Dirigente laboral coreano sufre un colapso tras una huelga de hambre de 16 días

 

Un destacado activista sindical surcoreano ha sido llevado de urgencia al hospital después de más de dos semanas de huelga de hambre.

[caption id="attachment_6106" align="alignnone" width="530"] Recientes protestas a las puertas de las oficinas del Comité de Transición Nacional (Foto/KGEU)
 

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Kim Jungnam, presidente del Korean Government Employees Union (KGEU), empezó una huelga de hambre el 15 de enero a las puertas de las oficinas del Comité de Transición Presidencial.

Protestaba por el despido de 137 funcionarios, incluidos él mismo y el Secretario General del KGEU Gwak Gyu-woon, por participar en actividades sindicales.

Jungnam y sus compañeros del KGEU reclaman además el reconocimiento legal del mismo como sindicato registrado y que el Gobierno coreano respete las normas internacionales fundamentales del trabajo.

Jungnam se está recuperando en el hospital tras el colapso sufrido, pero a pesar de la duración de la protesta el Gobierno se ha negado por ahora a entablar diálogo con el KGEU.

Los vicepresidentes del KGEU se han comprometido ha intervenir para proseguir con la huelga de hambre hasta que sus reivindicaciones sean satisfechas.

“Los empleados del Gobierno son los encargados de suministrar unos servicios públicos de calidad.

“Si el Comité de Transición y el Gobierno quieren tener mejores servicios públicos y una sociedad democrática, deben tomar medidas para reconocer al KGEU como interlocutor social y agente principal”, ha declarado el KGEU en una nota de prensa.

El sitio web de Labourstart está dirigiendo una campaña para exigir la reincorporación de los trabajadores/as despedidos y el reconocimiento del sindicato por parte de la Presidenta surcoreana entrante Park Guenhye.

Tras apenas unos días, la campaña ha obtenido ya más de 8.000 firmas.

 

Reconocimiento

El KGEU se creó en septiembre de 2009 después de una fusión de sindicatos de empleados del sector público.

Con sus más de 140.000 miembros en toda Corea del Sur, el KGEU se guía por los principios de reforma de los cargos públicos y de erradicación de la corrupción.

Sin embargo, el Gobierno se ha negado en dos ocasiones a legalizar el sindicato, alegando que entre sus miembros había trabajadores despedidos.

La mayoría de los miembros del KGEU fueron despedidos por haber protestado contra la promulgación de la Ley de Sindicatos de Funcionarios Públicos en 2004, ley que restringe los derechos laborales básicos de los empleados del Gobierno. Muchos otros fueron despedidos por criticar públicamente la política gubernamental en materia de derechos sindicales.

Por otra parte, desde su llegada al poder en febrero de 2008, el Gobierno saliente de Lee Myung-Bak ha venido reduciendo el sector público y externalizando cada vez más los servicios públicos.

En una reciente concentración organizada el 19 de enero, a la que asistieron 700 responsables del KGEU, el sindicato volvió a solicitar nuevamente a la Presidenta electa Guenhye y al Comité de Transición Presidencial que normalicen las relaciones laborales en el sector del Gobierno, que mejoren las condiciones de trabajo y que garanticen la libertad de asociación y los derechos sindicales.

Guenhye, que es la hija del ex dictador militar de Corea Park Chung-he, tomará posesión de su cargo el 25 de febrero.

Se ha comprometido al logro de la integración social.

No obstante, Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, ha hecho un llamamiento al Gobierno coreano para que entable un diálogo inmediato: “Ningún Gobierno debería mantenerse al margen y simplemente observar la desesperación de un líder sindical que pone en peligro su propia vida.

La respuesta es el diálogo.

“El mundo entero observa horrorizado el rechazo al diálogo y a la resolución del conflicto que está llevando a líderes sindicales a emprender este tipo de acciones.

Solicitamos al Gobierno que intervenga para resolver esta disputa.”
 

Este artículo ha sido traducido del inglés.