Confección de compresas reutilizables para mejorar la higiene y empoderar a las mujeres de República Democrática del Congo

Confección de compresas reutilizables para mejorar la higiene y empoderar a las mujeres de República Democrática del Congo

Divine Ntakobajira, a seamstress for the Uwezo Afrika Initiative, displays two Maisha Pads ready for use. September 2021, Bukavu, DRC.

(Moïse Makangara)

Nada más entrar al taller vemos bolsas llenas de compresas. A lo largo de esta mañana de septiembre, se entregarán 1.300 unidades producidas localmente. “Hoy nos dedicamos exclusivamente a cortar. Otro día lo dedicaremos a coser”, explica una costurera para justificar los ruidos de tijeras que se pueden escuchar en la sala. Aquí se fabrica, desde 2018, Maisha Pad, una gama de compresas reutilizables fabricadas a partir de telas recuperadas en el mercado local de Bukavu, en la región oriental de la República Democrática del Congo (RDC).

“Se fabrican completamente con fibras de algodón y poliéster renovables, que son absorbentes e impermeables. Se limpian antes de coserlas para que las compresas no provoquen enfermedades”, explica Douce Namwezi, directora de Uwezo Afrika Initiative, la organización no gubernamental (ONG) que puso en marcha esta iniciativa. Esta ONG, con sede en Bukavu, promueve el empoderamiento de las mujeres y las jóvenes y aboga por el acceso al derecho a la salud sexual y reproductiva.

En la RDC, el acceso a las compresas es un quebradero de cabeza para las mujeres. Según un sondeo de U-report, el 31% de las mujeres encuestadas consideraban que la falta de recursos económicos eran la dificultad principal a la que se enfrentaban durante su menstruación.

Para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA): “El acceso limitado a medios seguros para gestionar su higiene menstrual y a medicamentos contra el dolor limita las oportunidades profesionales de las mujeres y las niñas”.

Uwezo Afrika Initiative, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de las mujeres, distribuye sus compresas en las escuelas, los orfanatos y entre las familias de renta baja. “Muchas niñas, cuando les viene la regla por sorpresa en la escuela, se ven obligadas a volver a casa y no regresan a la escuela hasta que no finaliza su menstruación. Gracias a nuestra solución, estas niñas pueden aguantar todo un día”, explica Douce.

También hay ventajas para la salud. “Las compresas importadas que utilizaba antes me producían alergias. Desde que utilizo estas ya no me pasa”, cuenta Thérèse Lushoka, una usuaria. Otra ventaja: la reducción de residuos. “Con las compresas importadas puedes tirar tres al día, y esto contamina el medio ambiente. No es el caso con Maisha Pad porque un lote de tres compresas se puede utilizar durante un año”, explica Douce Namwezi. En tres años, Uwezo Afrika ha producido más de 30.000 compresas que se han distribuido en la ciudad de Bukavu y la provincia de Kivu del Sur.

Oportunidad de empleo para las mujeres

En la sociedad congoleña, esencialmente patriarcal, la mayor parte del trabajo formal es realizado por hombres. “En la RDC, la mayoría de las mujeres no pueden trabajar y deben ocuparse solamente de las tareas domésticas”, explica Marcelline Budza, coordinadora de Rebuild Women’s Hope, una ONG que promueve el empoderamiento de la mujer congoleña mediante la cultura del café. Su organización ha creado una casa de la mujer donde se imparte formación para las mujeres de costura y corte, repostería, liderazgo, etc.

“El tiempo dedicado a las tareas domésticas no remuneradas afecta a la posibilidad de las mujeres de dedicarse al trabajo productivo y, en el caso de las adolescentes, de poder continuar sus estudios y seguir sus deseos y ambiciones”, subraya el informe Igualdad entre los sexos: ¿cuál es la situación en la RDC?, publicado por UNICEF. El proyecto Maisha Pad genera ocho empleos directos.

“Desde la adquisición de las materias primas hasta la distribución, involucramos a las mujeres en toda la cadena de producción. Gracias a lo que ganan, participan en las mutuas de solidaridad, ahorran un poco de dinero y contribuyen a los gastos del hogar”, explica Douce Namwezi.

Según el Banco Mundial, el 73% de la población congoleña vivía con menos de 1,90 dólares (1,63 euros) al día en 2018. Una situación que intenta remediar Uwezo Afrika Initiative. “Con las compresas reutilizables solo gasto 5 dólares [4,3 euros] al año. Con las compresas desechables podía llegar a gastar 6 dólares [5,1 euros] al mes”, explica Thérèse Lushoka. Un paquete de tres compresas de Maisha Pad cuesta 2,5 dólares (2,1 euros) al año. Además, la ONG ha creado un servicio que permite a las mujeres revender las compresas en su comunidad y promover de este modo el emprendimiento. “Ofrecemos a las mujeres y a las farmacéuticas la posibilidad de revender nuestros productos. Con cada venta pueden ganar 2 céntimos de dólar de comisión”, explica Douce Namwezi.

Divine Ntakobajira, de 22 años, es una costurera especializada en la confección de compresas. Desde hace unos meses trabaja en Uwezo Afrika Initiative. No pudo terminar sus estudios por falta de medios, pero gracias a su trabajo Divine puede ayudar a varios de sus hermanos menores, y, así, también a sus padres.

“Gracias a este trabajo ahora puedo mantenerme. No necesito a un hombre para vestirme ni para cubrir mis necesidades”, explica esta autodidacta que ahora camina con la cabeza bien alta. “Decidí trabajar para ayudar a mis padres. Una mujer que no trabaja tiene muchos problemas en la vida”, dice. Ahora sueña con abrir su propio taller de costura donde poder enseñar costura a otras mujeres.

Mientras tanto, gracias a lo que ahorra, Divine invierte en pequeñas actividades que generan ingresos. “Logro ahorrar 30 dólares [26 euros] al mes. Con este dinero me lancé al comercio de zapatos para mujeres. Compro zapatos que distribuyo a crédito a las mujeres del barrio. Después de dos semanas me pagan. Esto me permite diversificar mis fuentes de ingresos”, explica.

Acabar con el tabú en torno a la menstruación

A pesar de los numerosos éxitos, Uwezo Afrika Initiative afronta muchos desafíos. “Todas las materias primas que utilizamos son importadas, lo que hace que los costes de producción sean muy elevados. Además, evolucionamos en una comunidad donde la gran parte de la población vive bajo el umbral de la pobreza, lo que hace que muchas mujeres quieran tener nuestros productos gratuitamente. Actualmente no podemos ofrecerlos gratuitamente porque financiamos la producción con medios muy limitados”, explica Douce Namwezi.

Sin embargo, el desafío principal sigue siendo el tabú en torno a la higiene menstrual. “En África, la menstruación es un tema tabú que no se aborda en público. Cuando intentamos sensibilizar sobre esta cuestión, la gente nos toma por depravadas, cuando la mujer debe acceder a servicios de higiene menstrual de calidad para poder desarrollarse plenamente”, estima Douce. A través de campañas en las redes sociales y la sensibilización en el terreno, Uwezo Afrika Initiative rompe cada día los mitos sobre la menstruación y permite a las mujeres participar en el proceso de desarrollo de sus comunidades.

This article has been translated from French.