El "puente a Europa" de China abre una brecha entre Croacia y Bosnia

El "puente a Europa" de China abre una brecha entre Croacia y Bosnia

Chinese engineers overlook the site of the new Peljesac Bridge, which is scheduled for completion in January 2021. It is the first project party financed by the European Union to be built by a Chinese company.

(Jelena Prtoric)

“Fue un espectáculo fascinante, una escena que nadie había presenciado antes en Croacia. Llegó a la bahía un enorme barco llevando la grúa más grande del mundo. Luego se hundió diez metros por debajo del nivel del mar, descargó la grúa y otras dos embarcaciones más pequeñas”, recuerda Ivo Jerkovic, hotelero de 24 años. "Todo el pueblo estaba afuera, de pie en el muelle o mirando desde sus ventanas y balcones", relata.

Desde entonces, la grúa y el barco se han convertido en parte del paisaje de la bahía de Komarna, un pueblo en el sur de Croacia. Durante el invierno, viven en este poblado solamente 60 personas, es tan pequeño que ni siquiera tiene tiendas, restaurantes ni escuelas. Sin embargo, en los últimos meses, el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, varios funcionarios gubernamentales y numerosos equipos de televisión han pasado por este pueblo para visitar la obra de construcción más grande del país.

A mediados de enero, en las aguas de Komarna, una empresa china de vías y puentes, la Chinese Road and Bridge Corporation (CRBC), con sede en Pekín, inició la construcción de un puente de 2,4 kilómetros de largo y 55 metros de altura que unirá el territorio nacional de Croacia conectando la región de Dubrovnik con el resto de la Croacia continental.

El aspecto más notable es que el puente Peljesac también es el primer proyecto financiado por la Unión Europea que será construido por una empresa china.

En 2017, Croacia (Estado miembro de la Unión Europea desde 2013) obtuvo fondos de Bruselas para construir el puente, que se considera un proyecto de infraestructura histórico. La Comisión Europea acordó subsidiar la construcción con 357 millones de euros, que cubren el 85% del costo total –estimado en 420 millones de euros–. “Sé cuánto espera el pueblo croata este puente y me alegro de que la Unión Europea pueda, con sus fondos, formar parte de este nuevo capítulo de la historia del país", señaló Corina Creţu, comisaria de política regional de la Unión Europea en su momento.

Para el Gobierno croata, el proyecto se considera ante todo como un movimiento geoestratégico que reunirá al país. La costa de Croacia está actualmente dividida por el denominado "corredor de Neum", una franja de 20 km de tierra perteneciente al país vecino, Bosnia y Herzegovina. Tras la desintegración de Yugoslavia en 1991, Bosnia-Herzegovina heredó este territorio, que anteriormente había pertenecido al imperio otomano. Desde entonces, una frontera internacional de este país separa las ciudades croatas de Split y Dubrovnik.

El nuevo puente debería reducir las filas de espera en la carretera costera croata conocida como la "Magistrala". En temporada alta, cuando miles de turistas se dirigen a Dubrovnik (uno de los destinos turísticos más concurridos del Mediterráneo), es posible pasar horas de espera en las filas de los cuatro controles fronterizos de Neum. Además, el puente se considera una inversión importante para la seguridad fronteriza, ya que el Estado miembro más nuevo de la Unión Europea aspira a formar parte del espacio sin fronteras Schengen en los próximos años.

La población de Komarna ha acogido con entusiasmo la llegada de la empresa china CRBC. No les molesta ni siquiera el ruido de los pilares clavados en el fondo del mar. "Ya nos acostumbramos", dice Jerkovic, quien ve en el proyecto de construcción una oportunidad en oro. Por primera vez, su pequeño hotel familiar está completamente lleno durante el invierno gracias a los aproximadamente 70 ingenieros que trabajan en el proyecto. También planea abrir un restaurante chino en junio, para satisfacer el paladar de los cientos de trabajadores chinos que se espera vendrán a trabajar en la obra en un futuro próximo.

Siembra la discordia con Bosnia y Herzegovina

Los habitantes de Neum, la única ciudad costera de Bosnia, se muestran un poco más ambivalentes. Dario Krmek, propietario de una de las dos piscifactorías en Neum, dice que espera con entusiasmo el puente. "Francamente, será mejor para nosotros. En julio y agosto, se requieren hasta dos horas para cruzar las fronteras... así que, si te encuentras en medio de un atasco, no puedes volver a casa”, cuenta Krmek, quien vive a solo un par de metros de la frontera norte de Neum con Croacia. Aunque la granja de Krmek está bastante cerca de la obra en construcción, afirma que hasta ahora no ha visto ningún cambio en la actividad alimenticia de los peces. "De ahora en adelante voy a llamarles ’peces del puente’’”, comenta en tono de broma.

A solo un par de cientos de metros por la carretera, Mato cuenta una historia diferente. Ha trabajado en el sector del turismo toda su vida, y su hotel y restaurante Jadran, ubicado junto a la carretera costera principal que pasa por Neum, se ha convertido en una conocida parada para los cientos de autobuses que viajan por la costa croata. Los pasajeros se detienen en el establecimiento de Mato para comer algo en el restaurante, disfrutar de las vistas al mar desde su terraza o comprar un souvenir en su tienda. Algunos pasan la noche en sus instalaciones de cuatro estrellas y muchos regresan, como le gusta presumir a Mato. Una vez terminado el puente, Mato afirma que todo cambiará: "Me temo que algunas personas podrían perder su negocio".

Los 4.600 habitantes de Neum viven principalmente del turismo, lo que ha influido en gran medida en el desarrollo de la ciudad, que es un mosaico de complejos hoteleros, grandes villas y casas de vacaciones.

Mato está construyendo un nuevo hotel, más cerca del mar, en un intento por atraer al tipo de turista que puede elegir Neum como destino final en lugar de considerarlo solamente una parada antes de viajar por la costa croata.

La frustración de Mato con respecto al puente refleja la postura oficial de Bosnia sobre el proyecto. Las autoridades de Sarajevo se oponen al proyecto, alegando que Croacia bloqueará de forma inadvertida los 20 km de acceso del país al mar abierto, evitando que los grandes barcos puedan entrar en el puerto de Neum. Aun cuando Croacia ha insistido en que el puente no viola ninguna ley internacional, dos de los tres miembros recién electos de la presidencia de Bosnia (tras las elecciones generales de octubre) han dicho que Bosnia tiene derecho a interponer una demanda contra Croacia ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar de Hamburgo, en Alemania.

Región abierta a las inversiones chinas

La controversia en torno al proyecto Peljesac no se limita a Bosnia. En tanto que primer proyecto financiado por la Unión Europea construido por una empresa china, la construcción del puente ha sido sometido desde el primer día a un exhaustivo control. Tras perder la licitación, la empresa austriaca Strabag acusó a CRBC de practicar un dumping de precios, ya que el precio ofrecido por CRBC fue un 20% más barato que el de Strabag. Su denuncia fue finalmente desestimada por los tribunales croatas.

En una respuesta por escrito a Equal Times, la representación de la Comisión Europea en Zagreb señala que “cuando la UE no tiene un acuerdo internacional vigente sobre contratación pública [como en el caso de China], sigue correspondiendo al Estado miembro en cuestión tomar la decisión de permitir que las empresas de estos países participen en una licitación".

No obstante, la Unión Europea parece seguir de cerca las actividades chinas en los Balcanes.

En un artículo publicado en octubre de 2018, el New York Times citó a funcionarios no identificados de la Unión Europea indicando que observarán "el proceso de contratación de trabajadores chinos en China, una vez que esté en marcha, por posibles violaciones de las leyes laborales comunitarias". En una entrevista con Politico, el comisario de política europea de vecindad, Johannes Hahn, afirmó que "aunque en los últimos años gran parte de la preocupación occidental por los Balcanes se ha centrado en el papel de Rusia, hay más razones para sentirse inquieto con respecto a China, que ha hecho varias inversiones importantes en proyectos de infraestructura”.

Los proyectos de China en los Balcanes forman parte de la iniciativa china denominada la Franja y la Ruta, una extendida red mundial de proyectos de infraestructura e inversión. En los Balcanes, una región con una infraestructura derruida, hay docenas de empresas conjuntas en las que participan empresas chinas, tales como una nueva autopista en Montenegro que está construyendo CRBC, una fábrica de acero en Smederevo, Serbia, comprada por Hesteel, y seis grandes proyectos de centrales de carbón planificados o en curso en Bosnia y Herzegovina.

"Nuestros países no tienen fondos suficientes para invertir en grandes proyectos de infraestructura, pero China sí", señaló el expresidente croata Stjepan Mesic en una entrevista telefónica con Equal Times. Desde la expiración de su mandato presidencial en 2010, Mesic se ha convertido en asesor principal de la Cámara de Comercio Internacional de la Ruta de la seda y trabaja para promover los intereses comerciales chinos en Croacia. Afirma que las empresas chinas han expresado su interés en adquirir una parte del puerto de Rijeka, así como en la construcción de una nueva infraestructura ferroviaria en Croacia. "Estas inversiones podrían ser beneficiosas no solo para Croacia, sino que también mejorarían la conexión entre China y la Unión Europea".

Sin embargo, en el caso del puente de Peljesac, la CRBC puede estar buscando más que rendimientos financieros. "Este proyecto ha sido muy importante para los chinos, no solo por los beneficios, sino también para entrar en el mercado de la Unión Europea".

Quien habla es Sinisa Malus, portavoz de la asociación de empresas del sudeste de China, CSEBA, que es una organización de empresarios que promueve las inversiones chinas en Europa oriental y Asia central. CSEBA actuó como consultor de CRBC y la asesoró sobre cómo presentar una oferta en la Unión Europea.

Desde el inicio de la construcción del puente Peljesac, CRBC ha abierto una oficina local en Zagreb y, a juicio de Malus, esto es solo el comienzo. "Han venido para quedarse", afirma Malus. "No creo que su interés se limite al puente Peljesac". Aun cuando la finalización de la construcción del puente está programada para enero de 2021, Malus dice que "muchas empresas chinas ya han mostrado interés en otros sectores, como los viñedos, el turismo y los bienes raíces".