El obstruccionismo del FMI puede dar por tierra el acuerdo entre Grecia y la eurozona

El martes, tras varias semanas de arduas negociaciones entre el Gobierno griego recién electo a finales de enero con Syriza a la cabeza y los ministros de Finanzas de la zona euro (el denominado Eurogrupo), se llegó a un acuerdo de compromiso.

 

El acuerdo prorroga el préstamo actual concedido por la eurozona en situaciones de crisis a Grecia, que debía expirar el 28 de febrero, por un período adicional de cuatro meses.

El martes, los ministros apoyaron el plan de reforma del Gobierno para los próximos meses, tal como se plasma en una carta de siete páginas enviada al Eurogrupo la noche del lunes por el ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis.

Ciñéndose estrechamente a la plataforma de lucha contra la corrupción en base a la cual fue elegido, el nuevo Gobierno se compromete a incrementar los ingresos tributarios mediante la adopción de medidas contra la evasión, el contrabando de mercancías gravadas y el fraude fiscal.

En deferencia al Eurogrupo, promete “no hacer retroceder las privatizaciones que se han completado”, pero también se compromete a “revisar las privatizaciones aún no iniciadas”, de acuerdo con una promesa de Syriza durante la campaña electoral.

El Eurogrupo, que actúa en nombre de la Comisión Europea, declaró que el plan de reformas establecido por el ministro griego es “suficientemente exhaustivo” y concedió la extensión del préstamo.

Sin embargo, el FMI rompió filas con su antiguo socio de la Troika y criticó el acuerdo entre Grecia y la eurozona por no exigir la plena aplicación de las condiciones de los préstamos acordadas por el Gobierno derrotado en las elecciones de enero.

En una carta enviada al ministro de Finanzas neerlandés y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, publicada en el sitio web del FMI, la Directora Gerente del Fondo, Christine Lagarde, condenó el acuerdo porque “no aporta garantías claras de que el [nuevo] gobierno tiene la intención de emprender las reformas previstas” por el gobierno anterior.

Entre las críticas concretas de Lagarde al acuerdo entre Grecia y la eurozona figura la falta de “compromisos inequívocos para continuar las políticas ya acordadas... con respecto a las reformas del mercado de trabajo” prometidas por el gobierno anterior.

Estas reformas incluyen nuevas restricciones al derecho de huelga y otras actividades sindicales y la supresión de la exigencia de notificar con anticipación todo despido colectivo.

El FMI aparentemente se opone a la negativa del gobierno de Tsipras de aplicar una mayor desregulación del mercado de trabajo, la cual, conjuntamente con las medidas de austeridad, ha dejado sin empleo a una cuarta parte de la población activa de Grecia.

En cambio, en el acuerdo con el Eurogrupo, Grecia promete “ampliar y desarrollar el programa existente que proporciona empleo temporal a los desempleados” y abordar con “un nuevo enfoque ‘inteligente’ la negociación salarial colectiva que equilibre las necesidades de flexibilidad con la equidad... y, con el tiempo, aumentar los salarios mínimos... en consulta con los interlocutores sociales y las instituciones europeas e internacionales, incluida la Organización Internacional del Trabajo”.

Evidentemente, el FMI ha abandonado rápidamente el papel de “policía bueno” que a veces desempeña en la Troika europea, lo que probablemente puede atribuirse más a un hábil mecanismo de relaciones públicas del Fondo que a cualquier otro motivo, para convertirse en el “policía malo” de la Troika.

La rígida posición a favor de la austeridad del FMI podría hacer fracasar el acuerdo entre Grecia y la eurozona al fortalecer a los partidarios de la línea dura contra el acuerdo en los parlamentos que deben ratificarlo, entre los que se incluye el Bundestag, de Alemania. Aunque técnicamente el acuerdo de la eurozona es independiente del programa de préstamos del FMI, algunos gobiernos han insistido en que Europa solo desembolse los préstamos conjuntamente con los del FMI.

El préstamo del FMI se extiende hasta marzo de 2016, pero los desembolsos están sujetos a revisiones trimestrales del Directorio del Fondo.

En efecto, en su carta a Dijsselbloem, Lagarde amenazó con retener los desembolsos adicionales del FMI tomando como punto de partida el acuerdo entre Grecia y el Eurogrupo: “Para mí es importante hacer hincapié en que el éxito de los debates sobre una conclusión de la revisión [del préstamo del FMI] no puede confinarse a las políticas señaladas en la lista del Gobierno [griego]”.

A través de su postura obstruccionista, el FMI todavía puede destruir el frágil compromiso alcanzado el martes y relanzar la crisis de la eurozona.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.