Madres y trabajadoras, ¿obligadas a elegir entre seguridad laboral y flexibilidad?

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“Yo no diría que he elegido ser freelance; sino que ésta es la única forma que encontré de trabajar”, afirma la presentadora de televisión Hanane Spiers. En tanto que madre viviendo en Londres, ejerciendo la profesión de maestra de ceremonias, actriz y modelo, es una de las cada vez más numerosas trabajadoras autónomas o freelancers.

“Me di cuenta de que era la única opción que tenía para poder estar en casa o dar un paseo por el parque con mi hijo y ser feliz en la carrera que he elegido sin que mi vida se volviese monótona”, comenta a Equal Times.

Muchas madres han encontrado un equilibrio entre vida laboral y vida familiar difícil de alcanzar, especialmente si trabajan a tiempo completo. Con el aumento de la digitalización, la definición de trabajo ha cambiado fundamentalmente, planteando interrogantes sobre si muchos trabajadores autónomos son equitativamente remunerados, o están adecuadamente protegidos.

A medida que la clásica relación empleador-empleado se restringe cada vez más, Thiébaut Weber, Secretario Confederal de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), afirma que las plataformas digitales han impulsado de manera importante el aumento de las trabajadoras y trabajadores autónomos en la Unión Europea.

“La digitalización presenta enormes desafíos para los sindicatos, así como un gran número de oportunidades, pero también numerosas amenazas”, señala Weber a Equal Times. “Los gobiernos, las autoridades públicas y los sindicatos deben anticiparse a este fenómeno para asegurar que el nuevo mundo del trabajo se fundamente en la solidaridad, la protección social y los derechos, no en las desigualdades”.

Según un informe de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), las formas atípicas de trabajo, incluyendo las actividades de freelance o trabajo autónomo, representan ahora una tercera parte del empleo en los 35 países de la OCDE. En el Reino Unido por ejemplo, el número total de trabajadores autónomos asciende a 1,91 millón, con un gran número en los sectores artístico, editorial y de medios de comunicación. Las mujeres representan el 40% de este total.

El número de madres autónomas en el Reino Unido aumentó entre 2008 y 2015 un 70%, con un aumento del 24% solamente entre 2012 y 2014. Según las cifras publicadas por la Asociación de Profesionales Independientes y Autónomos del Reino Unido (IPSE, por sus siglas en inglés), una de cada siete madres que trabaja en el Reino Unido (alrededor del 15% o 287.000 mujeres) lo hace actualmente como trabajadora autónoma o freelance.

Sin embargo, Weber sigue mostrándose cauteloso.

“Depende de las modalidades. Yo no estoy firmemente en contra del autoempleo, ya que intento proteger a todos los trabajadores”, afirma. “Pero no voy a promoverlo como una solución milagrosa para las madres, que es como las empresas desean presentarlo”.

 
Pros y contras

No cabe duda de que trabajar como autónomo puede ofrecer ventajas tales como la selección de los puestos de trabajo, clientes y horas de trabajo. El control y la flexibilidad son elementos especialmente buscados por las madres que desean equilibrar su carrera profesional y su vida familiar.

Spiers, por su parte, señala: “Se reduce al simple hecho de que puedo estar con mi hijo en el momento en que lo desee, salvo cuando está en la escuela. Mi vida se rige por mis elecciones y mis decisiones.

“Puedo ser seleccionada por la Casa Real para presentar una cena de gala un día y al día siguiente encontrarme haciendo un trabajo promocional que implique la captura de datos en una exposición”, afirma. “Algunos pueden encontrar esta situación desalentadora, pero esta variedad es un aspecto del trabajo autónomo que he llegado a disfrutar”.

No obstante, una mayor flexibilidad también significa una mayor precariedad, especialmente para las madres que trabajan, señala Tatjana Ždanoka, eurodiputada letona del Grupo de los Verdes/ALE del Parlamento Europeo. Ždanoka es autora de un informe titulado Sobre la creación de unas condiciones en el mercado laboral favorables para la conciliación de vida privada y vida profesional, que presentó al Parlamento Europeo en septiembre.

“Apoyo el ‘trabajo inteligente’ mediante una combinación de flexibilidad, autonomía y colaboración, que no requiere necesariamente la presencia de la persona en el lugar de trabajo y le permite gestionar sus propias horas de trabajo”, explica la eurodiputada a Equal Times.

"Sin embargo, una mayor flexibilidad puede dar lugar a una intensificación de la discriminación que padecen actualmente las mujeres en el mercado de trabajo, en la forma de ingresos más bajos, formas de empleo atípicas y una responsabilidad desproporcionada de las tareas domésticas no remuneradas”, señala, al tiempo que añade que se requieren adaptaciones legislativas para prevenir la discriminación.

“También rechazamos el cambio de una cultura de presencia hacia una cultura de disponibilidad permanente, que en parte es el resultado de modalidades de trabajo flexibles”, asegura.

Además, existen otras desventajas para las madres que ejercen su profesión en forma independiente donde la flexibilidad se da a costa de la seguridad del empleo, tales como la falta de ingresos regulares, vacaciones no pagadas, la ausencia de planes de pensiones, la imposibilidad de contar con bajas por enfermedad, ni con períodos de calma en el trabajo.

Para las madres trabajadoras autónomas esta situación podría traducirse en la ausencia de ingresos fijos para planificar su presupuesto, ahorrar dinero y pagar las facturas. “Si decido tomar vacaciones, tener otro hijo o si caigo enferma, o si mi hijo me necesita debido a problemas escolares o de enfermedad, tengo que asegurarme de poder sostenernos financieramente, ya que si no trabajo no recibo ningún tipo de ingreso”, señala Spiers.

A esta situación se suma la presión para que las madres trabajadoras autónomas acepten todo tipo de trabajo disponible.

“La necesidad de hacer trabajos solamente para mantenerme financieramente puede resultar negativo para mi carrera profesional. Por ejemplo, aunque me gusta el trabajo promocional, algunas veces puede implicar largas horas de pie”, indica Spiers.

Weber también destaca que si bien la brecha salarial de género afecta a la mayoría de las mujeres trabajadoras, las madres autónomas son particularmente vulnerables al hecho de contar con ingresos más bajos que los de sus homólogos masculinos.

“Los trabajadores autónomos necesitan tiempo para trabajar, pero también para buscar más trabajo. Las mujeres cobran lo mismo que los hombres, pero su disponibilidad es diferente”, explica Weber. “Conciliar las actividades de atención familiar, buscar trabajo y luego efectuar el trabajo es un terreno claramente propicio a las desigualdades. Esta es la razón por la que necesitamos una legislación y regulaciones para los autónomos”.

 
Permiso parental y el cuidado de los hijos

El atractivo del trabajo autónomo para las madres es más evidente debido al elevado costo del cuidado de los niños, lo que puede representar un obstáculo importante para que las madres acepten puestos de trabajo a tiempo completo. Una reciente encuesta del sitio web para padres del Reino Unido, Mumsnet, sugirió que hasta el 37% de las madres volvería a trabajar a tiempo completo si pudiera disponer de cuidados infantiles asequibles.

“El cuidado de niños es clave aquí tanto para las mujeres trabajadoras como para las autónomas, de modo que tener un hijo no ejerza un impacto negativo en la carrera profesional de una persona”, señala Weber.

El informe de Ždanoka también reconoció que el cuidado de los niños es un factor importante que influye en la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo y exhorta a los Estados miembros de la Unión Europea a “garantizar” un acceso asequible y de calidad a la “educación infantil y atención a la infancia”.

Ždanoka quiere “acabar con el estereotipo de que la mujer es la única capaz de asegurar los cuidados familiares”. Pide a la Comisión Europea que presente una “directiva sobre el permiso de paternidad” para garantizar que los hombres reciban una licencia mínima obligatoria remunerada para asumir su parte de la responsabilidad parental y “reducir la discriminación contra las mujeres en el mercado de trabajo”.

Si los padres dispusieran de mejores y más largos periodos de permiso parental, ¿se convertiría el trabajo a tiempo completo en una opción más atractiva para las madres, en oposición al trabajo a tiempo parcial o al trabajo autónomo?

Suecia tiene un historial de mucho éxito en la conciliación de la vida laboral y la vida familiar. Casi el 80% de las madres con hijos menores de seis años trabajan, lo que representa la tercera cifra más alta de Europa.

Anita Valberg, asesora principal del sindicato sueco de periodistas, el SJF, explica a Equal Times que Suecia tiene un sistema de permiso parental muy desarrollado, donde madres y padres tienen derecho a un permiso parental de ocho meses cada uno, es decir, un total de 16 meses por niño. Además, se reservan 90 días exclusivamente para el padre.

Valberg explica: “En Suecia, el cuidado de los niños implica el pago de una cuota en función de los ingresos, pero también tiene un límite para que el cuidado de los niños sea asequible para casi todo el mundo”.

Mientras tanto, Weber sostiene que los trabajadores autónomos o freelancers necesitan una mayor protección.

“Hay margen para más reglamentaciones y para que los sindicatos informen mejor a las trabajadoras y trabajadores autónomos”, afirma. “Necesitan organizarse en sindicatos y tener acceso a protecciones sociales. Con la negociación colectiva podemos establecer condiciones equitativas para la remuneración y normas decentes para todos aquellos y aquellas que ejercen su profesión de forma autónoma”, concluye.