza, que alojaba varias fábricas textiles, se derrumbó en el suburbio de Savar, próximo a Dacca, el 24 de abril de 2013.

Las prendas de vestir que se fabricaban en el Rana Plaza eran vendidas a marcas importantes como Benetton, Zara y C&A.

Para conmemorar la tragedia, cientos de personas se congregaron en el lugar de la catástrofe y presentaron sus respetos a los muertos y a los heridos.

Se están llevando a cabo actividades de todo tipo a escala mundial para presionar a las marcas internacionales del vestuario a fin de que implementen mejoras en las condiciones de trabajo y de seguridad en el sector de la confección.

Actores destacados del mundo de la moda ética han declarado el 24 de abril Día de la Revolución de la Moda. Se le pide a la gente que se ponga la ropa al revés y que cuelguen las fotos en las redes sociales utilizando la etiqueta #insideout para llamar la atención sobre la verdadera procedencia de sus prendas de vestir.

Activistas de diversos sindicatos y de la sociedad civil guardaron un minuto de silencio a las 11.38 a.m. (GMT) en Oxford Street, una de las calles comerciales más concurridas de Londres, y formaron una cadena humana para exigir más transparencia en las cadenas de suministro.

 

Basta de excusas

Después de la catástrofe se estableció un fondo de 40 millones USD – administrado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) – con el objetivo de proporcionar apoyo económico y médico a las víctimas y a sus familias.

Pero de momento las marcas sólo han aportado 15 millones USD – menos de la mitad de la cantidad necesaria.

“Instamos a que todas las marcas que han estado trabajando en Bangladesh a contribuyan al fondo aportando una cantidad considerable”, ha pedido el Secretario General de IndustriALL Global Union, Jyrki Raina.

“Todas esas marcas comparten una responsabilidad colectiva por este modelo de producción extremadamente insostenible y los peligros que conlleva.”

Ineke Zeldenrust de la Campaña Ropa Limpia, ha calificado de “escandaloso” las insignificantes aportaciones que se han realizado hasta ahora, y dice que no puede haber más excusas.

“Marcas como Benetton, Adler Modermarkte, Carrefour y Matalan todavía no han hecho ninguna contribución al Fondo Fiduciario, y tienen que pagar lo que deben cuanto antes. Las víctimas ya han sufrido durante bastante tiempo”, declaró.

Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional ha dicho que, si bien se han observado “ciertos progresos significativos” para que los lugares de trabajo en el sector de la confección de Bangladesh sean más seguros, todavía se tiene que hacer mucho más.

“Los trabajadores y trabajadoras siguen enfrentándose a obstáculos enormes, e incluso a la violencia y la intimidación, cuando tratan de hacer que se respeten sus derechos básicos. Se han registrado muchos sindicatos nuevos en el sector de la confección, pero el Gobierno no está cumpliendo con su obligación de garantizar que los trabajadores puedan negociar colectivamente unos salarios y condiciones decentes; y los empleadores simplemente se niegan a negociar.”

Más de 160 marcas han firmado el Acuerdo sobre seguridad y protección contra incendios de edificios en Bangladesh, un acuerdo jurídicamente vinculante que garantiza que para principios de septiembre de 2014 se habrán realizado 1.500 inspecciones en las fábricas del vestuario de Bangladesh.

Pero importantes marcas estadounidenses como Walmart – el mayor minorista mundial – se han negado a firmar el Acuerdo, prefiriendo suscribir acuerdos voluntarios y no vinculantes.

Al hablar sobre el Acuerdo, el Secretario General de UNI Global Union, Philip Jennings, ha dicho:

“Este proyecto no tiene que ver sólo con la seguridad sino que se trata también de terminar con los salarios de miseria que se pagan en Bangladesh.

“El año pasado, en noviembre, tras una larga campaña y movilización, el Gobierno de Bangladesh accedió finalmente a incrementar el salario mínimo de 38 a 67 USD al mes. Pero eso no es más que un primer paso hacia el establecimiento de un salario digno, al cual todos los trabajadores, hombres y mujeres, tienen derecho.”

Este artículo ha sido traducido del inglés.