¿Quiere saber cómo se fragua la innovación sindical? Basta con echar un vistazo a Europa Central y del Este

Los sindicatos de los países de Europa Central y Oriental (PECO) han sido tradicionalmente tachados de impotentes, pasivos, burocráticos y “criaturas del pasado”.

Los últimos acontecimientos que han tenido lugar en 11 Estados miembros de la UE (Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumanía) indican, no obstante, que esta conclusión podría ser prematura y excesivamente determinista.

Desde el comienzo de la crisis económica a finales de la década de 2000, se ha venido observando un aumento de las movilizaciones de los trabajadores en la región de los PECO, región donde se han concebido algunas prácticas sindicales sumamente innovadoras.

Esto se produce justo después de la caída del sistema comunista, tras un período en el que se registró una disminución de la afiliación sindical debida principalmente a factores estructurales, como la reestructuración económica a gran escala, las prácticas antisindicales por parte de nuevos inversores extranjeros, y el crecimiento de sectores de servicios con bajas proporciones de trabajadores sindicalizados.

Los propios sindicatos también tuvieron parte de culpa por estos acontecimientos negativos. A las antiguas organizaciones “reformadas” les resultaba difícil desembarazarse de su legado comunista y adoptar sus repertorios de acciones para ajustarse a la nueva realidad del mercado. Por su parte, los nuevos sindicatos establecidos en oposición al sistema comunista se implicaron en política durante el comienzo del período de transición. En consecuencia, se les consideraba a menudo codirectores de penosas reformas económicas, lo cual les hizo perder gran parte de su inicial atractivo social.

En tales circunstancias cabía esperar que la crisis económica de finales de los 2000 no fuera sino otro clavo más en el ataúd del movimiento sindical de los PECO.

Sin embargo, la gran paradoja fue que la recesión económica sirvió de catalizador para una mayor movilización sindical en la región poscomunista, al provocar el descontento de los trabajadores y que algunas organizaciones sindicales “hicieran un esfuerzo extra”.

Teniendo que hacer frente, por una parte, a las crecientes presiones del mercado de trabajo, y, por otra, a la reticencia de los gobiernos a consultar las propuestas políticas con los interlocutores sociales, los sindicatos de los PECO trataron de buscar alternativas para defender los derechos de los trabajadores y hacer oír sus voces en los espacios públicos. Con estos objetivos en mente, pusieron en marcha toda una serie de instrumentos innovadores y de prácticas atípicas.

Ejemplos de innovación sindical

¿Que significa “innovación” en el contexto de la acción sindical?

Las prácticas sindicales innovadoras, que se diferencian de las iniciativas empresariales por la ausencia de afán lucrativo, abordan un nuevo reto emergente o bien tratan de solucionar un problema existente de manera más efectiva. En los PECO se optó por diversos métodos, entre ellos la ampliación de los servicios ofrecidos por los sindicatos y un uso extenso de las tecnologías digitales.

Así pues, en Bulgaria y Rumanía, por ejemplo, las confederaciones sindicales crearon unas plataformas interactivas basadas en la web que les han permitido incrementar sustancialmente su visibilidad y mejorar la comunicación con afiliados actuales y potenciales.

Los sindicatos lituanos y checos pusieron en marcha un programa de afiliación anónimo que destaca como una iniciativa particularmente interesante para la estructura organizativa de los sindicatos: dado que el miedo a la represión o a perder el trabajo impedía con frecuencia que los trabajadores de ambos países se incorporasen a organizaciones sindicales a nivel de empresa, los sindicatos les animaron a que se unieran a sus filas sin revelar su identidad a los empleadores, y un negociador externo profesional dirigiría posteriormente la negociación colectiva en nombre de los empleados sindicalizados anónimos.

Por otra parte, los sindicatos polacos reunieron a los trabajadores, independientemente de su situación laboral, bajo la forma de grupos de apoyo entre pares, recurriendo con mayor frecuencia a campañas y herramientas de comunicación para luchar por los derechos de los trabajadores en situación precaria. También acuñaron e hicieron popular la etiqueta “contratos basura” para designar los contratos de derecho civil y demás acuerdos que eluden la legislación laboral, suscitando un cambio en la retórica mediática y exigiendo modificaciones jurídicas que abordaran las preocupaciones de esta categoría de trabajadores en rápido crecimiento.

Una inspiración para otras partes del planeta

Una característica importante de este proceso de innovación sindical en tiempos de crisis en los PECO ha sido el alto grado de movilización y el centrarse en la realización de actividades en la esfera pública. Las organizaciones sindicales de todos los nuevos Estados miembros de la UE participaron en manifestaciones y campañas, e hicieron uso de herramientas de democracia directa como formas de llegar y movilizar al público en general.

Las crecientes movilizaciones y una consideración más amplia por las cuestiones sociales han permitido que las organizaciones sindicales de los PECO ganen visibilidad. No obstante, su programa innovador también tiene algunas limitaciones, como es la aplicación de “buenas prácticas” al margen del movimiento sindical establecido, así como una dependencia presupuestaria excesiva en proyectos específicos, y el riesgo de no producir ganancias automáticas, como por ejemplo conseguir un aumento del número de afiliados o una mayor cobertura de la negociación colectiva.

Pero a pesar de estas deficiencias, parece que las prácticas innovadoras puestas en marcha por los sindicatos de los PECO podrían ser fuente de inspiración para organizaciones sindicales de otras partes de Europa y del mundo.

En la realidad posterior a la crisis, marcada por la austeridad y el aumento de la precariedad, las experiencias de esta región, en la que la defensa de los derechos básicos de los trabajadores ha supuesto un reto enorme, podrían ser especialmente instructivas.