“Una avalancha de formas precarias de trabajo” en Grecia

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“Vamos a mantenernos dentro del marco ya acordado, tanto en lo relativo a las finanzas como a las reformas”. Este es el mensaje dirigido por el Presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al concluir una reunión más de los ministros de Finanzas a principios de marzo para discutir las reformas económicas en Grecia.

Una de las cuestiones más difíciles en las negociaciones entre el Gobierno griego dirigido por el partido Syriza y las “instituciones” (entiéndase el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE)) concierne, sin embargo, la voluntad de Atenas de deshacerse de algunas de las reformas introducidas por los gobiernos anteriores.

Se refiere específicamente a varios decretos y leyes que han transformado profundamente el mundo del trabajo, en particular mediante la revocación de numerosos convenios colectivos concluidos a nivel tanto nacional como sectorial.

El resultado es que ahora son más bien los contratos individuales los que determinan los niveles salariales y las condiciones de trabajo de los trabajadores y trabajadoras griegos. Además, los convenios colectivos a nivel de empresa pueden incluir condiciones de trabajo menos favorables que las que normalmente se observan a otros niveles: una medida que la Troika y los gobiernos anteriores introdujeron con el fin de impulsar la competitividad.

Todos estos elementos han fomentado la proliferación, entre otros, de los servicios de subcontratación (externalización).

Sobre todo porque el Gobierno anterior duplicó el límite de tiempo durante el cual puede recurrirse a este sistema, pasando de 18 a 36 meses (pág. 20).

Entre tanto, se ha suprimido la condición impuesta a las empresas para invocar las necesidades urgentes, temporales o inesperadas para legalizar un contrato de este tipo más allá de los límites especificados.

“En los últimos cuatro años se ha observado una avalancha de formas precarias de trabajo”, señala Thanasis Danousis, Secretario General Adjunto de la confederación general de trabajadores de Grecia, la Geniki Synomospondia Ergaton Ellados-GSEE.

Muchas empresas extranjeras, incluyendo gigantes mundiales de la subcontratación, tales como Adecco, Manpower e ISS ahora ofrecen servicios de externalización en Grecia a un número creciente de empresas, que sacan provecho de un salario mínimo recortado que asciende a menos de 600 euros brutos al mes.

Aun cuando es difícil obtener cifras exactas sobre el número de trabajadores subcontratados en estas condiciones, Danousis calcula que son más de 100.000.

“Es una consecuencia inmediata de la supresión de los convenios colectivos y del enorme desempleo que afecta a una cuarta parte de la población”.

 

Las primeras víctimas: los jóvenes

Vaggelis Kitsonis, un desempleado de 31 años, trabajó hasta hace poco para una empresa de externalización de servicios telefónicos, Connect Phone.

Contratado en 2013, el joven firmó un contrato individual de trabajo, aun cuando él mismo se presentaba a los clientes como empleado de Vodafone, la marca de los productos que vendía.

Al cabo de dos meses, la empresa lo obligó a pedir su salida voluntaria para poder seguir trabajando para una nueva empresa asociada a Connect Phone, pese a no realizar tareas diferentes a las de su último trabajo.

“Mis compañeros de trabajo me hicieron saber que era una práctica común. De esta manera, los empleados pierden los aumentos salariales y no pueden reclamar un mejor salario ni indemnización por despido. Trabajaba duramente, pero me trataban de forma degradante y humillante. Me vi obligado a trabajar sin paga más horas de las debidas para alcanzar el número necesario de ventas exigido por la empresa.”

“Cuando me negaron mi licencia de vacaciones pagadas, no pude dejar de reclamar, lo que hizo que me despidieran antes de que el “germen” de la contestación se transmitiera a los demás trabajadores”.

Equal Times intentó comunicarse con Connect Phone sin éxito.

“Existe un vacío legal”, explica Panos Skourletis, ministro de Empleo del Gobierno de Alexis Tsipras.

“A veces las empresas utilizan subcontratistas para eludir la ley y las normativas existentes en materia de derecho social. Vamos a introducir normas estrictas que deberán ser respetadas por todos y a prohibir las prácticas ilegales”.

“Vamos a introducir una legislación que reinstaure los convenios colectivos y a reforzar los mecanismo de control. Todas estas medidas independientemente de las negociaciones en curso”, asegura Skourletis, manifestando así el deseo del Gobierno de resucitar un mercado de trabajo en pleno caos.

 

Este artículo ha sido traducido del francés.