Puede que Aeroflot sea la línea aérea oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi de 2014 (que acabaron ayer), pero a sus pilotos les han dejado de lado tras un largo conflicto entre su sindicato y la dirección de la empresa.

La mayor línea aérea de Rusia está recibiendo intensas presiones por parte de grupos de derechos laborales que afirman que la empresa está poniendo en riesgo la vida de sus pasajeros al negarse a escuchar a los pilotos que manifiestan su inquietud por la seguridad.

Los pilotos de Aeroflot con sede en el aeropuerto internacional de Sheremetyevo en Moscú han acusado a la empresa de obligarles a trabajar en condiciones de peligro y de no compensarles lo suficiente por los vuelos nocturnos ni por las miles de horas extra.

El pasado julio, el Tribunal de la Ciudad de Moscú condenó a Aeroflot (de la cual el Estado ruso tiene una participación del 51,17%) a pagar más de mil millones de rublos (aproximadamente 33 millones de US$) en compensación por 17 meses de prestaciones no remuneradas.

Sin embargo, la línea aérea apeló la sentencia y desde entonces tres miembros del Sindicato de Pilotos de Líneas Aéreas de Sheremetyevo (ShPLS) han sido detenidos por lo que el sindicato y sus seguidores describen como falsos cargos de malversación de fondos.

En octubre, el director ejecutivo del ShPLS Alexei Shlyapnikov y su superior Valeriy Pimoshenko fueron detenidos después de haber aceptado supuestamente un soborno de la empresa, mientras que Sergei Knyshov, otro miembro del ShPLS y un respetado legislador moscovita, fue detenido más tarde en relación con el caso.

‘Los tres de Aeroflot’ se enfrentan ahora a diez años de prisión si les juzgan y declaran culpables.

Sin embargo, el ShPLS ha denunciado las detenciones como un intento claro de castigar al sindicato por su activismo y de obstruir la negociación colectiva.

“Creemos que se trata de una provocación diseñada por la dirección de la empresa para destruir al sindicato”, explicó a Equal Times Igor Deldyuzhov, presidente del ShPLS y antiguo piloto de Aeroflot.

“Estarían mucho mejor sin nosotros”.

 

Campaña internacional

Como respuesta, el ShPLS ha organizado una vigorosa campaña para garantizar la liberación de ‘los tres de Aeroflot’, que ha recibido un gran apoyo tanto en Rusia como en el extranjero.

Además del respaldo de la Confederación de Sindicatos de Rusia (KTR) y sus afiliados, los pilotos también se han ganado el apoyo de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte y el Congreso de los Sindicatos (TUC) de Reino Unido.

Sharan Burrow, la secretaria general de la CSI, llegó a enviar una carta al presidente ruso Vladimir Putin instándole a que interviniera.

Sin embargo, Putin todavía no ha hecho ningún comentario público sobre el conflicto.

Asimismo, Equal Times contactó con la línea aérea, que desde 2006 es miembro de la alianza de aerolíneas Sky Team, para que diera su versión de los hechos, pero hasta ahora no hemos obtenido ninguna respuesta.

La página web sindical LabourStart también ha lanzado una campaña en línea para pedir la liberación de Shlyapnikov, Pimoshenko y Knysho.

Pero a pesar de haber recopilado más de 12.500 firmas, el trío sigue en un centro de prisión preventiva de Moscú mientras se investiga el caso.

“Ya veremos cuándo empieza el juicio”, declaró Deldyuzhov. “Pero esperamos que los investigadores tengan en cuenta todas las versiones [de los hechos], no solo la de Aeroflot”.

Desde las detenciones del año pasado, la negociación colectiva entre el sindicato y la dirección se ha estancado.

“El ShPLS lleva mucho tiempo luchando por el derecho a firmar su propio convenio colectivo con el empleador para que refleje los aspectos característicos del trabajo de los pilotos de líneas aéreas, como el calendario basado en períodos de trabajo y de descanso, las excedencias, la planificación, los seguros y los reconocimientos médicos”, afirmó el presidente de la KTR Boris Kravchenko en una carta a la CSI.

“Los sindicatos de las líneas aéreas miembro de la alianza Sky Team han manifestado su apoyo a las justas demandas del ShPLS en numerosas ocasiones”.

No obstante, la dirección de Aeroflot se ha negado a participar en cualquier negociación oficial con el ShPLS. Asimismo, Kravchenko acusa a la dirección de intentar “difamar” al sindicato en los medios de comunicación para que las negociaciones sean “imposibles”.

El mismo Deldyuzhov trabajó para Aeroflot durante 18 años antes de que le despidieran en 2011; según afirma, en represalia por su activismo sindical.

Más tarde, un tribunal obligó a Aeroflot a reincorporarle en su puesto de trabajo.

 

“Beneficios primero, seguridad después”

El ShPLS y sus seguidores han organizado varias acciones de protesta, a veces muy originales, para dar la voz de alarma sobre lo que considera la política de la empresa de priorizar los beneficios antes que la seguridad de los pasajeros y trabajadores/as.

Según el sindicato, debido al apretado calendario de los pilotos, estos se encuentran agotados y no disponen de suficientes descansos.

Además, la cifra de pilotos en vuelos de larga distancia se ha reducido de tres a dos.

Según alegan, la fatiga acumulada derivada de estas condiciones podría provocar errores humanos.

“Los pilotos trabajan a destajo en Rusia. Si quieren que les paguen, deben trabajar haciendo caso omiso a su calendario y a las violaciones de las normas”, asegura Deldyuzhov.

Sin embargo, Aeroflot insiste en que sus vuelos son seguros.

El mes pasado, en un comunicado a través de un correo electrónico, la empresa aseguró a la agencia France-Presse que “la seguridad de los pasajeros y de los vuelos son las principales prioridades de Aeroflot”.

Roman Gusarov, un experto independiente del sector de la aviación civil y redactor jefe de la página web sobre el sector Avia.ru, afirma que no es del todo correcto relacionar la compensación con la seguridad.

“Los pilotos solo pueden volar hasta un límite máximo de horas fijas. El hecho de que no reciban algunos pagos complementarios realmente no significa que se estén violando las normas de seguridad”, explicó Gusarov en una entrevista por teléfono.

De hecho, según afirmó, los salarios de Aeroflot se pueden comparar con los de otras importantes líneas aéreas extranjeras y el sistema tributario de Rusia es más liberal.

“Puedo entender totalmente a esos activistas, pero les costará mucho ganarse un gran apoyo del público debido a todos los privilegios de los que gozan”, afirmó Gusarov.

Sin embargo, el historial de Rusia en materia de seguridad aérea es pésimo si se compara con el de otras grandes naciones.

Según la red para la seguridad en el sector Aviation Safety Network, tan solo desde principios de 2013 se han registrado 13 accidentes aéreos en Rusia.

En uno de los más recientes, un Boeing de 23 años se estrelló en la ciudad de Kazan; en él murieron los 44 pasajeros y seis miembros de la tripulación.

En 2011, cuando todo el equipo de hockey del Lokomotiv Yaroslavl murió en el accidente aéreo de un Yak-42, Rusia pasó a ser uno de los lugares más peligrosos para viajar en avión.

Pero aunque algunos de los accidentes se achacaron a errores mecánicos en aviones obsoletos de la época soviética, otros, incluidos los dos anteriormente mencionados, se vincularon a errores de los pilotos.

Si se compara con el de muchas otras líneas aéreas internacionales, el historial de seguridad aérea de Aeroflot es bastante bueno, con solo un accidente en los últimos diez años.

Y aunque algunas aerolíneas rusas más pequeñas que operan en zonas remotas siguen usando aviones fabricados en la época soviética, Aeroflot presume de tener una de las flotas más nuevas de Europa, por no mencionar a su personal altamente capacitado.

 

No hay suficientes pilotos

Sin embargo, el pésimo historial de Rusia en seguridad aérea, así como el conflicto laboral de Aeroflot, hacen hincapié en un importante asunto para el sector ruso de la aviación civil: la falta de pilotos cualificados.

Según Deldyuzhov, en Aeroflot trabajan entre 1.500 y 1.600 pilotos, mientras que RIA Novosti (la Agencia Rusa de Noticias e Información) informó recientemente de que existen unos 14.200 pilotos en el sector ruso de la aviación civil.

Fundada en 1923, Aeroflot era la única aerolínea de la Unión Soviética.

Sus pilotos solo volaban en aviones soviéticos y no les exigían estudiar idiomas extranjeros.

Hoy en día, Aeroflot, que todavía tiene la hoz y el martillo en su logotipo, es una de las numerosas empresas privadas de Rusia que disponen de modernos aviones Boeing y Airbus para volar por todo el mundo.

Según la Agencia Federal Rusa de Transporte Aéreo, a principios de 2012 había 126 aerolíneas comerciales en la Federación Rusa. Aeroflot es el líder indiscutible del mercado, con unos beneficios netos en 2013 de más de 11 mil millones de rublos (aprox. 308 millones de US$).

Pero la empresa, al igual que sus competidores, depende de un número cada vez más reducido de pilotos para abarcar un mercado de rápido crecimiento.

“A [la antigua generación] le resulta difícil empezar a aprender inglés para dominar los nuevos aviones”, explica Gusarov.

Debido a la falta de pilotos rusos, Aeroflot y otras grandes empresas como Transaero están luchando contra las restricciones que les prohíben contratar a ciudadanos extranjeros.

En diciembre, el gobierno finalmente aprobó unas medidas que derogarán temporalmente la prohibición, en un intento por solucionar la escasez de pilotos en Rusia.

Sin embargo, el ShPLS se ha opuesto categóricamente a dichas medidas, ya que teme que los pilotos extranjeros marginen a los rusos.

“Realmente no hay una escasez de personal de vuelo. No hay suficientes capitanes”, admitió Deldyuzhov. “Pero hay muchos copilotos”.

Según dice, la solución reside en que las líneas aéreas ofrezcan más oportunidades al personal subalterno.

Pero Gusarov aseguró que las grandes empresas son reacias a contratar a pilotos sin experiencia porque temen manchar su reputación al rebajar el nivel.

“Dudo mucho que los extranjeros dejen a los pilotos rusos desempleados”, aseguró. "Se trata de una demanda a nivel mundial. Hoy en día, a las aerolíneas de todo el mundo les faltan miles de pilotos”.

Pero hasta que se encuentre una solución, los pilotos de Aeroflot se seguirán sintiendo presionados. Y mientras tanto, sus defensores siguen en prisión.