Encuesta mundial 2022 de la CSI: un mundo al borde de la recesión

La crisis mundial del coste de la vida está obligando a trabajadores de todo el planeta a luchar denodadamente para llegar a fin de mes. La Encuesta mundial 2022 de la Confederación Sindical Internacional (CSI) ofrece una cruda visión de un mundo precario al borde de la recesión.

En dos de cada cinco hogares (43%) se ha perdido empleo u horas de trabajo, y una de cada dos personas (51%) afirma que sus ingresos se han estancado o se están quedando por detrás del coste de la vida.

Las desigualdades y las injusticias subyacentes a la base del fallido sistema económico, con enormes déficits en cuanto a la regulación corporativa y financiera, han quedado brutalmente expuestas y se han profundizado de forma masiva con la pandemia de covid-19. Las deficientes respuestas de los gobiernos a la actual crisis sanitaria están generando más precariedad, desigualdad y una profunda crisis de salud pública.

Los propios cimientos de la democracia y la economía global se han hecho pedazos. Los gobiernos, amedrentados por la codicia corporativa, no actúan en interés de los trabajadores. El hecho de que el 56% de las personas encuestadas afirme que el miedo a las repercusiones les impediría denunciar malas prácticas empresariales nos deja claro que la responsabilidad social corporativa ha fracasado, repercutiendo en las bases que los trabajadores necesitan para un nuevo contrato social:

  • Empleo: al 66% de las personas le preocupa la pérdida de empleo.
  • Derechos: al 55% le preocupa el debilitamiento de la legislación laboral, mientras que el 53% afirma que los índices de violencia en el trabajo han aumentado.
  • Salarios: una de cada diez personas (13%) no dispone de ingresos suficientes para cubrir necesidades básicas como vivienda, comida y electricidad. Tres cuartas partes de las personas (72%) creen que el salario mínimo no es suficiente para llevar una vida digna.
  • Protección social: el 87% está a favor de un acceso asequible a la sanidad, pero al 67% le preocupa la capacidad de los sistemas sanitarios para afrontar los desafíos actuales.
  • Igualdad: al 66% le preocupa la desigualdad de ingresos y oportunidades entre hombres y mujeres.
  • Inclusión: el 69% cree que el sistema económico favorece a los ricos.

La encuesta (realizada por la empresa mundial de sondeos YouGov en nombre de la CSI) muestra claramente que los trabajadores son conscientes de que el progreso económico y social se ha estancado o está en recesión. El sistema económico favorece los intereses de unos pocos, mientras que los servicios públicos se encuentran al límite y los derechos de los trabajadores están en peligro, con un aumento de la violencia y el acoso en el trabajo.

Pero los trabajadores tienen claras sus reivindicaciones. Saben que la respuesta es un nuevo contrato social basado en empleos respetuosos con el clima, derechos, salarios, protección social, igualdad e inclusión:

  • El 60% confiaría más en su gobierno si este incrementara el salario mínimo y se comprometiera con el trabajo decente.
  • El 69% quiere que los gobiernos hagan más para asegurarse de que las empresas paguen la parte que les corresponde de impuestos.
  • Más del 80% está a favor de la protección social: una sanidad asequible, una educación asequible, una pensión decente, licencia por maternidad y prestaciones por desempleo.
  • El 62% quiere que su gobierno promueva la paz, el empleo y los derechos humanos.

Apoyamos a los trabajadores en sus objetivos de paz con un progreso social y económico inclusivo que proporcione prosperidad y un futuro sostenible.

Ahora mismo estos objetivos están fuera del alcance de muchas personas. Pero con la aplicación de estas demandas claras, con un nuevo contrato social, podemos cambiar el rumbo y crear una economía que funcione para los trabajadores.

Esto es urgente. Gobiernos y empresas tienen que establecer de inmediato un plan de acción para presentar un nuevo contrato social y empezar a reparar los daños.