Downton Amazon: ¿Fomenta la desigualdad el gigante del comercio electrónico?

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Ante el anuncio de Amazon de que contratará en los próximos meses a 1.000 nuevos empleados fijos en sus almacenes británicos, crece la preocupación sobre el trato que la compañía inflige a su armada de trabajadores y trabajadoras mal remunerados.

Con estas nuevas contrataciones, la plantilla total que la compañía posee en sus almacenes y centros de distribución del Reino Unido ascenderá a 7.000 personas.

Pero antiguos empleados, activistas de la lucha contra la pobreza y sindicatos denuncian que la plantilla de Amazon trabaja en unas condiciones laborales deficientes y recibe bajos ingresos, y que el modelo de negocio de Amazon, en sí mismo, está contribuyendo a un aumento de las desigualdades.

Graham, antiguo empleado de uno de los almacenes de Amazon, es uno de los muchos que dicen sentirse “aliviado por haberse marchado” pero furioso por la forma en que la compañía continúa tratando a sus trabajadores y trabajadoras, muchos de los cuales, afirma Graham, es “gente desesperada, que lleva mucho tiempo en paro o con enormes deudas”.

Graham contó a Equal Times que los jefes del centro de distribución “degradaban” a los empleados, “cada mañana en grupo”.

“Nos reprochaban lo mal que lo habíamos hecho el día antes”, afirma. “Jamás en mi vida me había sentido tan deprimido trabajando, además de tan aislado”.

“Me sentía incapaz de hacer nada para cambiar el modo en que me trataban, nos obligaban a aceptarlo sin más; si criticábamos algo, nos despedían y alguien pasaba a ocupar nuestro puesto”.

Las numerosas denuncias por las malas prácticas laborales de Amazon otorgaron a su Director Ejecutivo, Jeff Bezos, el título de “peor jefe del mundo” en una votación realizada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) este año, y la compañía continúa atrayendo críticas.

Recientemente, la decisión de Amazon de patrocinar la serie televisiva de época Downton Abbey fue recibida con acritud por los activistas, que compararon las condiciones laborales de los trabajadores mal pagados que aparecen en la serie con las del personal de los almacenes de Amazon.

“Es inaceptable que una serie que muestra las desigualdades sociales que existían en 1924 esté patrocinada por una empresa que está favoreciendo la desigualdad en 2014”, afirma un activista de Amazon Anonymous, un grupo de protesta que se encarga de sacar a la luz lo que denominan “malos hábitos” de la compañía.

 

“Haciendo retroceder los avances”

Los activistas de Amazon Anonymous afirman que la multinacional del comercio electrónico está “haciendo retroceder los avances logrados por la sociedad” al bloquear a los sindicatos y denegar a los empleados una estabilidad laboral.

“Resulta bastante difícil diferenciar las prácticas laborales que aplica Amazon hoy y las de hace un siglo, en la década de los 20” manifiesta una de las activistas, que dice llamarse Bex.

“Los empleados y empleadas de los almacenes trabajan diez horas al día y horas extraordinarias obligatorias”, dice. “Cronometran y monitorizan sus pausas para ir al aseo. Además, utilizan el sistema de “tres strikes y estás fuera”: si llegas un minuto tarde a trabajar, te ponen un aviso. A los tres avisos, estás despedido”.

Hace poco, el Secretario General de la confederación sindical británica TUC, Frances O’Grady, afirmaba que el Reino Unido se está convirtiendo “en una sociedad tipo Downton Abbey, en la que se sacrifican las condiciones de vida de la inmensa mayoría para proteger el elevado nivel de vida de las familias pudientes” y en la que, con el actual gobierno, “los prejuicios de clase se están volviendo a convertir en algo respetable”.

Bex añade: “Las grandes compañías como Amazon han aprovechado la recesión, y las medidas de austeridad de los gobiernos, como excusa para reducir los salarios y las condiciones laborales. La brecha entre los que más dinero ganan en este país y la mano de obra de a pie está creciendo a un ritmo espeluznante”.

Owen Espley, veterano activista del grupo londinense de lucha contra la pobreza War on Want, señala que el Reino Unido es el único país del G7 donde las desigualdades han crecido durante este siglo.

Esto se debe, explica, a una combinación de los recortes en el sector público, con la disminución de las protecciones laborales, así como a una “creciente demonización de los más pobres y vulnerables de la sociedad”.

“Las mujeres son las que más sufren los recortes en el sector público, mientras la brecha salarial continúa ahondándose”, dice a Equal Times. “Esto se debe en gran medida al aumento de los empleos de bajos ingresos y a tiempo parcial de la llamada recuperación, al tiempo que se reduce el salario mínimo en términos reales”.

“Con el estancamiento de los salarios reales, más de la mitad de los pobres de Gran Bretaña pertenece hoy a familias trabajadoras”, afirma.

 

La polarización de los empleos

El principal factor de crecimiento de la desigualdad es la polarización de los empleos disponibles, según afirma Jan Drahokoupil, Investigador Sénior del Instituto Sindical Europeo, especialista en corporaciones multinacionales.

“Lo que sucede en el Reino Unido es que se han creado empleos de ingresos muy bajos y empleos de ingresos muy altos, pero se ha destruido la franja intermedia: los empleos de ingresos medios como los que había en el sector del comercio o de la industria”, explica a Equal Times.

“Existe un nexo claro entre el auge de compañías como Amazon y estas tendencias que observamos en el mercado de trabajo”.

“Debido a su modelo de negocio, Amazon es exactamente el tipo de compañía que propiciará la polarización de los empleos. Destruirá los empleos tradicionales del sector del comercio y creará lo que yo considero empleos logísticos, que están peor pagados”.

Amazon también crea empleos muy bien pagados, en el otro extremo del espectro, en sectores como el tecnológico, explica.

Después de las protestas de empleados de Amazon en Alemania, los sindicatos expresaron su temor por que Amazon y otras compañías tecnológicas de la “nueva economía” estén intentando exportar su modelo de negocio y establecer las mismas condiciones laborales deficientes en todo el planeta.

Drahokoupil destaca también que los sindicatos están luchando por llegar a acuerdos con Amazon sobre los salarios y condiciones laborales de estos empleados porque los empleos que están creando son más propios de la logística que del comercio.

“Los sindicatos están pidiendo un acuerdo cualitativo vinculado al sector del comercio y Amazon puede negarse porque no se trata de empleos de este sector”, afirma.

Amazon Anonymous reclama que Amazon autorice a los sindicatos a acceder a su mano de obra y empiece a pagar a los empleados del Reino Unido el salario digno (living wage), que se calcula en función del coste de la vida.

En cuanto al salario mínimo, afirma Bex, la gente que trabaja en Amazon se ve con frecuencia obligada a completar sus salarios recurriendo a los créditos fiscales por actividad laboral. “Esto, en la práctica, significa que somos los contribuyentes los que estamos pagando el precio de que la compañía se niegue a pagar un salario justo”

Aparentemente respondiendo a las presiones, Amazon accedió a principios de año a un pequeño incremento de los salarios de algunos trabajadores.

Los activistas afirman que se trata de un paso en la dirección correcta, aunque insuficiente.

“Amazon obtiene inmensos beneficios en el Reino Unido por la labor que realizan sus empleados y empleadas. Lo menos que puede hacer es pagarles lo suficiente para que puedan alimentarse y vestirse, ellos y sus familias”, afirma Bex.

Además, hay otras grandes compañías del Reino Unido que están ya pagando un salario digno: “Por ejemplo, 16 de las compañías incluidas en el índice FTSE100. Y las empresas locales ofrecen empleos estables, ya que las relaciones se forjan entre propietarios de negocios, empleados y clientes”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.