Los trabajadores musulmanes del Reino Unido se disponen a pasar el Ramadán en plena crisis del coronavirus

Los trabajadores musulmanes del Reino Unido se disponen a pasar el Ramadán en plena crisis del coronavirus

Worshippers exit the UK’s East London Mosque during the first day of Ramadan on 20 July 2012.

(Alamy Stock Photo/Piero Cruciatti)

El Ramadán está a punto de comenzar (del 23 de abril al 23 de mayo) y los musulmanes de todo el mundo se preparan para celebrar estos días de reflexión espiritual, de superación personal y de elevada devoción. A quienes trabajan en países no musulmanes, puede resultarles complicado cumplir sus compromisos religiosos, que incluyen el ayuno y la oración diarios, durante el mes sagrado islámico, más aún en plena pandemia mundial.

El brote del nuevo coronavirus complica sobremanera la observancia de los compromisos religiosos y culturales del Ramadán de este año. Las estrechas relaciones familiares y comunitarias son fundamentales para la fe islámica, por ello resultará especialmente duro para los musulmanes –aparte de adaptarse a la suspensión de las congregaciones en las mezquitas– la prohibición estricta de visitar a amigos y familiares, entre otras medidas de distanciamiento social introducidas en la mayoría de los países.

Las empresas y organizaciones que se mantienen abiertas durante el cierre casi mundial tratan de adaptarse a las nuevas prácticas y condiciones laborales.

En Europa, donde viven alrededor de 25 millones de musulmanes en los 27 Estados miembros de la Unión Europea, ha resultado difícil establecer políticas comunitarias de apoyo a las religiones minoritarias.

Como explica a Equal Times Julie Pascoet, corresponsable de Difusión en la Red Europea contra el Racismo (ENAR): “En Europa resulta difícil contar con medidas generales para acomodar la diversidad religiosa en los lugares de trabajo, y mucho más para un evento específico como el Ramadán”.

En ausencia de legislación de la UE, las empresas, organizaciones, sindicatos y empleadores de los distintos países aplican sus propias directrices y prácticas para apoyar a los trabajadores musulmanes, también durante el Ramadán. En el Reino Unido —donde más de 3,3 millones de musulmanes convierten la fe islámica en la segunda religión más importante después del cristianismo, la de mayor crecimiento en el país y en una de las comunidades musulmanas más antiguas y enraizadas de Europa— no existen requisitos formales que obliguen a las empresas a apoyar a los musulmanes en el lugar de trabajo durante el Ramadán, proporcionándoles, por ejemplo, un espacio para el rezo o flexibilidad horaria. Sin embargo, los empleadores deben cumplir la Ley de Igualdad de 2010, que garantizar que nadie se encuentre en situación de desventaja en su lugar de trabajo debido a su religión o creencias personales.

Para cumplir la Ley de Igualdad, las empresas deben tratar con respeto a los empleados durante su ayuno, para que estos no les puedan demandar por discriminación. Curiosamente, algunas de las medidas generales introducidas en el Reino Unido para hacer frente al coronavirus facilitan el cumplimiento de los preceptos del Ramadán. Como explica Zainab Gulamali, directora de Asuntos Públicos del Consejo Musulmán de Gran Bretaña (MCB): “Si la pandemia de la COVID-19 permite que quienes pueden trabajar desde casa continúen haciéndolo durante el Ramadán, esto podría facilitar el ayuno. La gente podrá descansar en lugar de estar de camino al trabajo, podrá orar en su propio espacio, en lugar de tener que preocuparse por cosas como los almuerzos de trabajo. Sin embargo, es importante que los empleadores sean capaces de apoyar a quienes tengan que salir a trabajar mientras ayunan”.

Abordar la islamofobia

Tras el 11 de septiembre, se han sucedido veinte años de hostilidad, suspicacias y prejuicios hacia los musulmanes y la fe islámica, que han dado lugar a una islamofobia generalizada en toda Europa. El auge del populismo, del racismo y del nacionalismo en los últimos años ha expuesto a los musulmanes, sobre todo a aquellos visiblemente devotos, a los cada vez más numerosos delitos de odio y actos terroristas. Los ejemplos recientes abundan: desde el tiroteo de Hanau, en Alemania, en febrero, en el que murieron nueve personas a manos de un supremacista blanco, hasta el intento de asesinato de un hombre de unos 70 años en la Mezquita Central de Londres, un día después.

Una investigación de la Comisión de Movilidad Social del Reino Unido, publicada por The Guardian en 2017, revela que la discriminación contra los musulmanes británicos obstaculiza su progreso en el sistema educativo y en el mercado laboral. Los adultos musulmanes tienen un 15% menos de probabilidades de ocupar un empleo a tiempo completo que la población general, tienen menos probabilidades de ser llamados a una entrevista de trabajo si su nombre suena “étnico” y son más vulnerables al acoso y la intimidación. Por otro lado, hay muchos sindicatos, organizaciones pro igualdad y empresas que trabajan para apoyar a sus trabajadores musulmanes.

Por ejemplo, para ayudar a los empleadores de Europa a gestionar la diversidad religiosa, la ENAR ha publicado un compendio de las estrategias que las empresas pueden adoptar para crear un entorno que permita a las minorías religiosas sentirse “incluidas, respetadas y valoradas”. El texto recomienda que los responsables de recursos humanos elaboren programas a medida de divulgación cultural, religiosa y sobre los prejuicios inconscientes. Además, destaca la importancia de permitir a los empleados utilizar ropa religiosa, como el burka y el hiyab. La prohibición de dichas prendas sería una demostración de intolerancia hacia los empleados de minorías religiosas y podría dar lugar a que se presentara una demanda por discriminación contra el empleador.

Las Normas sobre la Igualdad en el Empleo (religión o creencia), que entraron en vigor en diciembre de 2003, están concebidas específicamente para proteger los derechos religiosos de los trabajadores del Reino Unido. En su guía de buenas prácticas hacia los musulmanes en el lugar de trabajo, para empresas y empleados, titulada Muslims in the Workplace: A Good Practice Guide for Employers and Employees, el consejo musulmán británico, Muslim Council of Britain (MCB), señala que la ley de Igualdad en el Empleo constituye un “avance bienvenido para las comunidades religiosas de Gran Bretaña, ya que brinda protección directa contra la discriminación religiosa en el empleo y la formación profesional”.

Refiriéndose a la importancia de la información que se pone a disposición de los empleadores, sobre las medidas recomendadas para ayudar al personal musulmán durante el Ramadán, Gulamali, del MCB, explica a Equal Times que “es imperativo que los empleadores entiendan qué es el Ramadán, cómo afecta a los individuos y cómo su personal decide practicarlo”.

“La central sindical TUC ha elaborado unas directrices para las empresas sobre la mejor manera de apoyar a su personal, por ejemplo: flexibilizar los horarios de trabajo o los turnos, evitar los almuerzos de trabajo obligatorios o las reuniones nocturnas y procurarles un espacio tranquilo en el lugar de trabajo para las oraciones”, añade.

Hay empresas del sector público y del privado que se toman muy en serio estas recomendaciones. Por ejemplo, la agencia internacional de contratación técnica VHR, radicada en el sudeste de Londres, que cuenta con 90 empleados en nueve oficinas repartidas por todo el mundo, ha establecido prácticas de apoyo a los empleados musulmanes, como la flexibilidad horaria de la que se benefician durante el Ramadán.

“Durante el ayuno, los empleados pueden entrar en la oficina a las diez de la mañana y salir antes, y les ofrecemos la opción de trabajar desde casa. Sabemos que los empleados que reciben apoyo son más productivos, mejores en su trabajo y, lo que es más importante, mucho más felices, por lo que celebrar y apoyar los eventos religiosos es bueno para nuestro negocio y para nuestro personal”, explica Aimée Treasure, responsable de marketing de VHR.

Asad Uzzaman, auxiliar financiero de VHR, alaba el apoyo que recibe en su empresa durante el Ramadán. “El año pasado, VHR dedicó una de las cuatro salas de reuniones para que el personal musulmán pudiera rezar durante el día. El horario de trabajo flexible también ayudó inmensamente”, dice.

Las escuelas de todo el país, especialmente las que tienen un gran número de personal y de alumnos de minorías étnicas, también se muestran dispuestas a promover una cultura de tolerancia religiosa. Bruce Green, exdirector de la Escuela Primaria St. Margaret’s Church of England, en Whalley Range, Manchester, dice que la escuela siempre atiende las necesidades específicas de los miembros musulmanes del personal y del alumnado, sobre todo durante eventos como el Ramadán, en el que se invita a los musulmanes observantes a utilizar el salón de actos de la escuela para rezar a la hora del almuerzo. A pesar de ser una escuela anglicana, Green dice que promueve una “cultura muy comprensiva donde todas las religiones, y ninguna, son valoradas y son centrales para el espíritu comunitario en la escuela, no sólo durante el Ramadán”. En el trabajo, en la escuela o en la sociedad en general, concluye Green, “el apoyo práctico es probablemente más valioso que cualquier política”.