“Nadie sabe dónde se encuentran todas las fosas comunes de Líbano”

“Nadie sabe dónde se encuentran todas las fosas comunes de Líbano”
Q&A

Aunque la Guerra Civil Libanesa terminó en 1990 –tras 15 años de conflicto armado–, al igual que en muchos otros conflictos la batalla no concluyó cuando enmudecieron las armas. Fue una guerra entre varias facciones que empezó en Beirut con una espiral de ataques y represalias entre cristianos y palestinos y luego se extendió por todo el país cobrándose más de 250.000 vidas.

Para los familiares de las 17.000 personas desaparecidas durante la guerra, la exhumación de las fosas comunes constituye el único modo de conocer la suerte de sus seres queridos. Sin embargo, a pesar de los 26 años de paz relativa en el país, las autoridades libanesas siguen siendo reacias a excavar las fosas comunes. En una entrevista con Equal Times, Assaad Chaftari nos explica el porqué.

Chaftari, que fue subdirector del servicio de espionaje de la milicia cristiana libanesa, es el único dirigente militar que ha publicado una carta de disculpa pública dirigida a la nación. Además, se ha sumado a una iniciativa de ex-combatientes que intenta guiar a Líbano a través del proceso de paz y reconciliación.

 

¿Por qué desde el fin de la guerra civil las autoridades libanesas no han tomado ninguna medida para resolver los casos de las fosas comunes?

Existen varias razones por las que los políticos no están interesados en debatir ni investigar los casos de las fosas comunes.

En primer lugar, Líbano nunca ha superado la guerra civil. Aunque en cierta medida la fase militar de la guerra acabó en 1990, todavía vivimos en una sociedad profundamente dividida.

En segundo lugar y aunque parezca extraño, los mismos grupos que iniciaron y lucharon en la guerra siguen presentes en el ámbito político cotidiano. Ni siquiera han cambiado el nombre de sus partidos o facciones. Y por último, creo que durante la última década, desde que [el ex primer ministro] Rafik Hariri fue asesinado, la división entre las diferentes sectas en Líbano ha aumentado.

 

¿Está de acuerdo con los activistas sociales que creen que la ley de amnistía de 1991 para los crímenes cometidos durante la guerra ha sido el principal obstáculo para la reconciliación en Líbano después del conflicto bélico?

Estoy de acuerdo, aunque creo que la ley de amnistía fue el modo que Líbano eligió para poner fin a la guerra. Cada país tiene su propia manera de pasar página. Hay que aceptar lo que Líbano eligió, pues ya está hecho, pero siempre digo que la ley de amnistía presenta graves problemas. El primer problema es que en dicha ley no aparece ninguna explicación del motivo por el que se promulgó dicha amnistía. En la ley no se debatió nada de lo que ocurrió durante el conflicto bélico.

Además, la amnistía fue incondicional y no se planteó ningún proceso de reconciliación relacionado con los crímenes de guerra. No se aplicó ningún mecanismo para alentar a los combatientes a dar un paso adelante y contar lo que vivieron. A diferencia de lo que ocurrió en otros países, en Líbano la gente que cometió crímenes no tuvo que comparecer ante un tribunal de reconciliación ni contar a una comisión lo que sabía sobre el conflicto bélico.

Otro problema es que la amnistía no deja claro que la ley solo entra en vigor una sola vez y no en repetidas ocasiones. Puede que suene extraño, pero esta ambigüedad es la razón por la que no se pone fin a los conflictos en Líbano. Podría poner como ejemplo lo que ocurrió en la ciudad de Trípoli [Líbano]. Entre 2012 y 2015, los que lucharon en los 21 enfrentamientos en las calles de Trípoli pensaban que incluso si les detenían habría otra amnistía y que los políticos que les apoyaban lograrían otro acuerdo favorable.

 

Según su experiencia en la guerra civil, ¿cree que será posible localizar y exhumar todas las fosas comunes en Líbano?

Nadie sabe dónde se encuentran todas las fosas comunes en Líbano. No estamos hablando de unos cuantos incidentes que ocurrieron durante un período corto de tiempo. La mayor parte de las tumbas a las que nos referimos no son fosas comunes, sino pequeños hoyos donde yacen solo unos cuantos cadáveres. En realidad hay pocas fosas comunes, relacionadas con incidentes como las masacres de Karantina, Sabra y Chatila y Damour. Salvo en el caso de dichas masacres, se asesinaba y enterraba a la gente individualmente o en pequeños grupos. Las facciones beligerantes excavaban un hoyo en cualquier lugar y dejaban un cadáver allí. Al día siguiente metían otro cuerpo en el mismo hoyo y quizá la semana siguiente uno más. Por eso es tan difícil encontrar todos esos lugares.

 

Sin embargo, se han dado casos en que se han descubierto fosas comunes: en Yarze con al menos 12 cuerpos y en Anjar con 25 cadáveres. ¿Cómo se dieron estos casos?

Esos casos no se planificaron y ocurrieron accidentalmente. Excavaron en algún lugar para un proyecto de construcción y de repente encontraron algunos cadáveres. Esas excavaciones no se llevaron a cabo deliberadamente para revelar la verdad sobre la guerra civil.

 

¿Y usted? ¿Conoce la ubicación de alguna fosa común?

Incluso si lo supiera, no se lo contaría. No podría hacerlo en esta situación.

 

Entonces, ¿qué habría que hacer para resolver este asunto?

Se trata de una responsabilidad colectiva. Tenemos que iniciar el proceso de reconciliación juntos.

Deberíamos recorrer una nueva senda que permita a la gente dar un paso adelante y hablar sobre lo que sabe de los incidentes de la guerra civil. Y no me refiero tan solo a los líderes de la guerra, sino también a los soldados de baja graduación y a los ciudadanos de a pie. Todos deberían formar parte de este proceso.

Este cambio no se llevará a cabo hasta que todo el pueblo libanés decida resolver el asunto. Todos deberíamos dar un paso para superar este problema, pero desgraciadamente a muchos de nosotros nos avergüenza decir que lo lamentamos o pedir perdón. Por eso muchos prefieren seguir callados.