“Tenemos que ser realistas para seguir adelante con la transformación industrial”

Entrevistas

Durante la cumbre sindical del clima en París, los días 14 y 15 de septiembre, Brad Markell, director ejecutivo del Consejo de Sindicatos Industriales AFL-CIO, comentó a Equal Times los retos que plantea la regulación el calentamiento global al tiempo que ha de asegurarse la protección de los medios de vida de los trabajadores.

 
¿Tiene la AFL-CIO una posición oficial para la 21ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP21)?

No tenemos una posición oficial porque para ello se requiere pasar por nuestro Consejo Ejecutivo y celebrar una votación. No lo hemos hecho, por lo que no vamos a tener una posición oficial para la COP21. Sin embargo, en los Estados Unidos estamos trabajando en temas relacionados con la COP y la regulación en torno al cambio climático.

 
¿Apoyaría un acuerdo vinculante?

Depende de lo que se entienda por “vinculante”. Si se refiere a algo semejante a Kyoto, donde se plantean metas y sanciones en torno a objetivos numéricos, entonces no pienso que lo apoyaremos.

 
¿Por qué no?

Simplemente porque en los Estados Unidos no es políticamente defendible apoyar objetivos internacionales vinculantes.

El punto de vista de AFL-CIO es que para conseguir que los acuerdos climáticos sean vinculantes es preciso que se incluyan disposiciones en este sentido en los tratados comerciales. Por lo tanto, si un firmante no cumple con sus compromisos climáticos, o si no hace ningún tipo de compromiso climático, entonces no dispone de todas las ventajas de los tratados comerciales.

 
Sin embargo, los EE.UU. es uno de los principales países contaminadores del mundo. Si no se cuenta con el apoyo de los EE.UU., será todo el mundo el que pague las consecuencias. ¿Existe una sensibilización a este respecto en los EE.UU.?

Por supuesto que existe. Todo el mundo sabe la gran cantidad de emisiones que proceden de los Estados Unidos, todo el mundo es consciente de lo que el presidente Obama está haciendo para reducir las emisiones.

Pero lo que queremos, en los EE.UU., es fijar nuestros propios objetivos internos y no someternos a los objetivos externos, porque de ser así, será preciso pasar por el Senado y éste no va a aprobarlos.

Desde nuestro punto de vista es mucho mejor contar con metas voluntarias, porque la administración puede concluir este compromiso sin el Congreso.

 
De modo que si existiera un acuerdo vinculante a nivel de los Estados Unidos, ¿los sindicatos lo apoyarían?

Creo que existe una gran división entre el movimiento sindical. Algunos sindicatos, como el de los trabajadores mineros, United Mine Workers of America (UMWA), están muy preocupados por lo que está sucediendo con las cuencas mineras, con sus miembros y con sus jubilados. Un gran número de empresas de carbón se encuentra en bancarrota y los trabajadores temen perder su jubilación.

Un gran número de minas de carbón sindicalizadas se encuentran en zonas muy deprimidas y no disponemos de un programa para ocuparnos de estas personas ni de sus comunidades, así que la cuestión es muy difícil. Otros sindicatos están cien por cien a favor. Sin embargo, pienso que los sindicatos del sector de la energía apoyan en general un acuerdo, pero se muestran prudentes.

 
Los estudios han demostrado que el establecimiento de objetivos para el cambio climático provocará pérdidas de empleo, pero también creará puestos de trabajo. ¿Cree la AFL-CIO que podemos optar por empleos más verdes, dirigirnos hacia una economía más verde?

Sí, estamos convencidos de ello. Tenemos un estudio del Economic Policy Institute, un centro de investigaciones de orientación sindical, que muestra que nuestra planta de energía limpia, que se ocupa del sector eléctrico, tendrá una ganancia neta en materia de empleo.

La cuestión es que los empleos que van a perderse son los más sindicalizados, en una relación de tres a uno, que los puestos de trabajo que puedan generarse. Los empleos que se pierdan están mejor remunerados que los puestos que puedan obtenerse.

Por lo tanto, nos encontramos ante el siguiente esquema: sí, vamos a conseguir nuevos puestos de trabajo en las energías renovables, en la eficiencia energética y en toda la cadena de suministro; pero también creemos que van a exportarse muchos materiales de otros países y que una gran cantidad de los puestos de trabajo será de menor calidad, porque es muy difícil organizar un sindicato en los Estados Unidos. El nuevo sector de la energía es mayoritariamente no sindicalizado.

 
¿Cree que puede seguirse con la exploración del gas de esquisto en Estados Unidos, al tiempo que se lucha contra el cambio climático?

Realmente no vamos a parar la extracción de combustibles fósiles hasta encontrar tecnologías que pueden reemplazar a los combustibles fósiles como fuentes de energía.

De modo que, aunque quisiéramos decir: “no se hace más fracturación, o no se extrae más petróleo”, simplemente no vamos a hacerlo.

Tenemos que ser realistas para seguir adelante con la transformación industrial. Es esta perspectiva lo que va a llevarnos a cumplir los objetivos necesarios. No meras exhortaciones a dejar los combustibles fósiles sin explotar.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.