¿Cómo palían las empresas croatas la escasez de mano de obra local fruto de la emigración? Yendo a por trabajadores extranjeros y jubilados

¿Cómo palían las empresas croatas la escasez de mano de obra local fruto de la emigración? Yendo a por trabajadores extranjeros y jubilados

Earlier this year, the Croatian government changed the labour laws to allow retirees to work part-time.

(Alamy Stock Photo/ Martin Moxter)

El vino es un negocio de tradición familiar para Toni Katunar. Su familia lleva décadas produciendo vino y sus 20.000 viñas están situadas en la paradisíaca isla de Krk, la más grande de Croacia. Situada al norte del Adriático, Krk es un popular destino turístico, alabado por sus bellos paisajes, su mar turquesa y su excelente gastronomía.

Sólo hay un problema: los katunares tienen muchas dificultades para encontrar mano de obra disponible. "Sólo contratamos a diez trabajadores en la división agrícola del negocio, pero en los últimos años nos ha resultado difícil encontrar incluso a diez personas", explica Katunar en una entrevista telefónica con Equal Times. Este año, por primera vez, han contratado a cuatro trabajadores extranjeros, de Albania.

El caso de Katunar no es aislado: la escasez de mano de obra se ha convertido en un problema grave en Croacia, el Estado miembro más joven de la Unión Europea. Según estimaciones de la Cámara de Comercio Croata, Croacia ha perdido más de 500.000 trabajadores en los últimos diez años debido a la jubilación y la emigración. La llamada "fuga de cerebros" se convirtió en un problema flagrante tras la adhesión del país a la UE en 2013, cuando los trabajadores croatas tuvieron libre acceso a empleos mejor pagados en Europa occidental.

Según cifras del Anuario Estadístico de la República de Croacia de 2018, unas 150.000 personas han abandonado el país desde 2013, mientras que sólo han retornado 62.000.

Se cree que la cifra real es mucho mayor, ya que muchos croatas se trasladan al extranjero sin inscribirse en el registro de la comisaría de policía local, conforme a lo que marcan las leyes de residencia.

En los últimos años, la emigración se ha convertido en un tema de debate recurrente en Croacia. Constantemente aparecen noticias que hablan de autobuses que se dirigen a Alemania o a Austria, cargados de jóvenes en busca de trabajo, procedentes en su mayoría de las regiones más pobres del este y del centro del país. Los partidos políticos incluyen ahora la cuestión demográfica en sus manifiestos y el Gobierno ha declarado como una de sus máximas prioridades revertir el declive demográfico croata.

"[El gobierno] implementó algunas medidas positivas, por ejemplo aumentó las prestaciones por hijo", dice Sanja Klempić Bogadi, investigadora asociada senior del Instituto de Migración y Estudios Étnicos de Zagreb. Pero no es suficiente, advierte: "Las medidas demográficas, para ser buenas, deben ser a largo plazo. Necesitan implementarse de forma continuada, incluso cuando cambia el Gobierno, y los resultados no son inmediatos".

Planes de contratación optimistas y realidades ambivalentes

La escasez de mano de obra de Croacia puede haberse exacerbado por la despoblación, pero la raíz del problema se encuentra en la "ola de jubilaciones anticipadas de los años noventa", explica Bogadi. Después de la desintegración de Yugoslavia, las empresas estatales comenzaron a reducir su tamaño y a cerrar, en medio de acuerdos de privatización (a menudo dudosos). Compraron la "paz social" enviando a la gente a jubilarse anticipadamente. "El resultado fue que las personas que aún pertenecían a la categoría de trabajadores activos se jubilaron demasiado pronto", explica Klempić Bogadi.

Este año, las empresas croatas tendrán la oportunidad de contratar a más trabajadores extranjeros para cubrir las vacantes, ya que el Gobierno ha duplicado las cuotas de licencias de trabajadores extranjeros de 31.000 en 2018 a 65.100 en 2019. En junio de 2019 se habían emitido ya unas 33.578 licencias. Hasta ahora, la mayoría de los trabajadores extranjeros proceden de los países de la antigua Yugoslavia, como Bosnia y Herzegovina, Serbia, Macedonia del Norte y Kosovo, seguidos de los trabajadores de Albania y Ucrania. Sin embargo, dado que los países vecinos también están sufriendo los efectos de la "fuga de cerebros" hacia Europa occidental, los empleadores croatas podrían empezar a buscar en países como la India, Pakistán y Filipinas, según sugirió recientemente un representante de la Asociación de Empleadores Croatas (HUP).

HUP ha acogido con satisfacción la decisión del Gobierno de aumentar las cuotas para los trabajadores extranjeros y, además, ha estado presionando para que se cambie la legislación laboral y se elimine por completo el sistema de cuotas. Ello permitiría a los empleadores contratar tantos trabajadores como necesiten en el extranjero, si no encuentran a croatas disponibles de inmediato.

Esta asociación de patronos no respondió a nuestra petición de comentarios sobre las cuotas. Los sindicatos croatas, por su parte, se oponen firmemente a este modelo, avanzó Kresimir Sever, presidente de los Sindicatos Independientes de Croacia (Nezavisni hrvatski sindikati). "La Asociación de Empresarios Croatas y los inversores extranjeros quieren una mayor flexibilidad laboral, lo que de hecho significaría convertir lentamente a Croacia en un país neocolonial. Los sindicatos croatas no son xenófobos, pero a nadie le interesa que continúe la fuga de cerebros de Croacia mientras importamos una mano de obra mucho más barata. Esto sólo puede servir a los intereses de los empleadores", argumentó Sever.

Aunque los salarios han aumentado en los últimos años, los trabajadores croatas siguen estando entre los peor pagados de la UE. Según Eurostat, en 2018, el coste medio de la mano de obra por hora en Croacia era de 11 euros, lo que representa un aumento del 8% desde 2017 (año en que dicha cifra ascendía a 10,10 euros). Sin embargo, Sever teme que este aumento de mano de obra extranjera pueda generar un descenso de los salarios, si se suprime completamente el sistema de cuotas.

Sostiene que unos salarios más altos y unos contratos mejores y a largo plazo (actualmente Croacia tiene un número récord de trabajadores con contratos temporales (20,7% según Eurostat) ayudarían a reducir la emigración de la mano de obra activa de Croacia.

Sin embargo, el Gobierno no deja de subrayar que el aumento de las cuotas para los trabajadores extranjeros no es lo único que está haciendo para mejorar el mercado laboral. "En los dos primeros años de su mandato, el Gobierno ha asignado unos 601 millones de euros (4.500 millones de kunas) para medidas de empleo, y este año se han asignado 270 millones de euros adicionales (2.000 millones de kunas)... es la mayor cantidad jamás asignada a medidas de empleo, lo que ha dado lugar a la contratación de 96.000 nuevos trabajadores", explicó el Ministerio de Trabajo a Equal Times por correo electrónico.

Dependencia del turismo

Si bien algunas de las medidas fueron muy bien recibidas, como la provisión de formación adicional a los trabajadores, otras han resultado más controvertidas. A principios de año, el Gobierno modificó la legislación laboral para permitir que los jubilados trabajen a tiempo parcial. Para los que llevan cotizando 32 años, la pensión estatal media en Croacia asciende a aproximadamente 330 euros (2.500 kunas). En Croacia, las personas mayores de 65 años son las que más riesgo tienen de caer en la pobreza. En teoría, el trabajo a tiempo parcial les permite aumentar sus ingresos sin perder su pensión. Los empleadores acogieron con beneplácito el cambio, con la esperanza de atraer a los jubilados como trabajadores estacionales. Sin embargo, los críticos sostienen que los jubilados deberían poder disfrutar de sus bien merecidas pensiones sin tener que complementarlas con trabajo a tiempo parcial.

La cadena multinacional de supermercados Spar provocó recientemente la ira en las redes sociales al anunciar empleos a tiempo parcial para pensionistas, en sus tiendas de la costa. Bajo el eslogan "Ven a la playa con Spar", promete a todos los nuevos jubilados toallas gratuitas, protector solar gratuito y mucho tiempo libre para nadar en el mar, pero no menciona nada sobre alojamiento gratuito. Este incidente coincidió con una campaña de los sindicatos a favor de un referéndum para que la ciudadanía se pronuncie acerca de mantener la edad de jubilación en los 65 años (en lugar de aumentarla a 67 años en 2033) y para limitar la penalización de la jubilación anticipada.

El turismo, junto con la salud y la construcción, son los sectores que más escasez de mano de obra están experimentando. El sector representa el 19,6% del PIB croata (datos de 2018), y la actual falta de trabajadores se debe a un aumento del número de empleos temporales y estacionales disponibles durante la temporada turística.

Eduard Antic, presidente del Sindicato de Turismo y Servicios de Croacia (Sindikat turizma i usluga Hrvatske), piensa que gran parte del problema se debe a la estructura fiscal no competitiva de Croacia. "Tenemos un IVA general muy alto (25%) y un IVA bastante alto en la industria turística (13%), más elevado que el de muchos otros destinos turísticos cercanos. Por lo tanto, los empleadores no pueden aumentar los salarios tanto. Si los impuestos en el turismo fueran más bajos, y si los empleadores aumentaran los salarios y ofrecieran contratos no estacionales a la gente, apuesto a que muchos optarían por quedarse en el país", argumenta. Ya se han anunciado disminuciones del IVA (tanto en el IVA general, al 24%, como del IVA para la industria turística, al 10%) para 2020. Pero las repercusiones de esta reducción tardarán algún tiempo en notarse. Una solución más inmediata parece ser la contratación de más trabajadores extranjeros.

En 2019, la cuota de trabajadores extranjeros en el sector del turismo se incrementó inicialmente de 8.930 a 15.611. Luego, el 19 de junio de 2019, el Gobierno decidió aumentar el número de licencias existentes para los trabajadores extranjeros del turismo en 2.000 y en 1.000 en la industria de la construcción. Fue la respuesta al llamamiento de los empresarios croatas y de la HUP, advirtiendo que "el éxito de la temporada turística estaba en peligro debido a la falta de trabajadores".

Aunque un aumento de la mano de obra extranjera puede resolver temporalmente el problema de la escasez de mano de obra de Croacia, Klempić Bogadi advierte que tal estrategia debe formar parte de un plan de inmigración más amplio y bien elaborado, algo de lo que carece Croacia. "Tenemos un plan de acción para la migración que se centra en los solicitantes de asilo, los refugiados y los inmigrantes indocumentados, pero carecemos de una estrategia de migración a largo plazo", explica.

El Índice de Política de Integración de los Migrantes más reciente, de 2015, clasificó a Croacia en el puesto 30, de 38 países, señalando que "las políticas croatas que mejor promueven la integración se encuentran en los ámbitos de la legislación europea". No obstante, advirtió que estas condiciones legales "pueden verse socavadas por los procedimientos más bien discrecionales aplicados por las autoridades", y que las políticas y los fondos futuros deben abordar lagunas políticas tales como "cursos de idiomas relacionados con el trabajo, acceso a formación profesional y a becas de estudio, apoyo educativo específico para los niños más allá del aprendizaje de idiomas, derechos y acceso a la salud y un plan de salud para los migrantes, discriminación contra los ciudadanos no comunitarios".

De las advertencias de Klempić Bogadi parecen hacerse eco las recientes agresiones ocurridas en la costa croata, donde trabajadores de origen serbio fueron agredidos en la isla de Brac y en la ciudad de Dubrovnik. A medida que se incorporan cada vez más trabajadores extranjeros al país con el apogeo de la temporada de verano, se hace cada vez más urgente una estrategia migratoria integral.