Salvando la brecha de género en el cine europeo

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Con ocasión de festivales de cines y ceremonias de entrega de premios, la brecha de género ha venido generando controversia una y otra vez – para volver a quedar relegada hasta la siguiente ocasión. Pero los y las activistas afirman que este año será diferente: la batalla para que las mujeres consigan algo más que establecer una cabeza de puente en la industria cinematográfica está logrando progresos considerables.

Con multitud de nuevos informes y compromisos, organizaciones cinematográficas y ONG están presionando a la industria para que se fomente el papel de las mujeres, pese a que el establecimiento de cuotas sigue siendo algo controvertido. El objetivo general: cambiar la manera en que el público ve el papel de la mujer en la sociedad.

“El impacto está siendo enorme. Ha tenido un efecto de bola de nieve”, indica Francine Raveney, portavoz de la Red Europea de Mujeres en el Audiovisual (EWA por sus siglas en inglés), con sede en Estrasburgo, en declaraciones a Equal Times. “Cannes fue una experiencia realmente buena. Se ha producido una auténtica toma de conciencia”.

Debatido en diversos eventos durante el Festival de Cine de Cannes, el estudio de EWA titulado Where are the Women Directors? (¿Dónde están las mujeres directoras?), encontró que entre 2006 y 2013 apenas una de cada cinco películas europeas había sido dirigida por una mujer y menos del 15 por ciento de la financiación se dirigió a dichas películas.

“La lucha por obtener financiación se ha identificado como el reto más significativo”, afirma el estudio, fruto de un proceso de dos años de duración, constatando “aversión al riesgo por parte de los inversores”.

EWA recomienda un plan de 15 puntos, pidiendo a la Unión Europea que “aborde urgentemente los programas de igualdad en la industria audiovisual”. Establece objetivos de cinco años para que todos los sistemas de financiación “logren un reparto equitativo de fondos para las mujeres directoras”. Entre otras medidas, EWA propone “mayor asistencia para estrategias de publicidad, marketing y distribución de películas dirigidas por mujeres” y “añadir un rubro dedicado a cuidados infantiles en los presupuestos de producción”.

En el Reino Unido, la situación es aún peor: un reciente estudio realizado por Directors UK, titulado Cut Out of the Picture (Eliminadas de la imagen), revelaría que apenas una de cada seis películas había sido dirigida por una mujer.

“Sólo una intervención a escala de toda la industria conseguirá abordar la extrema desigualdad de género en la industria cinematográfica británica”, indica el estudio, que examinó cerca de 2.600 películas producidas entre 2005 y 2014.

Es por ello que Directors UK se comprometió en Cannes a conseguir que “50 por ciento de las películas financiadas con fondos públicos procedentes de organismos con sede en el Reino Unido estén dirigidas por mujeres para 2020” y que la concesión de deducciones fiscales a la industria cinematográfica en el Reino Unido deberá “exigir que se tenga en cuenta la diversidad en todas las películas del Reino Unido”.

 
Compromiso y paradoja

La directora de la campaña de Directors UK, Ali Bailey, afirma que desde Cannes los esfuerzos de su organización se han centrado en “hablar con los organismos públicos de financiación, y celebrar las buenas prácticas”.

La asociación sin fines de lucro Creative England, por ejemplo, encomendó a mujeres la dirección del 43 por ciento de sus películas. En Gales, Ffilm Cymru también ha ampliado su proporción de mujeres directoras.

Pero Bailey indica que encontrar soluciones implica examinar detenidamente “las realidades”. Comentó a Equal Times: “Se trata de una industria con enormes presiones respecto al presupuesto y el tiempo. Necesitamos encontrar la manera de permitir que la gente amplíe la búsqueda de talentos y seguir consiguiendo grandes películas, para dar una oportunidad a otros aparte de los nombres de siempre. Hay que ser pragmático al respecto”.

Bailey constata una “ligera paradoja”. Al abordarse más sobre la igualdad de género en las películas, “la gente piensa que hablar de ello equivale a hacer frente, tratar el problema. Es lo mismo que ocurre con la discriminación racial y los discapacitados”. Pero hablar no es lo mismo que actuar. Para dar el paso siguiente, Bailey dice que “debemos capturar toda esa energía y destinarla a medidas prácticas. Basta de cifras”.

Tomemos Cannes como un buen ejemplo. La directora francesa Houda Benyamina recibió el premio Cámara de Oro por su película ’Divines’, pero el premio principal, la Palma de Oro, recaería en el director británico Ken Loach por la película ’I, Daniel Blake’. Jane Campion ha sido la única mujer galardonada con la Palma de Oro, por ’The Piano’, en 1993.

También en Cannes, se volvió a rememorar la película ‘Thelma y Louise’. Sólo que esta vez, las estrellas de la película, Susan Sarandon y Geena Davis, lo que pretendían era tirar por el barranco la industria cinematográfica dominada por los hombres, para terminar con la brecha de género.

“Fue una película entre colegas, donde teníamos poder para decidir”, comentó Sarandon respecto a la película de 1991 galardonada con un Oscar, dirigida por un hombre, Ridley Scott. “No anticipamos que nos estrellaríamos contra ese panorama sexual dominado por hombres blancos”.

Pero pese al entusiasmo inicial que preludiaba que ‘Thelma y Louise’ –que obtuvo un éxito en taquilla tres veces superior a lo que costó– daría pie a un nuevo género de mujeres fuertes como protagonistas, las cosas no fueron así.

Hoy en día “las películas son más corporativas”, afirma Sarandon. “No es fácil que estos tipos vean a una mujer en el papel principal”.

“Lo que frena es la falta de imaginación – con perdón – de los hombres”, afirmó con una sonrisa ante los asistentes a una serie de sesiones organizadas por Women in Motion, un movimiento que pretende combatir la falta de mujeres en la industria cinematográfica.

Esta queja de larga data – junto con la de falta de diversidad étnica – ha impulsado acciones sobre distintos frentes. En Estados Unidos, la American Civil Liberties Union consiguió que una comisión federal, la Equal Employment Opportunity Commission (EEOC) examinase la cuestión de discriminación contra las mujeres directoras, que representaron apenas el 9 por ciento de las películas más taquilleras de Hollywood el año pasado.

La portavoz de EWA, Raveney, comunicó que están previstas más conferencias sobre las mujeres en el cine para los próximos meses, en lugares como Croacia, Francia y Suecia. Una que tendrá lugar en Dortmund, Alemania, en agosto, se centrará en las compositoras en el cine.

“Resulta catastrófico, mucho peor que con las directoras”, afirma Raveney, “en Suecia apenas el 3,6 por ciento [de las mujeres compositoras] son mujeres”.

En Cannes, el Instituto Cinematográfico Sueco señaló ciertos progresos en relación con las directoras. Indicó que su programa, lanzado en 2012 para financiar por igual a cineastas hombres y mujeres para 2020 había conseguido ya su objetivo.

“La financiación pública de películas es importante – se trata del dinero de los contribuyentes y es algo que puede marcar la diferencia”, indica Raveney. En España, existe un sistema de puntos que da prioridad a ciertos proyectos cinematográficos en función del número de papeles femeninos.

La directora española Isabel Coixet, actual presidenta de EWA, dijo en declaraciones a Harper’s Bazaar: “No quiero oír ni una palabra más respecto a las mujeres directoras. Quiero acción. Quiero que las mujeres directoras tomen las riendas del mundo”.

 
Debate sobre las cuotas

Las cuotas siguen siendo una cuestión controvertida. Directors UK sigue oponiéndose. “Hay mucha semántica al respecto. Las cuotas son algo de lo que tenemos que ser conscientes”, indica Bailey. “Suecia lo debatió, pero nunca llegaron a aplicar una cuota. Hemos conseguido enfocar mentes y cambiar comportamientos, pero sin obligar a nadie”.

Este año en Cannes hubo manifestaciones de apoyo a las cuotas por parte de la directora alemana Maren Ade, cuya película ‘Toni Erdmann’ fue una de las únicas tres cintas dirigidas por mujeres entre las 21 presentadas en la sección oficial del festival.

“No hay suficientes mujeres directoras de cine”, dijo a The Hollywood Reporter. “En Alemania se está debatiendo actualmente la posibilidad de introducir un sistema de cuotas, y pienso que deberíamos intentarlo, porque en lo referente al dinero público, deberíamos ser iguales”.

Geena Davis, que representó el papel de presidenta de los Estados Unidos en la serie de TV ’Commander-in-Chief’ (que en español se tituló ‘Señora Presidente’), piensa que no es sólo una cuestión de justicia; sino también de modelos de conducta.

“Después de ver esa serie, el 50 por ciento de la población pensó que podrían llegar a tener una mujer ocupando la presidencia. Ver a mujeres haciendo algo en concreto hace que nos resulte familiar, hace que las mujeres lleguen a aspirar a ello y que los hombres lo acepten”, afirmó Davis en Cannes.

“Es por eso que tenemos a Trump”, añadió Sarandon, refiriéndose al candidato republicano a la presidencia estadounidense. “El reality show que realizó fue lo que le legitimó. Es por eso que, con cada película, cada programa, es muy importante pensar en lo que se está transmitiendo”.

“Antes de decidir sobre el reparto, cambien unos cuantos nombres poniendo a mujeres, establezcan que la mitad del equipo de rodaje sea femenino”, añadió Davis. “La gente simplemente no se para a pensar en el hecho de que no haya suficientes mujeres que escriban. Lo más fácil es decir ‘Eh, ¿por qué ese personaje no podría ser una mujer?’”