El desfase entre ofertas de empleo y cualificación dispara el desempleo juvenil en África

La juventud de África pierde importantes oportunidades de empleo por carecer de las cualificaciones adecuadas, subraya un nuevo estudio sobre las demandas en materia de innovación, ciencia y tecnología necesarias para impulsar el programa de transformación del continente.

Con la mayor población juvenil del mundo y, según estimaciones, de 10 a 15 millones de jóvenes incorporándose cada año al mercado laboral de África, los gobiernos de este continente desean asegurar la creación de suficientes puestos de trabajo para los elevados niveles de crecimiento de la población.

Para conseguirlo, se espera que la Agenda 2063 de África, considerada como el modelo de la Unión Africana para la transformación socioeconómica del continente en los próximos 50 años, proporcione, conjuntamente con la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una solución duradera al flagelo de la pobreza y el hambre, así como a la desigualdad tanto de género como de riqueza en África.

Sin embargo, el estudio Africa’s Critical Technical de la fundación African Capacity Building Foundation (ACBF), con sede en Zimbabwe, muestra que el sistema educativo del continente no está equipado para cumplir este cometido.

En África, solamente el 28 por ciento de los estudiantes están inscritos en las denominadas asignaturas STEM (unas siglas en inglés que responden a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, CTIM), es decir, que la mayoría estudia ciencias sociales.

Dado que la inversión extranjera directa está produciendo oportunidades de empleo y de empresa en sectores como el agrícola, energías renovables, minería, asistencia sanitaria y manufacturero, existe una clara disparidad entre las cualificaciones que poseen los jóvenes graduados y las que necesitan los empleadores de África.

De acuerdo con el informe de la fundación ACBF, la mayoría de las escuelas y universidades no se especializan en las asignaturas STEM/CTIM y solo un reducido número de estudiantes africanos tienen la posibilidad de viajar fuera del continente para formarse en una escuela o universidad.

Como resultado, muchos países africanos tienen que recurrir a la importación de trabajadores extranjeros expatriados que posean las cualificaciones requeridas por el mercado laboral.

“La capacidad sigue siendo el eslabón perdido en la búsqueda de una solución a los desafíos de creación de cualificaciones en África”, comenta a Equal Times el secretario ejecutivo de la fundación ACBF, el profesor Emmanuel Nnadozie, añadiendo que la mayoría de los países africanos no parecen contar con los datos ni sistemas para proporcionar información sobre el número de profesionales formados en los ámbitos fundamentales y que posean las cualificaciones específicas de un determinado sector. “Solo una vez que hayan desarrollado estas cualificaciones los africanos podrán realmente llevar las riendas”.

 
La crudeza de los datos

El informe de la fundación ACBF revela el verdadero impacto del déficit de cualificaciones en África con datos descarnados. Por ejemplo, África cuenta actualmente con solo 35 ingenieros por un millón de personas, en comparación con 168 ingenieros en Brasil, 2.457 en la Unión Europea y 4.103 en los Estados Unidos.

La asistencia sanitaria es otro ámbito en donde el impacto de esta escasez de personal cualificado resulta grave.

“A escala mundial, el continente cuenta solamente con el 2 por ciento de médicos, pese a que representa alrededor del 24 por ciento de la carga mundial de morbilidad”, señala el informe.

Por otra parte, el continente representa menos del 1,5 por ciento de todas las publicaciones en revistas científicas internacionales, un porcentaje que ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.

“Es un motivo de preocupación en lo que se refiere al intercambio de conocimientos para saber lo que funciona o no, a fin de configurar la formulación de políticas y programas de desarrollo”, señala el informe.

El profesor Burton Mwamila, vicerrector del Instituto de Ciencia y Tecnología Nelson Mandela African Institution of Science and Technology con sede en Tanzania, indicó a Equal Times que las instituciones de formación en África deben trabajar en conjunto para desarrollar cursos que reflejen las necesidades de la sociedad africana al tiempo que se centran en la investigación. “Las instituciones de formación también deben matricular a un mayor número de graduados en cursos de innovación y de empresa”, afirmó.

La profesora Mama Ouattara, directora del centro de investigación CIRES (Ivoirian Centre for Economic and Social Research), con sede en Abidján, cree que el sector privado debe desempeñar el papel que le corresponde en la formulación de nuevas políticas sobre capital humano y ayudar a financiar la investigación y la innovación.

“Además de crear un mayor número de instituciones que ofrezcan los mismos cursos, los países africanos deben crear grupos de investigación en los que ciertos países se especialicen en determinados cursos o áreas”, comentó a Equal Times.

“Este modelo no solo mejorará la comunicación entre los países y la difusión de conocimientos, sino que también fortalecerá la capacidad de las instituciones académicas”.

El informe propone que las instituciones de formación deberían invertir de forma masiva en las asignaturas STEM/CTIM y los conocimientos profesionales, al tiempo que se moviliza la capacidad de la diáspora africana para apoyar la agenda de desarrollo del continente.

En el Foro Económico Mundial en Kigali, Ruanda, celebrado el mes pasado, el tema que dominó las discusiones fue el vínculo entre la tecnología digital y la disminución del desempleo juvenil.

En este foro de tres días, cuyo tema fue Conectar los recursos de África a través de la transformación digital, el Dr. Akinwumi Adesina, presidente del Banco Africano de Desarrollo, comentó a los reporteros del New Times de Ruanda que “convertir el activo demográfico de África en un dividendo económico” es uno de los mayores retos del continente.

“De aquí a 2050 o 2030, van a sumarse a la población, literalmente, 500.000 jóvenes de entre 15 y 24 años de edad. Si no creamos puestos de trabajo para ellos, se agudizará la fragilidad socioeconómica y política del continente”, aseguró.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.