La participación del trabajo declina en todo el mundo

 

Cuando empecé a interesarme en la economía, hacia finales de la década de los años 1970 y principios de 1980, la idea generalmente aceptada era que la proporción del ingreso nacional atribuida a los salarios fluctuaba poco de año en año, pero que no mostraba una tendencia al aumento o a la disminución todo el tiempo.

Sin embargo, la estabilidad de la participación salarial ya no es cierta.

 

Cuando empecé a interesarme en la economía, hacia finales de la década de los años 1970 y principios de 1980, la idea generalmente aceptada era que la proporción del ingreso nacional atribuida a los salarios fluctuaba poco de año en año, pero que no mostraba una tendencia al aumento o a la disminución todo el tiempo.

Sin embargo, la estabilidad de la participación salarial ya no es cierta.

La Organización Internacional del Trabajo analiza algunos de los datos en el capítulo 5 de su Informe Mundial sobre Salarios 2012/2013 sobre el tema de “Los salarios y el crecimiento equitativo”.

Voy a presentar aquí varios gráficos generales y, a continuación, algunas reflexiones.

El informe de la OIT resume así algunas de las constataciones:

“Por ejemplo, la OCDE ha observado que durante el período de 1990 a 2009 la participación de la compensación laboral en el ingreso nacional declinó en 26 de 30 economías avanzadas para las cuales existen datos disponibles, calculando que la mediana de la participación del trabajo en el ingreso nacional de estos países disminuyó considerablemente del 66,1 por ciento al 61,7 por ciento...

Mirando más allá de las economías avanzadas, en su Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2011 la OIT encontró que la declinación en la participación del trabajo en la renta era aún más pronunciada en numerosos países emergentes y en desarrollo, con una declinación considerable en Asia y el norte de África y una participación de los salarios más estable aunque también en declinación en América Latina.”

El siguiente gráfico muestra la participación del trabajo en la renta en Alemania, EE.UU. y Japón.

Por ejemplo, la participación del trabajo en la renta en EE.UU. (representada en forma de triángulos) osciló entre el 68 y el 70 por ciento del PIB a lo largo de la década de los años 1970, e incluso a mediados de los años 1980, y se acercaba al extremo inferior de esta escala, pero ha disminuido desde entonces.

 

El siguiente gráfico muestra las pautas seguidas por varios grupos de economías emergentes y en desarrollo.

La serie cronológica más larga, que figuran en forma de rombos azul oscuro, es un promedio para México, Corea del Sur y Turquía.

 

 

Y ¿qué pasa con China? La participación del trabajo también desciende.

Una de las consecuencias de la disminución de la participación del trabajo en la economía es que, aun cuando el crecimiento de la productividad incrementa el tamaño de las economías, los salarios que perciben los trabajadores no aumentan del mismo modo.

Este gráfico muestra la brecha entre la producción y los salarios que se ha ahondado desde el año 1999 en las economías desarrolladas.

Los resultados aquí presentados son ponderados por tamaño de la economía, de modo que la curva refleja en gran medida la experiencia de las tres economías desarrolladas más grandes: Alemania, Estados Unidos y Japón.

 

¿Qué puede decirse de este declive de la participación del trabajo?

1) Cuando una tendencia es común a numerosos países, es probable que la causa sea igualmente común a todos esos países.

Buscar una “causa” en base a algunas de las políticas aplicadas por los republicanos o los demócratas en EE.UU. es casi ciertamente errado.

Lo mismo puede decirse si se busca una “causa” en las políticas más comúnmente aplicadas en Europa o en China.

2) Las causas siguen siendo oscuras, pero existe una respuesta posible que ya puede descartarse.

La declinación de la participación del trabajo no se debe a que los sectores más intensivos en mano de obra hayan sido reemplazados por sectores más intensivos en capital, ya que la tendencia a la baja de la participación del trabajo se observa en todos los sectores.

La dificultad reside en que las demás explicaciones posibles son interdependientes y resultan difíciles de disociar.

Estas explicaciones incluyen el cambio tecnológico, la globalización, el auge de los mercados financieros, las deficiencias de las instituciones del mercado de trabajo y una disminución del poder de negociación de los trabajadores y las trabajadoras.

Después de todo, sin embargo, los cambios tecnológicos experimentados en la tecnología de la información y la comunicación forman parte de lo que ha alimentado a la globalización y ha favorecido la expansión del sector financiero.

La globalización ha contribuido a reducir el poder de negociación de los trabajadores y las trabajadoras. El informe de la OIT muestra la prueba de que la expansión del sector financiero representa una parte substancial de la respuesta.

Este es un comentario publicado en Internet hace algunas semanas sobre el crecimiento del sector financiero de EE.UU.

3) La disminución de la proporción del ingreso nacional atribuido al trabajo tiene como contrapartida un aumento de lo que se atribuye al capital.

El informe de la OIT subraya que, en numerosos países, esta tendencia parece implicar pagos de dividendos cada vez más importantes.

4) Aun cuando resulta útil comprender las causas, las políticas no siempre tienen que remediar las causas más profundas.

Cuando un coche atropella a una persona, no puede eliminarse la causa, pero puede intentarse paliar las consecuencias.

Cabe recordar, no obstante, que el declive en la participación del trabajo es un fenómeno que se observa en todo el mundo, inclusive en países que adoptan políticas muy variadas y cuentan con numerosas instituciones económicas.

Por ejemplo, las instituciones europeas del mercado de trabajo a menudo se consideran como más favorables a los trabajadores, sin embargo, no han impedido el declive de la participación del trabajo en la renta.

5) Cabe recordar igualmente que la disminución de la participación del trabajo en la renta es muy distinta al creciente nivel de desigualdad salarial.

La participación de los ingresos que perciben los trabajadores y las trabajadoras está disminuyendo en su conjunto, al tiempo que una proporción más importante de los ingresos del trabajo va a aquellos que ya disponen de los niveles más altos de ingresos.

Ambas tendencias indican que todos aquellos y aquellas que perciben bajos y medianos ingresos están viviendo una situación difícil.

 

(Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Timothy Taylor, Conversable Economist)