Pakistán: negligencia se cobra la vida de más de 300 trabajadores

 

Horas después del incendio en una fábrica de Lahore en el que fallecieron 25 trabajadores jóvenes y otros muchos resultaron heridos, se declaró ayer otro incendio en una fábrica textil en Karachi, la mayor ciudad industrial de Pakistán.

Esta vez el número de víctimas es mucho mayor: han fallecido más de 289 trabajadores, entre ellos muchas mujeres.

“Los equipos de rescate siguen trabajando y el número de víctimas podría ser mayor”, dijo Roshan Ali Sheikh, un alto funcionario de la administración de distrito.

[caption id="attachment_1589" align="alignnone" width="530"]Una mujer busca a un familiar desaparecido en un depósito de cadáveres en Karachi (AP Foto/Fareed Khan)

[/caption]

El incendio se declaró el martes por la noche y los bomberos tardaron más de 14 horas en extinguirlo y rescatar a los trabajadores atrapados en el interior del local.

“El edificio estuvo expuesto durante horas a un fuego muy intenso y los muros tienen unas grietas enormes; el edificio podría desplomarse en cualquier momento”, dijo Sheikh a Equal Times.

Se ha establecido una investigación sobre las causas del incendio, enfocada en los propietarios de la fábrica. Para impedirles abandonar el país sus nombres han sido incluidos en una “lista de control de salida”.

Según testigos, esta mañana todavía seguía saliendo mucho humo del edificio.

“Los familiares de los trabajadores y trabajadoras atrapados siguen llorando e intentando acceder a la fábrica. Es un edificio de tres pisos. He visto cuerpos carbonizados que emergían de la estructura destruida de la fábrica – una escena de lo más espantosa”, explicaba Nowbahar Ali, vecino de la zona. “Varios trabajadores consiguieron salvarse saltando desde el segundo y el tercer piso, pero la mayoría de ellos se rompieron los huesos”.

Los médicos de un hospital local dicen que más de 65 trabajadores tienen fracturas óseas por haber saltado por las ventanas para escapar del incendio.

Según Roshan Ali Sheikh la parte del edificio más dañada es el sótano. “Los que estaban trabajando en el sótano son los que murieron primero, y el rescate de cuerpos prosigue.”

No está claro cuántas personas había dentro de la fábrica cuando empezó el incendio; los supervivientes estiman que habría más de 400.

La fábrica textil, que también producía artículos de plástico y velas, carecía de salidas de emergencia, a causa de lo cual los que estaban en el sótano o los que no podían acceder a las ventanas no encontraron forma de escapar.

Los activistas sindicales culpan al Gobierno de inacción y fracaso a la hora de hacer cumplir la legislación en materia de salud y seguridad.

“En la provincia de Sindh está prohibida la inspección laboral desde 1997. Esta prohibición es un factor importante que ha contribuido a la pérdida de vidas. Los propietarios del edificio y los empleadores violan con toda impunidad la legislación laboral y las disposiciones de salud y seguridad. Las provincias de Punjab y Sindh no tienen un sistema funcional de inspección del trabajo.

El Gobierno de Punjab restableció el sistema de inspección en marzo de este año pero su ineficacia ha quedado patente después del incendio de ayer en Lahore, en una fábrica de calzado situada en una zona residencial, con una disposición muy limitada de salidas de emergencia”, dijo Shujau Din, investigador principal del Pakistan Institute of Labour Education and Research, una ONG con sede en Karachi.

Pakistán no ha ratificado aún el Convenio 155 y 187 de la OIT sobre salud y seguridad de los trabajadores.

No obstante, según las leyes pakistaníes los empleadores no tienen obligación legal de garantizar que los riesgos en el lugar de trabajo estén eliminados, minimizados o controlados a fin de evitar accidentes laborales.

Ante la falta de una inspección del trabajo los empleadores son libres de perseguir intereses comerciales a costa de la seguridad y los derechos del trabajo.

Según estadísticas oficiales, la cifra anual de accidentes industriales ha incrementado de 354 a 419 a lo largo de los diez últimos años. Tan sólo en 2011, el número de accidentes laborales fatales registrados aumentó a 101.