Bajos salarios y malas condiciones de trabajo, San Valentín espinoso para los floricultores keniatas

Bajos salarios y malas condiciones de trabajo, San Valentín espinoso para los floricultores keniatas

Con ocasión del día de San Valentín, es muy probable que sus flores provengan de Kenya. Pero pese a ser el cuarto mayor proveedor de flores cortadas del mundo, gran parte de su mano de obra sigue lidiando con pésimas condiciones de trabajo.

(AP/Ilya Gridneff)
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David Musyoka trabaja en una plantación de flores en la ciudad de Naivasha, situada a orillas del lago homónimo, núcleo de la floreciente industria del cultivo de flores de Kenya, situada a unos 80 kilómetros al norte de Nairobi.

Pese a que el país se ha posicionado como uno de los mayores exportadores mundiales de flores cortadas, que aportan a Kenya miles de millones de USD en ingresos, Musyoka dice que tanto él como sus compañeros de trabajo apenas ganan suficiente para sobrevivir.

“No podemos alimentar a nuestras familias a pesar del ajetreo que se registra en las plantaciones de flores”, comenta Musyoka a Equal Times. “La mayoría somos trabajadores temporeros. Cobramos alrededor de 70 USD al mes, en función de nuestra capacitación”, señala.

Este joven de 24 años es uno de los miles de trabajadores en floricultura en todo el país que soportan bajos salarios y malas condiciones de trabajo porque no tienen otra opción. Pese a contribuir considerablemente al crecimiento del sector, los trabajadores se ven expuestos a peligrosas substancias químicas, largas jornadas laborales, y las mujeres a menudo son víctimas de acoso sexual.

Según el consejo keniata de la floricultura Kenya Flower Council, el sector emplea alrededor de 500.000 personas, directa o indirectamente, contribuyendo en un 1,2% al PIB del país en 2015.

Estadísticas del organismo Horticulture Crop Directorate (HCD) indican que el sector de la floricultura exportó 122.825 toneladas de flores cortadas en 2015, aportando al país 62.900 millones de KES (620 millones de USD). Cuenta con un 38% de cuota de mercado en la UE, y es el cuarto mayor exportador de flores cortadas del mundo, por detrás de los Países Bajos, Colombia y Ecuador.

Representantes de la industria aducen que los casos de salarios insuficientes y malas condiciones de trabajo son aislados.

“Pagamos a nuestros trabajadores un salario decente y en línea con la legislación laboral”, afirma Charity Opon, directora de recursos humanos en la compañía Bigot Flowers Ltd., que obtuvo la certificación de Fairtrade Foundation en 2008.

“La mayoría de las firmas de floricultura son miembros del Kenya Flower Council, que se ajusta a las normas internacionales del trabajo” declaró Opon a Equal Times.

Constató asimismo que la mayoría de los productores de flores han suscrito las normas de sostenibilidad de flores ornamentales, Flower and Ornamental Sustainability Standards (FOSS), que aspira a garantizar que todas las compañías productoras de flores respeten unas buenas prácticas agrícolas, de gestión de recursos humanos, bienestar de los trabajadores y seguridad, así como de protección y conservación del medio ambiente.

“Si existen salarios bajos en algunas firmas, se trata de casos aislados que deben corregirse”, añadió Opon.

 

Sindicatos a la industria: cumplir con lo pactado

Durante años, los sindicatos han venido reclamando mejoras en las condiciones sociales y económicas de los trabajadores, especialmente en los sectores agrícola e industrial. No obstante, las empresas de la floricultura han sido acusadas de no respetar los convenios colectivos vigentes.

“Siguen existiendo enormes diferencias salariales entre los trabajadores en estas empresas. Las firmas no han mejorado las condiciones de trabajo a pesar de venir registrando beneficios”, comentó Francis Atwoli, secretario general de la central sindical Central Organization of Trade Union (COTU).

Atwoli señaló que pese a haberse firmado convenios colectivos con las firmas de floricultura, todavía no se están aplicando. “Aparte del incremento salarial, los convenios buscan mejorar las condiciones de trabajo”, indicó.

El secretario general dijo que el sindicato llegó a un acuerdo para aplicar un incremento salarial del 25% para al menos 60.000 trabajadores de la floricultura, mediante un convenio firmado entre la Asociación de Empleadores de la Agricultura y COTU. Pero afirma que algunas hojas de pago todavía no reflejan dicho incremento.

“No entiendo por qué algunas empresas no están aplicando aún el incremento convenido. Obtienen grandes beneficios de las exportaciones”, comentó.

 

Complicaciones comerciales en la UE

Mientras que los trabajadores se quejan de los bajos salarios, las firmas del sector han de hacer frente a nuevos desafíos que amenazan el futuro de las plantaciones de flores en Kenya. Retrasos en la firma de un acuerdo económico de asociación con la UE y los planes británicos de abandonar la Unión Europea plantean enormes desafíos al crecimiento de esta industria.

“El Brexit podría obligar al país a renegociar nuevas políticas comerciales bilaterales que complicarían aún más el acceso de las flores cortadas de Kenya al mercado británico”, indicó Jane Ngige, directora ejecutiva del Kenya Flower Council.

En los últimos años, el sector hortícola ha venido mostrando considerable inquietud también respecto a los retrasos en la firma de un Acuerdo de Asociación Económica (AAE) con la Unión Europea. Los esfuerzos desplegados en el país para firmar dicho acuerdo se han visto retrasados por los Estados miembros de la Comunidad de África Oriental, descontentos con determinados elementos esenciales del mismo.

Los expertos temen que en caso de no firmarse el AAE, las exportaciones de flores cortadas del país dejarían de entrar en la Unión Europea libres de aranceles, aplicándoseles una tarifa del 8%. Los principales mercados de Kenya incluyen los Países Bajos, el Reino Unido, Alemania, Francia y Suiza.

“Si no avanzamos rápidamente en la firma del AAE, corremos el riesgo de que se nos imponga una tarifa más elevada”, advirtió Ngige.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.