Qué aportan los maestros chinos al movimiento laboral

Opinión

Acaba de empezar el año escolar y los maestros de China vuelven a salir a la calle.

El 10 de septiembre, Día Nacional del Maestro, los educadores de Wenzhou (provincia de Zhejiang) aprovecharon la jornada festiva para exigir el pago de las subvenciones pendientes en las escaleras de un edificio del gobierno local.

El caso de los maestros de Wenzhou es solo uno de los numerosos casos de huelgas y protestas de docentes registrados en el Mapa de huelgas de la organización China Labour Bulletin (Boletín sobre el mundo Laboral Chino), con sede en Hong Kong.

Tan solo en septiembre, el mapa registró una amplia gama de acciones de maestros, desde una huelga organizada por varios educadores que cerraron un centro de enseñanza preescolar en Sichuán, hasta los más de 1.000 maestros jubilados de todo el país que se reunieron en Beijing para exigir una cobertura adecuada de la seguridad social en su quinta manifestación de este año.

Cuando la mayoría de la gente piensa en protestas laborales en China, lo primero que se les viene a la cabeza son trabajadores en una línea de montaje de artículos electrónicos o zapatos abandonando sus puestos de trabajo y saliendo a la calle a manifestarse.

Sin embargo, los maestros son unos de los trabajadores que más protestan en China. Aunque representan a menos del 2% de la fuerza laboral del país, llevan a cabo alrededor del 4% de las protestas laborales en China.

Estos datos forman parte de un nuevo informe que publicó este año CLB titulado Over-worked and underpaid: The long-running battle of China’s teachers for decent work (Sobrecargados de trabajo y mal pagados: la larga batalla de los maestros en China en pro del trabajo decente).

Además de examinar los datos sobre salarios y condiciones laborales, el informe analiza los 168 casos de huelgas y protestas de maestros que han tenido lugar en China entre 2014 y 2015.

 

¿Qué características tiene la organización de los maestros?

Aunque son relativamente pocos individuos, las numerosas huelgas de los maestros en China destacan por su tamaño y escala.

Como el sustento de muchos maestros está vinculado directamente a las políticas del gobierno, sus conflictos laborales suelen afectar a educadores de amplias jurisdicciones gubernamentales y provocan acciones que abarcan ciudades y provincias enteras o incluso a todo el país.

En una famosa acción que se organizó en invierno de 2014 en la provincia de Heilongjiang, la protesta de 200 maestros por los retrasos en las cuotas de la seguridad social rápidamente se extendió en cuestión de días para incluir a miles de educadores; algunos informes incluso llegan a elevar la cifra de maestros en huelga a 20.000.

Comparados con otros trabajadores, los maestros están muy organizados y son capaces de mantener prolongadas campañas para solucionar problemas que sufren desde hace tiempo.

En sus luchas, los maestros en huelga crean relatos históricos de las acciones a lo largo de los años y conjugan sutiles análisis jurídicos sobre la legitimidad de sus reivindicaciones con poemas y caligrafía. Su particular capacidad para librar campañas prolongadas es muy específica de los maestros chinos.

Mientras numerosos trabajadores industriales suelen cambiar de empleo y a veces incluso de sector, los puestos docentes suelen ser más estables y normalmente sus luchas laborales continúan incluso después de haber abandonado formalmente sus puestos de trabajo.

La capacidad para llevar a cabo protestas a largo plazo es especialmente patente entre los maestros jubilados. Los “maestros comunitarios” jubilados, analizados a fondo en el informe de la CLB, constituyen un singular legado histórico de los problemas que se plantearon en el ámbito de la educación en las décadas de 1980 y 1990, durante las cuales los gobiernos locales contrataron a numerosos educadores para satisfacer la acuciante demanda de docentes, pero sin otorgarles los mismos salarios, prestaciones sociales ni pensiones que a los maestros de pleno derecho empleados en las escuelas públicas.

A medida que se acercaban a la jubilación y gracias a su activismo, estos maestros consiguieron que se les otorgara a nivel nacional los mismos derechos a las pensiones que al resto de los educadores de las escuelas públicas, aunque los gobiernos locales a menudo no han asignado el dinero necesario para ello.

Hoy en día existen redes de miles de maestros diseminadas por todo el país. Se han dado cuenta de que todos se encuentran en la misma situación y están dispuestos a luchar juntos.

Además de las constantes protestas multitudinarias en Beijing, el mes pasado cientos de maestros jubilados de toda la provincia de Hunan se reunieron en el departamento de educación del gobierno provincial para exigir unas pensiones adecuadas, lo cual llevaban décadas prometiéndoles pero nunca se había materializado.

 

¿Dónde está el sindicato de maestros de China?

En China todo el mundo sabe que los docentes están mal pagados y que las políticas para abordar este problema siempre han fracasado.

Desde la década de 1990, las políticas nacionales han declarado, de diferentes maneras, que los maestros deberían tener derecho al mismo sueldo que el resto de los funcionarios, lo cual constituye una reivindicación histórica de los docentes en huelga.

Las medidas para aumentar los sueldos añadiendo retribuciones por rendimiento no solo no lo han logrado, sino que han provocado más problemas para los maestros, pues los que fijan arbitrariamente los sistemas y estándares de pago son la dirección y los gobiernos locales.

Estos asuntos, en punto muerto desde hace demasiado tiempo, están situados a la cabeza de las luchas de los maestros dentro del movimiento de los trabajadores chinos. En muchos otros países, estas demandas se reflejan a través de los sindicatos, que fomentan los aumentos salariales mediante negociaciones, elaboran recomendaciones para políticas en el ámbito laboral y constituyen una fuerza democrática para los docentes en sus lugares de trabajo.

Sin embargo, el único sindicato de China, la Federación Nacional de Sindicatos de China (ACFTU), ha estado ausente durante mucho tiempo de las vidas laborales de los docentes y muchos maestros lo saben. Según un maestro entrevistado para el informe: “Nuestros sindicatos aquí no son como los de fuera de China, a los que puedes acudir con una queja; aquí solo reparten regalos durante los días festivos y organizan actos del partido. ¿Para qué sirven entonces?”.

A los maestros, quizá de manera excepcional, les preocupan los asuntos sociales que afectan a toda la sociedad, más allá de sus puestos de trabajo.

Como educadores y criadores de las futuras generaciones, a los maestros de China, como al resto, les preocupan la desigualdad, las diferencias en las oportunidades y la creciente brecha existente entre los hijos de la élite y los estudiantes de clase media o pobre de sus aulas.

Los docentes, con sus creencias, cuidados y voluntad de ponerse manos a la obra ya ampliamente demostrados, tienen todo el potencial para crecer y convertirse en una gran fuerza en la lucha por un cambio social positivo en la cada vez más desigual sociedad china.

Lo de aprovechar dicho potencial depende en gran medida del futuro desarrollo del movimiento de los trabajadores chinos en su conjunto. Sin embargo, pase lo que pase, el papel que desempeñan los maestros como trabajadores en dicho movimiento no lo olvidaremos fácilmente.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.