Los profesores de Estados Unidos se movilizan contra la privatización de la educación

Los profesores de Estados Unidos se movilizan contra la privatización de la educación

Pupils from Los Feliz Charter School for the Arts leaving class on 20 February 2019.With some 275 charter schools, Los Angeles is the district with the highest number of independent charter schools in the US.

(Noémie Taylor-Rosner)

En el vestíbulo de la escuela Los Feliz Charter School for the Arts, cerca de Hollywood, un joven bailarín que se mueve con flexibilidad ensaya una coreografía sobre una gran alfombra. “Es nuestro artista residente. Hemos creado este espacio para que nuestros alumnos puedan observarlo cuando quieran”, susurra orgullosamente la directora, Varina Bleil, durante la visita de su establecimiento, que acoge a niños de 5 a 12 años.

Un poco más lejos, en un gran contenedor naranja, la escuela ha instalado un estudio de danza. “Los niños aprendieron hace poco el sistema solar indicando mediante el mimo la posición de los planetas”, explica. “Hemos creado un plan de estudios casi único en el sistema público californiano que tiene por objetivo integrar el arte en todas las asignaturas que se enseñan: ciencias de la tierra, literatura, historia o matemáticas”.

Aunque está financiada por los contribuyentes californianos, la escuela innovadora que dirige Varina Bleil no es en realidad una escuela pública como las demás. Es lo que se llama en los Estados Unidos una charter school: un establecimiento escolar que recibe fondos públicos, pero que está gestionado por organismos privados, de los cuales una minoría son organismos con fines de lucro.

Fundada por padres que deseaban dar una educación artística gratuita a sus hijos, la Los Feliz Charter School for the Arts es una entidad asociativa, como la mayoría de este tipo de escuelas. “El 90% de nuestra financiación proviene de fondos públicos. El 10% restante son donaciones de individuos, familias o fundaciones privadas”, subraya la directora. “Gracias a estos fondos suplementarios podemos proponer una enseñanza de vanguardia, con un equipo pedagógico de alta calidad compuesto por especialistas en arte y psicólogos que se adaptan a las necesidades de cada alumno. Como funcionamos de forma autónoma, también disfrutamos de una gran libertad pedagógica, algo que una escuela pública clásica no permite”.

Escuelas acusadas de saquear los fondos y efectivos del sector público

Criticadas desde hace años por los defensores de la enseñanza pública, estos establecimientos en pleno auge en Estados Unidos son desde el mes de enero el objetivo de un gran movimiento de huelga de profesores del sector público, que se ha extendido al conjunto del territorio del país. De California a Virginia Occidental, pasando por Colorado, los profesores acusan, a estas escuelas en particular, de saquear los fondos y los efectivos de la enseñanza pública tradicional y de ser en parte responsables del deterioro de sus condiciones de trabajo.

Clases de 40 a 50 alumnos, escuelas sin personal de enfermería, psicólogos o bibliotecarios, falta de mobiliario escolar… ciertas escuelas públicas en crisis se sienten cada vez más amenazadas por estos nuevos centros que cuentan con más de 3 millones de estudiantes en Estados Unidos.

Tal y como explicaba hace unas semanas Ismael Armendariz, vicepresidente de la Asociación de Educación de Oakland (OEA, por sus siglas en inglés), a la revista estadounidense Mother Jones, los profesores del sector público se enfrentan hoy en día a un círculo vicioso.

“Cuando no se puede invertir [NDLR*: en un establecimiento público], ciertas cosas como las matrículas disminuyen y a medida que estas disminuyen, se pierden fondos públicos. Y entonces se convierte en un ciclo en el que pierdes las matrículas y la financiación, y te encuentras con una concentración más elevada de niños que necesitan apoyo”, resumió.

El 20% de las escuelas públicas en Los Ángeles ahora son charter schools

Los Ángeles es una de las principales ciudades afectadas por este fenómeno. Con unas 275 escuelas charter schools, según las cifras publicadas por el distrito escolar de la ciudad, se trata del área metropolitana que cuenta con un mayor número de establecimientos públicos autónomos en Estados Unidos. En total, las charter schools representan alrededor del 20% del total de las escuelas públicas del distrito, frente a un 7% hace poco más de una década.

Es en la ciudad de Los Ángeles donde nació, en enero, el movimiento de protesta social, que desde entonces se ha extendido a Denver (Colorado), Virginia Occidental y, desde mediados de febrero, a Oakland (California).

Después de dos semanas de batalla, obtuvieron un aumento de salarios y la reducción del número de niños por clase.

En Los Ángeles, tras una semana de movilización (un hecho raro en esta ciudad, donde los profesores no hacían huelga desde hace 30 años), el sindicato principal de docentes, United Teachers Los Angeles (UTLA), ya había logrado una importante victoria: el 22 de enero, después de cinco días de intensas negociaciones, el distrito escolar terminó por firmar un acuerdo que aumentaba en un 6% los salarios de los profesores, prometía la contratación de personal escolar y abría la puerta a una futura moratoria en relación con la limitación del desarrollo de las charter schools.

“No creo que se tenga necesariamente que condenar las charter schools ni su objetivo inicial, que consistía en crear centros de innovación educativa [NDLR*: cuando surgieron en la década de los noventa]”, subraya Alex Caputo-Pearl, presidente de UTLA. “El problema es que actualmente estas escuelas se han convertido en una verdadera industria que está minando el antiguo sistema”.

Efecto dominó

Esta victoria conseguida por unos 30.000 profesores en huelga en Los Ángeles dio alas a los defensores de la enseñanza pública en otros estados del país. En Virginia Occidental, uno de los siete estados que no autorizan la creación de charter schools, los sindicatos de docentes consiguieron bloquear un proyecto de ley para darles una existencia jurídica.

En California, la movilización de profesores de Los Ángeles a Oakland también ha hecho que el gobernador del estado, Gavin Newsom, reaccione y solicite la preparación de un informe para evaluar las repercusiones económicas del aumento del número de charter schools en el presupuesto de las escuelas públicas tradicionales.

Es una perspectiva que celebra Mike MeCey, portavoz de la California Parents for Public Virtual Education, una asociación que garantiza la promoción de las cyber-charter schools en California. “En mi opinión, es injusto atribuir toda la responsabilidad de la crisis actual a estas escuelas cuando todavía no se han publicado cifras claras sobre este asunto”, observa este padre de familia que ha escolarizado a sus cinco hijos en varios sistemas diferentes: público, privado y cyber-charter schools.

“Cada centro respondía a las necesidades individuales de mis hijos. Mi hijo, que estudia en una charter en línea, tenía dificultades de aprendizaje que no habría podido superar en una escuela tradicional, donde no podría haber ido a su ritmo”, explica. “En un mundo ideal, la escuela pública estadounidense debería ser capaz de ofrecer a todos sus alumnos, sean como sean, la posibilidad de tener éxito. Sin embargo, por el momento, todavía estamos lejos de esta realidad”.

This article has been translated from French.

NDLR*: Nota de la redacción.