Un bloguero saudí destapa la corrupción de la familia real

Lleva menos de un año twiteando, pero ya ha conseguido más de 740.000 seguidores y se ha hecho famoso en Arabia Saudí.

Apodado “el WikiLeaks saudí” y conocido únicamente como @mujtahidd, ha publicado más de 5.000 mensajes y documentos bien fundamentados en los que ha filtrado información explosiva sobre la corrupción estatal y los excesos de la élite saudí.

Debido a sus tweets, incluso varios miembros de la familia real se han puesto hechos una furia y le han rebatido directamente sus acusaciones.

Sus tweets, que tratan sobre licitaciones deshonestas y turbios acuerdos militares, suelen publicarse por entregas, son tan detallados como el informe de un forense y rezuman sarcasmo.

Según los informes y traducciones disponibles en inglés, la abundancia del material que @mujtahidd ha sacado a la luz apunta a un individuo de alto rango con información privilegiada, una persona tan bien relacionada que algunos analistas opinan que incluso podría formar parte de la Casa Real saudí.

Hasta ahora, las críticas tan abiertas habían sido un tabú en Arabia Saudí, nación donde no se sintieron las protestas de la Primavera Árabe. Sin embargo, en el último año, los saudíes se han apuntado en masa a los medios sociales, en especial a Twitter, abriendo así un nuevo capítulo sin precedentes en el debate nacional.

Internet les ofrece protección y seguridad por ser multitud, lo cual da pie a denuncias a gran escala y a debates sobre la corrupción estatal, el claro desprecio de los miembros de la familia real e incluso la rebelión de las mujeres en contra de las restricciones a su libertad.

Según los cálculos, en el reino saudí existen más de tres millones de usuarios de Twitter, una cifra que aumenta a diario.

 Al parecer, los saudíes son la nacionalidad que más rápido crece en Twitter, lo cual probablemente explique por qué el príncipe saudí Alwalid bin Talal (el hombre más rico del mundo árabe) adquirió el 3,75% de las acciones de Twitter por 300 millones de libras esterlinas.

“Para nosotros, Twitter es como un parlamento”, explicó esta semana al New York Times el abogado de 31 años Faisal Abdullah.

“Pero no el tipo de parlamento que existe en esta región, sino un verdadero parlamento, donde la gente de todas las facciones del espectro político se reúnen para hablar libremente”.

 

Control

Aún así, Arabia Saudí tiene uno de los cortafuegos más restrictivos del mundo.

Al igual que China y Rusia, es una de las naciones a favor de las estrictas medidas de control de internet que propone la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), un organismo poco conocido de las Naciones Unidas.

La discusión del plan, incluido en una serie de enmiendas a los reglamentos internacionales de las telecomunicaciones, está programada para el mes que viene, cuando los ministros de las 193 naciones firmantes se reunirán en Dubai.

“Aunque resulte difícil de creer, internet se introdujo en Yemen y Jordania varios años antes que en Arabia Saudí [nota del editor: Arabia Saudí aplicó el acceso público a internet en 1999]…

La principal razón por la que internet se aplicó tan tarde es que debían garantizar los filtros adecuados”, explicó @mujtahidd a Equal Times.

“El régimen argumenta que lo hizo por la pornografía, pero en realidad se centra más en las cuestiones políticas.

Por ejemplo, la mayor parte de los documentos que publico no se pueden leer en el país”.

@mutjahidd afirma que el edificio que alberga los filtros y cortafuegos saudíes es “enorme y cuenta con cientos de trabajadores”.

En teoría está controlado por el Ministerio de Medios de Comunicación, pero en realidad es el Ministerio del Interior el que ejerce un control “total” sobre el mismo.

El activista lo tiene claro: todas las medidas que los regímenes represores intenten aplicar para limitar el acceso a internet acabarán fracasando.

Sin embargo, también expresó su escepticismo acerca de la postura estadounidense a favor de la libertad de expresión y de un internet abierto y libre en el contexto de la próxima Conferencia Mundial sobre Telecomunicaciones Internacionales (CMTI).

 “Estados Unidos es consciente de que Arabia Saudí no se limita a controlar la Red, sino que está usando tecnología con licencia estadounidense para ubicar y detener a los activistas”, señaló.

 

Libertad de expresión

Al preguntarle si le están intentando parar los pies, respondió que “por supuesto”, pero añadió que al parecer ahora han tomado la decisión estratégica de dejarle en paz.

“Supongo que saben dónde estoy, pero no quieren hacerlo público ni quedar avergonzados por las consecuencias que pudiera acarrear…

Están usando los servicios de las instalaciones de la CIA.

Lo sé y por eso estoy utilizando medios políticos para impedirles que hagan pública mi identidad y ubicación”.

Al preguntarle Equal Times si eso significaba que es una persona que “podría avergonzarles seriamente si le identificaban”, respondió que sí.

“Así es. Pero resulta difícil de explicar… Es bastante complejo y no se puede entender sin entender la mentalidad de la familia real saudí”. Sin embargo, reconoció que “si el régimen da cualquier pista sobre mi identidad, sería casi como aceptar que está totalmente expuesto en materia de seguridad”.

@mujtahidd afirma que no existe una traducción exacta del término que usa como hashtag, aunque a principios de este año explicó a www.owni.eu que hace alusión a “una persona que se esfuerza al máximo, con responsabilidad y sinceridad, para tratar un asunto”.

“@mujtahidd es el símbolo de una agresiva lucha contra la corrupción”, añadió.

“Una lucha que comienza desenmascarando a los corruptos y acaba con su destitución”.

“@mujtahidd no necesita hacer pública su identidad para lograr este objetivo.

De hecho, permanecer en el anonimato puede resultar ventajoso, por muchas razones”.

 Según explicó a Equal Times, la próxima serie de filtraciones que está preparando versarán sobre la batalla de sucesión en el interior de la Casa de los Saud. El activista insistió en que las familias reales europeas de la Edad Media parecerían “auténticos dechados de piedad y frugalidad” si se compararan con la familia real saudí.

Asimismo, afirmó que la fecha que escoge para publicar siempre depende del material que haya recopilado.

Primero verifica la exactitud de la información, antes de decidir si se trata de un asunto de interés público y cuándo y cómo sacarlo a la luz.

Su próxima filtración será explosiva. “He aumentado y disminuido la intensidad del material dependiendo del tiempo de que disponía y de la disposición de las fuentes.

Ahora me estoy centrando en advertir a la gente de la inminente disputa entre los miembros de la familia real, que puede volverse violenta”.

Hasta la fecha, su mayor objetivo ha sido Abdul-Aziz bin Fahd, el hijo menor del difunto rey Fahd, un hombre que, según afirma, “es el peor en términos de corrupción financiera”.

A principios de noviembre, el activista fue noticia en todo el mundo por su filtración sobre un extraordinario acuerdo de seguridad con milicias a cambio de dinero entre la Jordania ‘democrática’ y Kuwait, que lleva casi dos años de protestas a favor de la aplicación de reformas gubernamentales.

En el transcurso de 24 horas, @mujtahidd posteó una serie de tweets donde afirmaba que un acuerdo entre el Gobierno kuwaití, Jordania y otros países del Golfo Pérsico había ayudado a reprimir los levantamientos populares en Kuwait. @mujtahidd acusó al rey jordano Abdalá II de haber prometido 6 mil millones de US$ a los kuwaitíes en agradecimiento por haberle proporcionado 16.000 milicianos.

Por supuesto, la veracidad de estos datos no se puede comprobar.

Pero si uno se basa en las reacciones políticas y en los constantes, acalorados y detallados desmentidos de la familia real saudí queda claro que, sea quien sea, a @mutjahidd se le toma muy en serio.

 

Firma la petición en www.change.org/noalaincautaciondelared

Este artículo ha sido traducido del inglés.