Lanzan una campaña contra las condiciones de ‘esclavitud’ en una fábrica turca de artículos de lujo

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El movimiento sindical ha lanzado una campaña contra una de las marcas de lujo más famosas de Turquía.

Los miembros de sindicatos que trabajan en la empresa de artículos de cuero DESA (que produce artículos de cuero de diseño para marcas como Prada, Gucci, Debenhams, Whistles y Marks and Spencer, así como para su propia marca) son víctimas de una discriminación y un acoso sistemáticos.

El Sindicato de Trabajadores/as del Cuero y el Calzado (Deri-iş) está presente en las fábricas de la empresa desde el 2008, pero desde entonces los tribunales turcos han juzgado más de 50 casos de despidos improcedentes y acoso laboral en DESA.

DESA ha perdido la mayoría de los casos y los tribunales la han descrito como una empresa ‘antisindical’.

Para apoyar al sindicato Deri-iş, la federación sindical internacional IndustriALL y la Confederación Europea de Sindicatos han creado una petición contra DESA, en la que exigen la libertad sindical y el fin del antisindicalismo.

DESA es una de las empresas líderes de exportación de cuero en Turquía, con tres fábricas en Estambul, Duzce y Corlu que dan empleo a unos 2.000 trabajadores/as.

El organismo que antes era la Federación Internacional de Trabajadores/as del Textil, el Vestido y el Cuero y ahora forma parte de la IndustriALL lleva tiempo ejerciendo presión sobre DESA para que respete los derechos laborales. En consecuencia, en agosto del 2009, DESA y los sindicatos firmaron un protocolo de reconocimiento mutuo y DESA prometió respetar los derechos laborales.

Sin embargo, la dirección de DESA no ha cumplido plenamente el protocolo y ha seguido adelante con sus acciones antisindicales.

 

Esclavitud

En el documental del 2009 titulado ‘Como un pájaro enjaulado’, que se centra en la lucha por unas condiciones laborales decentes en las fábricas de DESA, Musa Servi, el presidente del Deri-iş, denunciaba: “La imagen de la empresa parece muy moderna, pero en realidad las condiciones en el interior son como en la época de la esclavitud”.

A menudo, los miembros de sindicatos que se quejan son señalados, insultados y sometidos a humillaciones públicas.

Además, todos los miembros de los sindicatos están obligados a trabajar en el mismo departamento para que estén aislados del resto de los trabajadores/as y no puedan ampliar el número de afiliados de los sindicatos.

La dirección de DESA utiliza muchos otros métodos de acoso para obligar a los sindicalistas a renunciar a su afiliación sindical o a su puesto de trabajo.

El tipo más frecuente de acoso ha sido el procedimiento de evaluación del rendimiento que discrimina a los miembros de los sindicatos obligándoles a firmar un documento de rendimiento laboral que la dirección solo ha redactado de forma parcial.

Cuando los miembros de los sindicatos se han negado a firmar dichos documentos, han recibido cartas de advertencia de DESA en las que les amenazaban con el despido.

Entre enero y abril de este año, 25 miembros de sindicatos recibieron 111 cartas de advertencia.

Algunos de ellos han interpuesto denuncias en los tribunales locales contra estas acciones discriminatorias.

Aunque algunos han ganado los juicios, otros no han tenido tanta suerte, lo cual les ha causado estrés y traumas psicológicos, según informa la IndustriALL.

“Esta larga historia de represión sindical debe acabar”, puntualizaron Kemal Özkan, el Secretario General Adjunto de la IndustriALL, y Luc Triangle, Secretario General Adjunto de la IndustriAll Europa.

“DESA no ha respondido a nuestros intentos de resolver el problema a través del diálogo.

Ahora pedimos a todos nuestros afiliados/as y aliados/as que se unan a nuestra campaña para que los trabajadores/as de DESA puedan gozar libremente de sus derechos fundamentales”.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.