“Ese dinero no es de ellos. Es nuestro”

“Ese dinero no es de ellos. Es nuestro”
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La fotógrafa estadounidense Michelle Kanaar viajó a la República Dominicana este verano para documentar la situación de los antiguos cortadores de caña de edad avanzada, procedentes en su mayoría de Haití, que han trabajado y pagado sus cotizaciones a la seguridad social durante décadas, pero que siguen sin recibir sus pensiones. “Ese dinero no es de ellos”, asegura a Kanaar un antiguo cortador de caña de nombre Juan Domingo. “Es nuestro. Nos matamos toda la vida para ganarlo”. Y siguen esperando.

 

Batey Punta Afuera, Républica Dominicana, 19 de agosto de 2015.

Foto: Michelle Kanaar

Ramón Amparo trabajó 64 años en las plantaciones de caña. Durante 45 años le ha crecido un abultado tumor en la pierna. “Cuando lo cuento, cuando hablo de mi vida, siento un dolor en mi corazón y quiero gritar”, comenta. La fotografía muestra a Amparo en las plantaciones que rodean el Batey Punta Afuera, República Dominicana.

 

Batey Don Juan, Républica Dominicana, 16 de agosto de 2015.

Foto: Michelle Kanaar

Idalina Bordignon, abogada, religiosa y directora de la Asociación Scalabriniana al Servicio de la Movilidad Humana, ASCALA, una organización local de derechos humanos que se dedica a los migrantes, ayuda a limpiar la herida de Alister Yan, trabajador de la caña de azúcar. Un pedazo de caña perforó el pie de Yan hace casi un año. La herida se ha infectado gravemente porque Yan todavía no ha cobrado su pensión y no puede permitirse acudir a la asistencia sanitaria.

 

Batey Punta Afuera, República Dominicana, 27 de agosto de 2015.

Foto: Michelle Kanaar

Durante los últimos 19 años, Mesille ha presentado la documentación requerida en tres ocasiones con el fin de cobrar su pensión, a la que asegura tener derecho por los 56 años de cotizaciones que ha pagado al sistema de seguridad social. Años de cortar caña han dejado a Mesille con la espalda encorvada. Esta fotografía lo muestra frente a su casa en el Batey Punta Afuera, República Dominicana.

 

Batey Punta Afuera, República Dominicana, 19 de agosto de 2015.

Foto: Michelle Kanaar

Sus árboles de banano y aguacate proporcionan a Leonor Mesille la mayor parte de su sustento. La fotografía lo capta en su dormitorio.

 

Batey Monte Coca, Républica Dominicana, 21 de agosto de 2015.

Foto: Michelle Kanaar

Luis Reminsente, de 72 años, tuvo que esperar cuatro años para cobrar su pensión. También perdió muchos de sus documentos durante el huracán George. En la fotografía puede verse lo que queda de su vivienda después del paso del huracán.

 

Batey Monte Coca, República Dominicana, 22 de agosto de 2015.

Foto: Michelle Kanaar

Ynocencio Yose, 86 años, espera su pensión desde hace un año y recientemente ha perdido la vista. Aquí se le ve en su casa, en Batey Monte Coca, República Dominicana.

 

San Pedro de Macoris, República Dominicana, 25 de augosto de 2015.

Foto: Michelle Kanaar

Jacques Cony, de 80 años, espera a que le reemplacen su bolsa de urostomía en el Hospital Regional Dr. Antonio Musa, en San Pedro de Macorís. Jacques lleva nueve años esperando su pensión. Su hijo, Papucho Cony, de 38 años, se hace cargo de él y lo lleva al hospital cada dos semanas. Papucho gasta alrededor de 20 dólares al mes en medicinas y transporte al hospital donde reemplazan la bolsa de urostomía de Jacques, indispensable tras sufrir una lesión relacionada con el trabajo. “Aquí hay un montón de personas de edad que mueren esperando cobrar sus pensiones”, afirma Papucho, “Mientras mi padre siga vivo, vamos a seguir intentándolo”.

 

Lea el artículo de Michelle Kanaar sobre los antiguos trabajadores haitianos del azúcar en Equal Times.

Este artículo ha sido traducido del inglés.