“La desobediencia civil y la movilización popular son fundamentales para evitar una catástrofe climática”

Entrevistas

Al tiempo que se pone en marcha la 20ª COP (Conferencia de las Partes para el Tratado de la Tierra) en Lima, Perú, el Director Ejecutivo de Greenpeace International, Kumi Naidoo, habla con Equal Times sobre la necesidad de un movimiento climático que logre impulsar la agenda más allá de estas conferencias anuales, hacia una movilización popular.

¿Por qué Greenpeace sigue asistiendo a las COPs si el resultado es siempre decepcionante?

Las COPs, con todos sus defectos, son la única esperanza que tenemos de alcanzar un tratado medioambiental justo y ambicioso. Si bien es verdad que seguimos ejerciendo presión en las COPs, eso no significa que estemos poniendo todos los huevos en una sola cesta. Sería muy imprudente, porque está claro que los países dominantes en el seno de ese sistema son los que en realidad nos están frenando.

 

¿En qué va a diferir la COP de Lima de la COP de París 2015?

En cierto modo es triste que los negociadores de los diferentes Gobiernos decidieran restarle importancia a Lima e invertir excesivamente en París. No se espera que Lima proporcione el tratado medioambiental tan ambicioso al que aspiramos, pero se espera al menos poder sentar las bases y conseguir varios acuerdos y compromisos iniciales para el establecimiento de un tratado significativo en París.

 

¿Qué se necesita para desarrollar un movimiento climático que lleve la lucha más allá de las COPs?

Tenemos que asegurarnos de que el cambio climático no se presente principalmente como una cuestión medioambiental, que es lo que ha venido sucediendo hasta ahora. El cambio climático es también una cuestión relacionada con el tipo de economía que queremos; es una cuestión de paz, porque es evidente que el clima repercute en el curso de los conflictos y las guerras; y es una cuestión que concierne también a las mujeres, porque cuando se producen muchos conflictos en una guerra, las mujeres y los niños son los que más sufren.

No tenemos que preocuparnos por salvar el planeta. El planeta no necesita que nadie le salve, porque si la humanidad calienta el planeta hasta el punto en que ésta no pueda continuar existiendo, el planeta seguirá estando ahí sin nosotros. Así que no nos preocupemos por el planeta. Lo que realmente debería preocuparnos es estar seguros de que podamos coexistir con la naturaleza, para que la humanidad pueda sobrevivir durante muchos siglos más.

También tenemos que entender que los políticos no van a actuar a menos que se vean fuertemente presionados. La historia nos enseña que la desobediencia civil es lo que hace falta para presionar a los líderes políticos, así que yo diría que el movimiento climático tiene que demostrar también un alto nivel de valor moral, para mantener una resistencia pacífica, pero estar dispuesto a arriesgarse a ser arrestado y sometido a la opresión del Estado.

 

¿La movilización popular es la única esperanza que tiene la humanidad en la lucha contra el cambio climático?

La movilización popular va a ser el factor decisivo a la hora de obtener la solución que necesitamos. La historia nos enseña que, en las ocasiones en que la humanidad se ha enfrentado a una injusticia o un desafío importante, las luchas sólo avanzaron cuando hombres y mujeres respetables aunaron fuerzas y dijeron “hasta aquí hemos llegado”, dispuestos a ir a la cárcel e incluso a poner su vida en peligro si hacía falta.

El cambio climático es probablemente un desafío mayor que todos los desafíos que la humanidad ha afrontado hasta el momento. Si la desobediencia civil fue una táctica adecuada en las luchas relacionadas con el movimiento anti-apartheid, los derechos civiles, los derechos de la mujer, la esclavitud, el colonialismo y otras situaciones, entonces estoy absolutamente convencido de que la desobediencia civil y la movilización popular son esenciales para conseguir estos cambios lo suficientemente rápido como para evitar una catástrofe climática.

 

¿Qué beneficios ofrece el desarrollo de alianzas entre los sindicatos y el movimiento verde?

Para mí, uno de los aspectos más positivos del movimiento en el que nos encontramos ahora es que, mientras que en el pasado se solía hablar de las “tensiones entre rojos y verdes” y el conflicto entre los intereses del mundo laboral y los intereses medioambientales, hoy se habla de una “alianza entre rojos y verdes”. Lo que necesitamos ahora es reconocer que estamos en el mismo barco.

 

Antes de París 2015, ¿qué se puede hacer para intensificar la movilización y la ambición climática a escala nacional?

La idea de que dispondremos de un espacio para la negociación sobre el clima en una capital, una vez al año, donde presentar el resultado completo sin un esfuerzo considerable a escala nacional es pura falacia.

La única manera de conseguir el movimiento que necesitamos de aquí a la COP de París es asegurarnos de que una movilización importante llegue a todos y cada uno de los países del mundo, de modo que cuando las delegaciones vayan a París lo hagan con los compromisos más ambiciosos y con la actitud más ambiciosa. No obstante, es preciso consagrar un esfuerzo especial con relación a determinados países, puesto que, de lo contrario, paralizarán la posibilidad de obtener un acuerdo en París.

También tenemos que aumentar el número de expresiones de apoyo visibles y pacíficas para que nuestros líderes políticos y empresariales adopten medidas urgentes con relación al clima. Tenemos que convencerles de que la naturaleza no negocia.

Este artículo ha sido traducido del inglés.