La juventud africana, voz de la protección del medio ambiente en el continente

La juventud africana, voz de la protección del medio ambiente en el continente

Briquette du Kivu workers, seen here in 2018, produce briquettes made from recycled biodegradable waste. Used as fuel, they replace charcoal and therefore help to preserve Congolese forest resources.

(Briquette du Kivu)

La mañana del 4 de julio, Murhula Zigabe, de 29 años, visita lo que denomina “la base”, una unidad de producción de briquetas que creó en 2018. Situada en la ciudad congoleña de Bukavu, utiliza este recinto para el reciclaje de residuos orgánicos y no orgánicos. “En el Foro de París sobre la Paz de 2018, nuestro proyecto fue reconocido como uno de los 160 proyectos que pueden contribuir a la promoción de la paz en el mundo”, comenta Murhula.

“Nuestra empresa tiene tres actividades principales: la transformación de residuos biodegradables en combustible ecológico en forma de ‘briquetas’ para reemplazar el combustible de madera (que contribuye a la deforestación a gran escala); la producción, a partir de residuos vegetales, de proteínas que pueden alimentar a los animales; y la creación de jardines colgantes para los hogares urbanos”, relata Murhula Zigabe, gerente general de la empresa Briquette du Kivu. En solo tres años, la empresa de Murhula ha instalado varios miles de jardines en escuelas y hogares en Bukavu, ha reciclado más de 500 toneladas de residuos, ha producido más de 300 toneladas de briquetas y ha suministrado varios miles de árboles frutales a los hogares de Bukavu.

Resultados que Murhula atribuye a su pasión por recrear el vínculo entre los seres humanos y la naturaleza. “Si vivimos el cambio climático es porque el hombre ha decidido sacrificar la naturaleza optando por el sobreconsumo”, denuncia el empresario, que se ha convertido en un referente para su comunidad. Su último hallazgo: un sistema de domesticación de moscas soldado gracias a las que podrá producir alimentos para pollos y peces. Espera limitar la tala de árboles con este proyecto. “Para tener soja, hay que talar árboles, para tener palmito, hay que talar árboles. Con este proyecto, reduciremos la tasa de tala de árboles”, afirma Murhula.

Del reciclaje a la reforestación, pasando por la creación de medios de comunicación especializados en el medio ambiente o la sensibilización de las comunidades locales, la juventud africana se activa en todo el continente con el fin de interactuar con su medio ambiente de una manera más sostenible.

Según la Iniciativa forestal de Centroáfrica (CAFI por las siglas de Central Africa Forest Initiative), la República Democrática del Congo (RDC) ocupa el tercer lugar entre los países tropicales de todo el mundo en términos de pérdida de bosques, después de Brasil e Indonesia. Entre 2001 y 2019, la RDC perdió más de 14,6 millones de hectáreas de superficie forestal. Un flagelo que la CAFI atribuye a la pobreza, la necesidad local de tierras y productos forestales, así como el elevado aumento de la población. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), África Central ha perdido más de 3,1 millones de hectáreas en cinco años.

Conseguir que las comunidades locales se apropien de la lucha por la protección de la fauna y la flora congoleñas es también la lucha de Gorilla FM, una estación de radio creada por los miembros del Club RFI Bukavu, una asociación de oyentes de Radio France Internationale. “A través de nuestras transmisiones, sensibilizamos y luchamos contra la caza furtiva y cualquier otra forma de abuso que vaya en contra de la naturaleza”, explica Nicole Bahati, coordinadora del club RFI Bukavu. “Necesitábamos una herramienta que pudiera llegar a todo el mundo. Esta radio nos ha permitido acercarnos a esta población y hacer oír la voz de los pueblos indígenas. Estamos orgullosos de ser la primera experiencia de este tipo en la RDC”, añade la cofundadora de esta radio cuyas instalaciones se encuentran dentro del Parque Nacional de Kahuzi Biega.

Aun cuando los programas de Gorilla FM se emiten en tres idiomas locales y en francés, las actividades de esta estación de radio comunitaria van más allá del entorno de los medios de comunicación. “Organizamos foros de expresiones populares que permiten a los pueblos indígenas, algunos de los cuales todavía vivían en el parque hace unos años, intercambiar impresiones con las autoridades y encontrar soluciones alternativas a los problemas que los llevan a la caza furtiva o la tala de árboles. Les hacemos entender que el parque es un bien de la humanidad que debe ser protegido”, relata Nicole Bahati. Gracias a Gorilla FM, se han creado comités de seguimiento locales.

“Gracias a estos comités exclusivamente integrados por personas indígenas, podemos averiguar si se han talado árboles o si se han sacrificado animales en el parque. Supervisan regularmente el nivel de caza furtiva. Se han convertido a su vez en agentes de sensibilización”, explica.

Una apuesta continental

África, a pesar de ser el continente con la tasa de emisiones de gases de efecto invernadero más baja del mundo, no se salva de los desastres del calentamiento global. En un informe publicado en 2019, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió sobre el riesgo de perder más de 80 millones de empleos en todo el mundo para el año 2030 a causa del calentamiento global. Este informe indica que África Occidental sería, junto con Asia, una de las principales víctimas de este fenómeno con el riesgo de perder 9 millones de puestos de trabajo de jornada completa.

En Costa de Marfil, el empresario Evariste Aohoui es pionero en el reciclaje de residuos electrónicos y eléctricos. “Pensé que era preciso comprometerse para mostrar la voluntad de hacerlo bien. Es importante que los jóvenes participen en la protección del medio ambiente porque es una responsabilidad a favor de un mundo mejor”, explica. Gracias a su modelo, el Programa Saneamiento Reciclaje Basura PARO-CI, que implica a los participantes del sector informal en el reciclaje de residuos, Evariste ha podido crear más de 15 empleos directos y un centenar de empleos indirectos.

Desde la creación de la iniciativa en 2012, cada año se han reciclado más de 10.000 toneladas de residuos electrónicos.

En Uganda, Vanessa Nakate ha sabido convertirse en solo unos años en un referente en el continente. Desde el Foro Económico de Davos hasta los medios de comunicación internacionales, Vanessa Nakate, de 24 años, está en todos los frentes para llevar hasta allí la voz del continente africano. Indignada por el silencio de los responsables de la toma de decisiones sobre el tema del clima, decidió organizar una huelga de hambre en el parlamento ugandés en 2018. Gracias a Rise Up!, el movimiento que creó posteriormente, Vanessa sensibiliza a los más jóvenes sobre la protección del medio ambiente.

“Tenemos que empezar por los escolares, educarlos, enseñarles, porque son los líderes del mañana, los activistas del mañana, los científicos del mañana. Son ellos quienes serán los responsables del planeta en los próximos años. También nos dirigimos a las personas mayores, organizamos operaciones de limpieza o recogida de residuos, de esta manera podemos sensibilizarlas y contarles lo que está pasando en estos momentos”, comentó Vanessa Nakate en una entrevista concedida a France Inter, hace unos meses.

Integrar a los más jóvenes en la lucha

Para Murhula Zigabe, la juventud no tiene más remedio que cuidar del medio ambiente. “Los jóvenes no deben adaptarse al statu quo. Algunos fatalistas nos dicen que ya no podemos hacer nada por el medio ambiente. Somos un testimonio vivo de todo lo que pueden hacer los jóvenes si se muestran decididos a hacerlo: transformar un desafío en una oportunidad. Los jóvenes miran al porvenir. Si queremos tener un futuro mejor, tenemos que cuidar del clima”, asegura. Gracias a una colaboración con UNICEF, se envía periódicamente a los estudiantes a las instalaciones de Briquette du Kivu para ver lo que se hace allí e inspirarse. “Esta es una forma de dar perennidad a esta actividad y recordar a los más jóvenes que el país cuenta con ellos”.

Una posición que concuerda con la de Nicole Bahati. “Para implicar a los más jóvenes debemos predicar con el ejemplo. Si no somos conscientes de que el medio ambiente es nuestra responsabilidad, moriremos todos. ¿Qué vamos a dejar a las generaciones futuras?”. Espera poder crear una estación de radio dirigida exclusivamente por los pueblos indígenas, pero con una audiencia mundial.

Para Murhula, los inicios no fueron fáciles. Para hacerse aceptar, se vio obligado a ofrecer gratuitamente su primera producción. “Nadie me tomó en serio porque no entendían qué quería hacer. Pensaron que estaba loco, porque nadie podía entender por qué un graduado universitario se pondría a recoger los residuos de un bote de basura”, relata el joven emprendedor. Obstáculos que pudo superar gracias a sus logros en la comunidad. Se han creado más de 20 puestos de trabajo locales. Además, permite a las familias ahorrar dinero, ya que Briquette du Kivu ofrece la posibilidad de gastar solamente 0,16 euros para cocinar una comida familiar para la que habría que gastar 0,5 euros si se utilizara la madera como combustible.

El mayor desafío al que se enfrenta Murhula sigue siendo la falta de una unidad de producción industrial, algo que le permita producir grandes cantidades y, de este modo, expandir sus actividades a zonas más extensas.

Ya sea del Congo o de Costa de Marfil, la falta de apoyo institucional y financiero sigue siendo el mayor desafío para la juventud africana. “Debemos preservar y continuar nuestros esfuerzos con paciencia a pesar de todo”, concluye Evariste. Ahora espera crear 50 empleos directos, 1.500 indirectos y establecer 3 plataformas de tratamiento de residuos en un plazo de cinco años.

This article has been translated from French.