Mujeres que luchan por la justicia y contra la violencia en Túnez

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Fotos por Isabelle Merminod

 

Cuatro años después de la revolución, Túnez cuenta con una nueva Constitución y ha celebrado recientemente elecciones. A pesar de todos sus progresos, aún queda mucho por hacer y las mujeres se mantienen en primera línea de la lucha por la construcción de un nuevo Túnez.

Con ocasión del Día Internacional de la Mujer, hablamos con seis mujeres decididas a forjar una sociedad equitativa y sin violencia.

 

Lina Ben Mhenni, bloguera

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Lina Ben Mhenni es una popular bloguera que, el 30 de agosto de 2013, fue agredida frente a una comisaría de policía, por la propia policía… mientras se encontraba bajo protección policial.

“En 2007 creé el blog A Tunisian Girl [bajo el gobierno de Zine al-Abidine Ben Ali]. Siempre había escrito para mí, pero cuando descubrí el concepto de blog decidí compartir mis escritos con el público. Los derechos humanos y la libertad de expresión pasaron a ser importantes. Para mí, la idea de censurar un blog es una especie de violencia… Me impides que me exprese. Cuando atacan a una bloguera, lo hacen porque es una mujer.

“Desde que Ben Ali dejó la Presidencia [en 2011], el grado de violencia verbal ha aumentado. Como soy conocida y continúo lanzando críticas, aunque gobiernen partidos políticos o extremistas religiosos, me he convertido en el blanco de distintos ataques. Empecé a recibir amenazas, amenazas graves [de muerte] que obligaron al Ministerio del Interior a ofrecerme protección policial. Pero incluso estando bajo protección policial fui atacada por la propia policía. Al mirar atrás, me doy cuenta de que fue una agresión planeada, no fruto del azar. No pienso olvidar el asunto. [Los policías] que participaron en ese ataque deben ser llevados ante la justicia y castigados. Lamentablemente, las fuerzas de seguridad sienten que pueden hacer lo que se les antoje en nombre de la guerra contra el terrorismo. El sistema judicial se está ocupando de ello ahora. Voy a continuar hasta el final”.

La Constitución de Túnez de 2014 defiende la igualdad entre hombres y mujeres, y promueve un equilibrio de género en el Parlamento. Túnez es uno de los pocos países del norte de África y Oriente Medio con tales estándares.

 

Mariam Touré, estudiante y activista

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Mariam Touré es una maliense estudiante de Derecho en Túnez. Captó la atención de la opinión pública con la carta abierta que escribió en octubre de 2014, denunciando el racismo y que suscitó un muy necesario debate público sobre el tema.

“Mis palabras son los gritos de una hermana perdida que no comprende por qué el color de su piel es objeto de burla”, escribía Mariam Touré en su ya famosa carta abierta.

En sus declaraciones a Equal Times en 2015, añade: “Se niega que existe. Pero aunque digan ‘¿qué estás diciendo? ¡En nuestro país no hay racismo!’ El racismo existe en las acciones, de palabra, en la forma de pensar. Un día, estando frente a un colegio con una amiga, un grupo de niños empezó a tirarme piedras, a insultarme. ¡Era un niño de siete años! Y enfrente estaba su padre, riéndose”.

Pero añade: “Túnez me ha influido enormemente, sobre todo la posición de las mujeres en el país. Las mujeres tunecinas tienen un cierto estatus. Las mujeres tunecinas —incluso por ley— están enormemente protegidas”.

Existen varias ONG que luchan contra el racismo en Túnez, como M’nemty y la Association des Etudiants et Stagiaires Africains en Tunisie (AESAT), que trabaja para proteger los derechos de los estudiantes del África subsahariana en Túnez.

 

Basma Khalfaoui, abogada

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Basma Khalfaoui aparece en la imagen con su hija durante un acto en recuerdo de su marido, Chokri Belaid, el abogado de izquierdas crítico con el islamismo político. Fue asesinado frente a su casa el 6 de febrero de 2013. Nadie ha sido un acusado de su asesinato.

“Después de su asesinato, justo después, afirmé que jamás se debe responder a la violencia con más violencia. Pedí a todos que respondieran a la violencia con ideas y palabras. Seis meses más tarde, esta fue mi respuesta frente a la violencia: la Fundación Chokri Belaid contra la Violencia. Hemos llegado a un punto en el que sabemos la verdad, toda la verdad, sobre el terrorismo, no sólo sobre el asesinato de Chokri Belaid. El asesinato de Chokri Belaid es la puerta que tienes que atravesar para llegar a la verdad sobre el terrorismo en Túnez. ¿Quién instaló el terrorismo en Túnez? ¿Quién trajo las armas a Túnez? ¿Cómo se hizo?”.

El mes pasado, la prensa informó que Mohamed Salah Ben Aissat, el nuevo Ministro de Justicia, ha dado prioridad a una nueva ley contra el terrorismo.

 

Mbarka Brahmi, política

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Mbarka Brahmi aparece en la imagen con su hija Sara durante un acto en recuerdo a su marido, Mohamed Brahmi. Mohamed era un diputado de izquierdas del parlamento tunecino. Fue asesinado el 25 de julio de 2013 frente a su casa, apenas seis meses después del asesinato de Chokri Belaid. Nadie ha sido un acusado de su asesinato.

“Al principio nosotras [Mbarka Brahmi y Basma Khalfaoui] estábamos en la misma situación, sufriendo el mismo dolor, la misma infelicidad y cada una de nosotras respondimos a nuestra manera. Tal vez yo, influida porque Mohamed era diputado”.

Mbarka decidió presentarse como candidata al cargo de su marido en Sidi Bouzid, epicentro de la revolución tunecina de 2011. Hoy es miembro del partido de la oposición, el Frente Popular, y resultó elegida en octubre de 2014. Junto a su escaño se sientan los diputados de un partido que muchos creen tuvo que ver en el asesinato de su marido.

A uno de estos diputados, le dijo: “Tengo un problema político con usted y por eso hay un expediente abierto en los tribunales contra usted: pero no puedo herir a nadie. Algunos miembros de ese partido jamás se han atrevido a dirigirse a mí…”

En 2014, resultaron elegidas 68 mujeres en un parlamento formado por 217 diputados. Las mujeres representan ahora el 31% de los diputados del país, una cifra superior a la de Francia (26%) y los Estados Unidos (18%).

 

Meriem Ben Mohamed, superviviente de una violación

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Meriem Ben Mohamed fue violada en 2012 por dos policías, cuando tenía 27 años. Para silenciarla, la acusaron de “ofender la decencia pública”, un delito que se castiga con seis meses de cárcel. Tras el revuelo internacional que suscitó su caso, se retiraron los cargos y sus atacantes fueron condenados a 14 años de cárcel. Meriem es la primera mujer en Túnez que lleva hasta el final el proceso de denunciar a unos funcionarios de policía en un caso de violación..

“Me gustaría que les sentenciaran a muchos años, para que ningún otro policía, o ningún otro hombre, se atreva más a violar a una mujer”, explicaba a Equal Times antes de conocerse el veredicto final en 2014.

Meriem se personó en unas 14 vistas a lo largo de 20 meses, esperando cada vez cerrar su traumática experiencia. Pero, en cada ocasión, tuvo que afrontar el juicio de una sociedad que considera que una mujer que ha sufrido un abuso sexual trae la vergüenza a su familia.

“La prensa se ocupó del tema; también en América, y enviaron una carta para el juicio… Eso me ayudó, porque aquí, en Túnez, nos preocupa la imagen internacional de nuestro país”.

Meriem está siendo de nuevo investigada porque sus atacantes la han acusado de amenazarles de muerte. “Tengo que continuar. Tal vez cuando no tienes nada que perder te haces más fuerte. Es cuestión de justicia y debo continuar”.

El 23 de abril de 2014, Túnez eliminó la mayoría de sus cláusulas de autoexclusión del Convenio sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDCM)

En noviembre de 2014 estaba previsto presentar un proyecto de ley sobre la violencia contra las mujeres en el Parlamento tunecino, pero ha sido retrasada.

 

Leila Gaaloul, trabajadora textil

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Leila Gaaloul trabajó durante 26 años en la industria de la confección. En los últimos años, para la compañía belga Jacques Bruynooghe Global (JBG). Un día de 2012, sus aproximadamente 300 trabajadoras llegaron a las siete de la mañana y encontraron la puerta cerrada. Sin avisar a nadie, la fábrica no volvió a abrir sus puertas. Leila lucha hoy por los derechos de las trabajadoras del sector textil con una ONG, el Foro Tunecino por los Derechos Económicos y Sociales.

“Antes de la revolución era mejor; [ahora] las empresas están aprovechando la debilidad del Estado y la falta de inspecciones para violar aún más nuestros derechos. En estos momentos estoy en paro. Estoy enferma y es absolutamente vital para mí recibir tratamiento médico y medicinas. Pero dentro de dos meses no tendré derecho a tratamiento médico porque caduca mi tarjeta de la seguridad social.”

Los activistas señalan que muchas trabajadoras de fábricas mayores, sufren trastornos osteomusculares (RSI) por haber tenido que repetir los mismos movimientos con la mano mientras trabajaban.

En junio de 2014, un tribunal tunecino dictó sentencia a favor de las 311 obreras despedidas ilegalmente por JBG. El juez ordenó a la compañía indemnizar a las trabajadoras con aproximadamente 4 millones de dinares tunecinos (aproximadamente 2 millones USD), en concepto de atrasos salariales, primas y despido improcedente.

Pero la compañía belga aún no ha abonado nada ya que está fuera del alcance de los tribunales tunecinos. Abogados sin Fronteras está analizando si puede hacerse cargo del asunto en Bélgica.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.