Cuando la política entra en territorio de la lingüística

Cuando la política entra en territorio de la lingüística

In Bosnia and Herzegovina, the anti-smoking warning on cigarette boxes is written in country’s three official languages, even though the phrase “Smoking kills” is exactly the same in all of them. The only difference is that the Serbian version is written in Cyrillic script.

(Rašid Krupalija)

Vesna Smital es correctora de pruebas para las lenguas bosnia, croata y serbia en BHRT, la emisora pública nacional bosnia. Su trabajo consiste en detectar errores de gramática, ortografía y puntuación en versiones preliminares de guiones de noticias de televisión, y corregirlos. Esa es la parte fácil. La elección de palabras y la sintaxis son más complicadas, ya que Smital tiene que hacer correcciones con base en tres conjuntos distintos de normas lingüísticas, dependiendo de cuál de los tres idiomas nacionales ha decidido hablar cada periodista.

"Fue difícil al principio", comenta. "Tuve que anotar por mi cuenta quién hablaba qué idioma en la redacción y cómo se dice una determinada palabra en cada idioma".
Ahora, después de 13 años de práctica, le parece mucho más fácil manejar las diferencias en la terminología y la sintaxis. “Siempre les digo a los nuevos compañeros de trabajo: ’Tienes que estar al tanto de la política y conocerla muy bien para hacer este trabajo’".

Y es precisamente la política la que creó un sistema en el que Bosnia y Herzegovina (ByH) se encuentra con tres idiomas oficiales, pese a que las diferencias entre uno y otro son menores, y a veces son inventadas.

Cuando estalló la guerra en la antigua Yugoslavia en la década de los años 1990, el "serbocroata", que se hablaba en todo el país, se fragmentó en múltiples idiomas nuevos: serbio, croata, bosnio y montenegrino. Los gobiernos de la posguerra comenzaron a tratar cada idioma por separado en un intento por establecer identidades nacionales independientes, aun cuando desde el punto de vista lingüístico las lenguas son prácticamente las mismas

Movidos por ideas nacionalistas, algunos lingüistas han escrito nuevos libros de gramática y creado nuevas reglas de ortografía para separar su idioma lo más posible de los demás, pero solo han podido lograr la imposición de palabras nuevas y hacer hincapié en pequeñas diferencias en la composición de las frases. La comunicación, sin embargo, nunca ha estado en peligro porque la gramática y la mayor parte del vocabulario siguen siendo iguales. La mayor diferencia es que el idioma serbio tiende a escribirse en caracteres cirílicos, aunque los latinos prevalezcan en todos los idiomas debido a la globalización. Ambos alfabetos han sido históricamente intercambiables y muchos hablantes de los cuatro idiomas pueden leer tanto los caracteres latinos como los cirílicos.

En Croacia, Serbia y Montenegro, antiguas repúblicas yugoslavas, se instauró una lengua a la que se denominó lengua nacional (el croata en Croacia, el serbio en Serbia, el montenegrino en Montenegro). No obstante, Bosnia, donde la mayoría de la población se compone de tres poblaciones distintas (croatas, serbios y bosnios), que participan conjuntamente en la toma de decisiones, instauró el croata, el serbio y el bosnio como sus idiomas oficiales. A los ciudadanos de Bosnia y Herzegovina les gusta bromear diciendo que de un día para otro todos se volvieron políglotas.

La receta “tres en uno” de Bosnia

El reconocimiento del croata, el bosnio y el serbio como tres idiomas distintos dio lugar a un sistema de triunvirato para la administración pública, la radiodifusión pública y la educación.

El acuerdo de paz de Dayton, que puso fin a la guerra de 1992-1995, fue escrito y firmado en los tres idiomas. Fue entonces cuando se inició la práctica “tres en uno”. En la Bosnia de posguerra, todos los documentos oficiales son “traducidos”’ en tres versiones. Las divisiones étnicas del país, alentadas por la política dominante, se arraigan –y son motivo de orgullo– en las salas del parlamento. Si visita el sitio web del parlamento federal, por ejemplo, deberá elegir en cuál de los cuatro idiomas desea navegar: bosnio, croata, serbio o inglés. Los funcionarios públicos, por ejemplo, "traducen" y revisan los documentos de trabajo y los proyectos legislativos en los tres idiomas. Algunos parlamentarios se quejan si no reciben todos los documentos escritos totalmente en su propio idioma, según informes de los medios locales.

En un episodio del popular programa satírico de televisión antes de la guerra, Top list nadrealista (también conocido como Nadrealisti, que en español significa “surrealistas”), un hombre que habla "herzegovino" quiere invitar a una mujer de habla serbia a tomar un café. Son incapaces de entenderse entre sí sin la ayuda de un "intérprete" que simplemente "traduce" su conversación repitiendo exactamente las mismas frases que acaban de decir. En el momento en que se emitió el episodio, esta extraña situación era producto de la ingeniosa imaginación de los creadores, pero ya describía lo absurdo de una realidad que pronto llegaría.

En la BHRT, donde trabaja Smital, la gramática y el estilo tienen prioridad sobre la ortografía, aun cuando las reglas sobre las diferencias entre los idiomas no son estrictas. Sin embargo, los televidentes pueden serlo. "Resulta gracioso cuando las personas nos llaman para quejarse porque la palabra tisuća (una palabra eslava que significa “mil” y que se relaciona con el croata) es escrita en caracteres cirílicos", cuenta Smital.

Sin embargo, detrás de lo ridículo de un sistema que provoca risa –pese a ser amarga–, hay otra consecuencia desalentadora de estas divisiones. En 34 de las denominadas "dos escuelas bajo un mismo techo" en toda la Federación de Bosnia y Herzegovina (una de las dos entidades de Bosnia, donde la segunda es la República Srpska), se separa a los estudiantes en clases mono étnicas y se les enseñan diferentes programas de estudio en diferentes idiomas.

Tales políticas divisivas limitan la interacción entre generaciones de jóvenes que, aun cuando asisten a las mismas escuelas, siguen siendo extraños entre sí. Los políticos justifican la separación señalando el derecho a la educación en lengua materna, mientras que las agrupaciones de derechos humanos lo describen como una forma de segregación. Una organización, Vaša prava (Sus derechos) de ByH, ha interpuesto demandas judiciales por discriminación insistiendo en la unificación de las escuelas bosnias, pero sin éxito hasta la fecha.

En la República Srpska (RS), de mayoría serbia, el idioma bosnio se describe en las escuelas como el "idioma del pueblo bosnio". Los políticos de la RS consideran que el término "idioma bosnio" es un intento pérfido de los bosnios étnicos de imponer su idioma como dominante en Bosnia, al tiempo que pone en peligro los derechos de los otros dos pueblos que lo constituyen. Los políticos bosnios, sin embargo, se oponen firmemente al cambio arbitrario del nombre de su idioma, lo que ha sido objeto de acalorados debates políticos durante muchos años. Como en cada elección, el conflicto lingüístico se ha trasladado a las campañas para las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales (fijadas para el 7 de octubre de 2018), y cada partido nacionalista sostiene que la identidad de su nación y su lengua se encuentran amenazadas.

"El idioma nos pertenece a todos"

A pesar de la política nacionalista, muchos expertos de los Balcanes coinciden en que el bosnio, el croata, el serbio y el montenegrino son una sola lengua con diferentes nombres. En su libro Language and Nationalism (Idioma y nacionalismo) publicado en 2010, la lingüista croata Snježana Kordić sostiene que lo que alguna una vez se llamó serbocroata es una lengua policéntrica, actualmente dividida por las políticas nacionalistas predominantes. Un idioma igualmente policéntrico es el inglés, que tiene diferentes características en los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, por ejemplo, pero sigue siendo el mismo idioma. "La demanda para la creación de tres versiones de documentos, canales de televisión y planes de estudio escolares separados debido a los supuestos idiomas diferentes, no puede encontrar justificación en la lingüística ni en la realidad del idioma", aseguró Kordić en una entrevista para la estación de televisión N1 hace dos años.

Siguiendo el mismo razonamiento, activistas de la sociedad civil y lingüistas de Bosnia y Herzegovina, Croacia, Serbia y Montenegro crearon la Declaración de la lengua común en marzo de 2017, en la que afirman que existe una sola lengua con distintas variantes.

Sandra Zlotrg, quien encabeza la Asociación de Lingüistas con sede en Sarajevo, es una de las firmantes. "La Declaración fue iniciada por la sociedad civil y firmada por expertos en lenguas y personas que no tienen ningún vínculo directo con la lingüística, lo cual es grandioso. El lenguaje nos pertenece a todos y nos importa a todos”, afirmó a Equal Times.

El hecho de que todos hablen un idioma común no impide que una persona lo llame como desee, ni impide su derecho a expresar su afiliación a ningún grupo étnico o país, afirma la Declaración. Miles de intelectuales, artistas y figuras públicas de la región lo han firmado desde su inicio el año pasado, pero fue fuertemente rechazada por los nacionalistas de todos los horizontes en las diversas repúblicas de la antigua Yugoslavia.

Entre tanto, algunos lingüistas han atemperado sus antes rigurosas posiciones lingüísticas. El profesor Senahid Halilović, creador de la norma ortográfica del idioma bosnio, se sintió motivado a hacer de esta lengua un idioma distinto cuando diseñó las reglas por primera vez en los años noventa. Era un defensor del uso arcaico de la letra "h" (por ejemplo: "kahva" en lugar de "kafa", que significa "café", o "mahana" en lugar de "mana", que significa "defecto") pero en muchos casos estaba en contra de soluciones ortográficas dobles. En la primavera de este año, se unió a la Declaración sobre el lenguaje común y publicó una nueva y actualizada edición de su libro, la cual ha sido elogiada como mucho más inclusiva y abierta a las diferencias lingüísticas.

"Esta edición seguramente también será utilizada por aquellos que no apreciaron la exclusividad de la primera versión", comenta Smital. Lo que hace posible que muchos bosnios tengan la esperanza de que pueda actuar como un baluarte en contra de mayores divisiones.