Breve guía para (tratar de) entender Venezuela

Breve guía para (tratar de) entender Venezuela
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El país caribeño pasa por un momento en el que el encuentro político que lleve a medidas eficaces para enderezar su rumbo, es clave. Productos básicos desaparecidos o a precios astronómicos, la inflación más alta con la gasolina más barata del planeta o la violencia, entre las más elevadas de la región, marcan el día a día en este país.

Para entender Venezuela hay que ir más allá de la dicotomía chavismo-oposición y ver los elementos clave que marcan el cotidiano de esta nación suramericana. Por el entorno político actual, algunos de estos elementos cobran ahora más relevancia. No obstante, distan de ser nuevos.

1. Petróleo

Venezuela es el país con la mayor reserva de crudo pesado en el mundo y de crudo liviano del hemisferio occidental. Es uno de los principales exportadores del mundo de esta materia prima y su economía depende casi por entero de este rubro, hasta el punto de ser la única vía de ingreso de divisas del Estado.

Según el informe de la OPEP de abril de 2016, la producción llegó a 2,53 millones de barriles diarios, lo que supuso una caída del 4,6% respecto al año anterior. Maquinaria obsoleta o defectuosa, falta de insumos que provienen del exterior y merma en la capacidad del personal son algunos de los factores que pueden influir en el descenso de producción.

A ello se suma la caída del precio del barril desde 2014. A la hora de redactar esta nota, se sitúa en 37 dólares USD por barril (unos 35 euros), muy lejos de los 100 dólares USD con que hace apenas unos años el Gobierno elaboraba los presupuestos del Estado, sin el respaldo de un sistema impositivo fuerte.

 

2. Inflación

Otro listado que lidera Venezuela es el de países con alta inflación. Según el Banco Central de Venezuela, la inflación cerró en 2015 por encima del 180%. De modo extraoficial, se supo que en junio de este año la cifra ya rondaba el 487,6% y diversos economistas prevén que llegue al 500% al cierre de 2016.

Aunque las cifras oficiales bailan, a pie de calle se percibe la subida de precios. Empezó a sentirse más fuerte en 2014, pero en los últimos meses, la variación de precios es casi semanal.

Por poner un ejemplo: el pasaje de autobús urbano costaba 2 bolívares en 2010 (alrededor de 0,2 dólares USD o euros), en diciembre de 2015 llegó a los bolívares 20 y en 2016 ha pasado de 35 a 60 bolívares.

 

3. Control de cambio

Para evitar la fuga de divisas, el Gobierno de Chávez ya impuso una década atrás el control cambiario. Actualmente se manejan tres tipos de cambio: dos oficiales y uno “paralelo”, fruto éste último del mercado negro de dólares, que a su vez ha aparecido por la dificultad de conseguir esta divisa por vías legales.

Con la caída del precio del petróleo, la restricción en la asignación de divisas se hizo mayor y la tasa paralela se ha disparado, siendo en muchos casos la que marca el precio de muchos productos en la calle.

 

4. Nuevos productos básicos

Hasta el pasado septiembre hablar de alimentos básicos como arroz, pasta o harina de maíz y de insumos de primera necesidad, como jabón, pasta de dientes o compresas, era hablar de escasez. En este momento hay dos fenómenos que confluyen.

Por un lado, se mantiene la escasez de algunos rubros, como el papel higiénico y los productos de higiene femenina. Esto se debe a la falta de producción nacional y la dependencia de importaciones y la caída de las mismas por falta de dólares, consecuencia a su vez de la monoproducción petrolera. Por otro lado, hay productos que han aparecido nuevamente en los anaqueles, pero su precio es prohibitivo para la mayoría de los venezolanos. Por poner un ejemplo, para comprar medio kilo de pasta larga (espaguetis) hay que emplear alrededor del 10% del salario mínimo.

 

5. Medicamentos

La ministra de Salud, Luisana Melo, explicó durante la presentación del informe de Derechos Humanos de Venezuela ante la ONU que el Sistema Nacional de Distribución de Medicamentos ha distribuido 255,39 millones de medicamentos (más de 9 por venezolano), y más de 32 millones de insumos médicos, y elaborado una lista de 230 medicamentos de alto costo que se entregan gratuitamente.

Las cifras oficiales contrastan con las de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), que sitúa la escasez de medicinas entre el 80 y el 85%.

Sobre los insumos médicos, la Red de Médicos por La Salud hizo una encuesta en 130 hospitales de 19 estados del país y, entre sus resultados figuran que: el 61% de los hospitales tiene fallas graves o absolutas de material médico quirúrgico; en el 94% hay tomógrafos averiados, y un 44% de los quirófanos está cerrado o inoperativo. Más allá de las cifras, un paseo por las redes sociales da cuenta de la búsqueda continuada de básicos: antibióticos, pastillas para la tensión y para la diabetes, entre otros.

 

6. Violencia

Aquí las cifras también bailan. La Fiscalía General de la República situó la tasa de homicidios de 2015 en 58,1 por cada 100.000 habitantes, lo que supondría una bajada con respecto al año anterior, cuando alcanzó los 62 por cada 100.000 habitantes. La cifra de alrededor de 17.000 homicidios contrasta con las más de 27.000 que da el Observatorio Venezolano de la Violencia, que sube la tasa hasta 90 homicidios por cada 100.000 habitantes.

La morgue de Bello Monte, en Caracas, se ha convertido en el indicador extraoficial que usan los medios para tomarle el pulso a la violencia. Sólo en octubre pasaron por sus instalaciones 506 cadáveres. En el instituto forense entran los fallecidos en situaciones de violencia, pero también aquellos que lo fueron en accidentes de tránsito o en circunstancias sin aclarar fuera de los centros hospitalarios, y no llegan sino los de la capital y alrededores.

 

7. Entorno político

Desde diciembre de 2015, la mayoría de la Asamblea Nacional (Parlamento) está conformada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), agrupación de numerosos partidos opositores al Gobierno de Nicolás Maduro, sucesor político del fallecido presidente Hugo Chávez. A través de varias demandas impuestas por el Ejecutivo, el Tribunal Superior de Justicia ha anulado distintas iniciativas parlamentarias, como la de establecer un corredor humanitario para la llegada al país de insumos médicos. En este caso, el argumento esgrimido es que la propuesta suponía una injerencia en las competencias del Gobierno.

Desde principios de año la oposición ha promovido un referéndum revocatorio (figura contemplada en la Constitución de Venezuela) con el objetivo de sacar a Maduro del poder.

Tras la consecución de varias etapas, y a una semana de realizarse la recogida del 20% de las firmas del padrón electoral (casi 4 millones) con el aval del Consejo Nacional Electoral (CNE) como etapa última antes del plebiscito popular final, varios tribunales estadales interpusieron denuncias por vía judicial al proceso, bajo la acusación de fraude. El CNE frenó el referéndum -el pasado octubre–. La reacción de la MUD fue llamar a diversas acciones de calle, entre ellas una multitudinaria marcha en Caracas y la promesa de que, si en los próximos días el Gobierno “no restituía el hilo constitucional”, se marcharía a Miraflores, el palacio presidencial.

A los pocos días se anunció la mediación del Vaticano en un diálogo Gobierno-oposición, que ha tenido como resultado la celebración de tres reuniones (a lo largo del mes de noviembre y primeros días de diciembre). Se establecieron distintas mesas de trabajo y una hoja de ruta común para llegar al entendimiento en diversas acciones de carácter urgente, como la liberación de los presos políticos o la creación de mecanismos para que el sector público y privado traigan al país alimentos y medicinas. Avanzado diciembre, a la vez que el Ejecutivo aplazaba la siguiente reunión para el diálogo al 13 de enero, la oposición se levantaba de la mesa, alegando que el Gobierno no estaba cumpliendo con los acuerdos.

This article has been translated from Spanish.