La victoria de Obama y las enseñanzas sindicales

Opinión

 

Puesto que tener razón con respecto a las elecciones no da dinero, perdónenme si no puedo dejar de pavonearme solamente por unas horas, después de haber acertado de lleno en el blanco, unas semanas antes y en un artículo anterior de Equal Times, los resultados electorales (que Florida terminaría en la escarcela de Obama y que los votos restantes provendrían de zonas esencialmente demócratas).

Sin embargo, pasemos rápidamente a la importante enseñanza que nos deja, porque la presunción no te lleva más lejos que a arrancar el primer bostezo de un amigo, y porque es una enseñanza que merece tenerse en cuenta.

Son muchas las razones que explican la victoria de Obama, sobre las cuales ya escribí en el transcurso de la campaña electoral: Romney era un candidato mediocre; el voto latino era importante (un problema a largo plazo para el Partido Republicano blanco); y, sí, efectivamente, algo se debe también al huracán Sandy, en gran parte porque recordó a la gente por qué es bueno tener un Gobierno.

Pero el elemento principal, la diferencia en todos los estados, pero sobre todo en Ohio, Florida y Virginia, fue la labor sobre el terreno.

Mientras Romney luchaba defendiéndose de sus correligionarios Rick Santorum y Newt Gingrich, la gente de Obama iba ganando la campaña.

No puedo decir si fue la estupidez o la envidia lo que llevó a los republicanos a desestimar públicamente la enorme disparidad entre la presencia sobre el terreno de las respectivas campañas.

Los transcriptores de comunicados de prensa (antes conocidos como “periodistas”) nunca entendieron la importancia fundamental de las oficinas de representación local porque la mayoría de ellos nunca habían trabajado en una campaña, y porque prefieren seguir a pie juntillas los acontecimientos de la campaña, o simplemente leer la información previamente envasada.

Pero, echemos una ojeada a la lista de oficinas locales en cada estado que publique hace dos semanas:

Ohio – Obama 137, Romney 39

Nevada – Obama 27, Romney 12

Iowa – Obama 68, Romney 14

Florida – Obama 106, Romney 52

Virginia – Obama 63, Romney 32

Colorado – Obama 65, Romney 14

Wisconsin – Obama 39, Romney 24

Carolina del Norte – Obama 55, Romney 24

New Hampshire: Obama 24, Romney 9

Estas oficinas locales envían voluntarios y personal a tocar puertas, caminar por las calles y hacer llamadas a los votantes. Lo hicieron durante muchos meses.

En Ohio, la ventaja fue superior a 3-1; en Florida fue de 2-1.

Los sindicatos estadounidenses fueron fundamentales en esta labor sobre el terreno.

Irónicamente, la decisión del Tribunal Supremo (conocida como “Ciudadanos Unidos”), que incrementó el nivel de corrupción legalizada para alcanzar un nuevo récord, también tuvo un inesperado efecto positivo.

Mientras que los multimillonarios de derecha podían dar cantidades infinitas de dinero en favor de Romney, por primera vez se permitió a los sindicatos comunicarse con los no miembros sindicales. Anteriormente, los sindicatos solamente podían dedicar fondos a la comunicación con los miembros del sindicato.

De este modo, en lugar de caminar por una calle y acceder solamente a algunos hogares, un representante sindical podía golpear en todas y cada una de las puertas que encontrara a su paso.

Cuando miré el número de oficinas locales quedé convencido, amén de otros datos (ciertamente me quito el sombrero ante el bloguero estadístico Nate Silver), de que Obama iba a ganar casi todos los estados donde libraba batalla sobre el terreno (excepto Carolina del Norte, que me parecía aún demasiado republicano, y que Obama ganó en 2008 con las justas).

Al final de la jornada, después de todo el despliegue publicitario y otros puntos de vista, alguien tiene más probabilidades de votar, y de votar por su candidato, si estrechó su mano o habló con usted por teléfono.

La gente tiene sed de contacto personal, necesita sentir que hay algo de humanidad detrás de la máquina electoral de millones y millones de dólares, una maquinaria que percibe la mayoría a través de la televisión.

Habiendo sido alguna vez candidato, no puedo decirle las veces que escuchará: “Bien, ya que me dedicó su tiempo, tiene mi voto”.

Esa es la mejor enseñanza que nos deja el día de las elecciones de 2012.

Es bueno recordarlo, ya que es una enseñanza importante para el movimiento sindical de todo el mundo.

No cabe duda de que los sindicatos tienen que utilizar nuevas técnicas, desde las comunicaciones hasta las estrategias del capital.

Sin embargo, debemos recordar que una persona adhiere a un movimiento porque ha tenido un contacto directo con otras personas.

Es la ventaja que tenemos sobre el poder corporativo. Somos, al fin y al cabo, un movimiento de personas.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.